ZAMORA.
BARES , TERRAZAS Y MANTELES.
Como indica la experiencia,
una de las cosas que más gusta cuando visitas una ciudad, es que haya terrazas donde
poder tomarte un refresco, o comer lo típico del lugar, o enredar una larga conversación
mientras aprovechas para descansar.
Por lo tanto esa
vieja costumbre de la ciudad de Zamora de limitar el periodo que permite a los
bares o restaurantes tener terrazas debe desterrase.
Avanzando por la tercera
década del S.XXI no tiene ningún sentido prohibir las terrazas durante 6 meses
del año (por absurda tradición se permiten únicamente desde el 1 de Abril hasta
el 15 de Octubre de cada año).
A lo mejor había un
motivo para fijar ese periodo, pero hoy está obsoleto; por el tiempo
transcurrido y porque la pandemia de corona virus ha multiplicado el atractivo
de las terrazas para las gentes (tanto por parte de los turistas, que son
humanos como nosotros, como de los propios habitantes de la ciudad).
Sería pues un gran
detalle que el Ayuntamiento permita poner terrazas (además de todo tipo) durante
todo el año. Dando opción a la vez a que
cada establecimiento elija (y pague conforme a su elección) cuántos y cuales
meses quiere usar la terraza para mejorar su negocio.
Por otra parte, y
aprovechando este escrito, conviene recordar un método de promoción turística por
“efecto rebote”, que no se suele aplicar en estos lares.
Consistiría en que
el Patronato de Turismo de Zamora (en el
que también está el Ayuntamiento de la capital) haga miles y miles de manteles
de papel que regalaría a la hostelería.
Esos manteles tendrían
dibujado el mapa de Zamora, y en él, con fotos o dibujos (hoy en día hay genios
para esto) el mejor reclamo turístico de cada comarca (el lago en Sanabria, el
barco en los arribes, el vino en toro, el enmaromado en Benavente, etc.).
La idea consiste en
que si alguien vino a Zamora por ejemplo, por la Semana Santa, al sentarse en
un bar (dentro o en la terraza) le pongan un mantel en el que se tope con la
otra oferta turística de la provincia (“Oye mira, pues el año que viene podemos
ir a….”).
Lo podríamos llamar “turismo
por efecto rebote”. No se si es muy caro, no lo parece (incluso el mismo mapa se
puede poner en cartones de esos que se ponen en los parabrisas para proteger del sol y obsequiarlos
en los peajes de las autopistas). Pero en todo caso es mejor que enviar a demasiada
gente a los diversos certámenes que hay por el mundo.
Porque no se trata únicamente
de poner a Zamora en el mapa, también hay que poner en Zamora nuestro mapa (para
ayudarnos unos a otros dentro del perímetro provincial).
Paco
Molina . Zamora. 8 de Noviembre del 2021
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