sábado, 13 de febrero de 2021

QUERIDOS HOSTELEROS.


QUERIDOS  HOSTELEROS.

Como dijo el célebre escritor Manuel Vázquez Montaban (experto en serie negra si recordamos las aventuras del detective Carvallo), “lo peor de tener manía persecutoria es que te persigan”.

Y este es el motivo por el que me atrevo a dirigirme a ustedes, dado que he oído que acusan a las administraciones públicas de que les culpan de los contagios del covid19 (el delirio de persecución) y que la han emprendido contra ustedes permitiendo otras cosas iguales o peores en esto de contagiar (persecución real).

Es lógico y comprensible que ante el estrés que produce la potencial, o ya real, ruina económica de su sector, se razone más instintivamente que otra cosa (como la madre que al perder un hijo grita a Dios ¿Por qué a mí, por qué a mí?)

Buscando este escrito  razonar sobre el momento y anunciar una esperanza para el futuro.

Como saben, contra la pandemia sólo hay un tratamiento (y ahora una vacuna afortunadamente). Dicho tratamiento consiste en que cada uno procure no contagiar a nadie y que cada uno procure que no le contagie nadie.

Ante esa receta, cuando la pandemia arreció fuerte, se aplicó un confinamiento lo más severo posible (el de Marzo a Junio). periodo en que la Hostelería y todos sus derivados, estuvieron cerrados de sol a sol y sin terrazas. Llamémosle       Confinamiento Severo.

Posteriormente cuando parecía que volvíamos a la normalidad (aunque fuese nueva) sucesivas olas han hecho que las     autonomías estén tratando de ganar la batalla alejándose del Confinamiento Severo y aplicando uno que podríamos llamar Confinamiento Inducido.

Este Confinamiento Inducido consiste en procurar que la gente se quede en casa, como en el Confinamiento Severo, pero por voluntad propia. Amén de mantener los centros educativos abiertos, así como el comercio.

Éste tratamiento, el Confinamiento Inducido, los Gobiernos Autonómicos, lo está modulando según les indican las cifras de ocupación de sus hospitales. De manera tal que a menos ocupación hospitalaria más apertura de la hostelería (amén de otras cuestiones).

Pero esto no es porque se les persiga a ustedes, sino porque, como se decía, se trata de un Confinamiento Inducido, es decir se busca que la gente salga lo menos posible. Y en este sentido es evidente que si la hostelería está cerrada, el aburrimiento y la no aglomeración en la calle aumenta.

Bien es verdad que algunos de ustedes usan como ejemplo, para que se les permita abrir lo más posible, el caso de Madrid (incluso en una manifestación de colegas suyos en Castilla la Mancha, una pancarta decía “Queremos una Ayuso”). Porque aparentemente permite todo y no va peor que en otros lugares. Pues bien, les recuerdo 2 detalles de su aparente mejoría para que vean que lo suyo no es un milagro (que no existen), es que tuvieron un confinamiento más fuerte que en otros sitios.

Recuerden que en la segunda ola, otoño, el Gobierno Central le obligó a un confinamiento que no quería de 15 días, y que posteriormente al comenzar el año una gran nevada produjo un confinamiento voluntario muy elevado ante la imposibilidad de andar incluso por las aceras. Es decir, Madrid lleva un mes más de confinamiento duro que las demás autonomías, luego de milagro nada de nada, es más, el fuego con el que se está jugando en esa autonomía puede ser fatal para su población.

Porque miren, si se aplica la teoría del juez vasco, o la de Ayuso  (que como ella dice aplica la de Trump, con casi 30 millones  de contagiados y medio millón de muertos en EEUU) o la de algunos de ustedes de salvar la economía, podemos matarla.

Pues es evidente que cuanto más se desconfina más se propaga el virus y más se atiborran los hospitales. Esto es una evidencia absoluta. Y cuando un hospital se queda sin camas, primero sin camas UCI, eso significa que una vulgar apendicitis puede ser mortal. Entonces en una sociedad en que las muertes vuelvan a producirse en las casas, los enfermos graves y más contagiosos sigan en sus hogares y los accidentados en carretera (por poner un solo ejemplo) mueran simplemente desangrados, en una sociedad así, habremos tocado techo en cuanto a ruina económica se refiere. A parte de que el país del mundo que tras la pandemia quede rezagado y con mala fama en cuanto a si en él aún hay o no virus, está condenado al cerco turístico.

Es decir, el salvar la economía anteponiéndola a la salud, es un disparate mayúsculo e imposible (de hecho Madrid recula a toda velocidad).

“Muy bien, todo muy bonito, pero yo me estoy arruinando y tú no”, piensan. Y tienen toda la razón. Hay que evitar su ruina, como la de cualquier otro compatriota.

Por lo tanto está bien que pidan ayudas directas (que supongo que quiere decir, dinero). Pero recuerden que para que se les de dinero a ustedes, o a mí, o a cualquier otro, tiene que tener dinero aquel a quien se le pide, el Estado, o la Autonomía o el Ayuntamiento.

Y para eso, en esta época de vacas flacas, pero también en le de vacas gordas, hay que pedir que se suban los impuestos         directo, como el IRPF. Sí, los directos, porque mientras                         ustedes se arruinan por esta tragedia otros se están forrando, luego es lógico que paguen más. Hay que redistribuir la riqueza, que eso es la economía. Todo por no hablar de lo bueno que hubiera sido que cada cual cobrara una Renta Básica Universal.

Paco Molina. Zamora. 13 De Febrero del 2021

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