HOLA.
Soy el “Hola monárquico”
Ahora que ya sabemos que el Poder nos ha mentido
desde que existe. Mediante los púlpitos, las emisoras, los periódicos y las televisiones
(que no dan puntada sin hilo) vamos a seguir el hilo de la mentira del programa
llamado “La infanta, rota por amor”.
Antes, y aprovechando
que la muerte de la Reina de Inglaterra, Isabel II, ha puesto en candelero el
tema de las monarquías, repasemos las mentiras relativas a tal institución en
general.
Para sostener tan
arcaica forma de Gobierno o Dominio (monarquías parlamentarias) recordemos que se
decía que los reyes lo eran: “Por la gracia de Dios”.
Mentira donde las haya,
ya que si no hay Dios es evidente, y si lo hay es más evidente aún, pues no puede,
tal Ser Infinitamente Bueno por definición, estar pendiente de una familia por país
despreciando a las otras (menudo pájaro sería).
Bien es verdad que
desde que fue descubierto el trampantojo (el engaño de las monarquías) e
inventadas las monarquías parlamentarías (cobran pero no gobiernan) ya han
retirado de las monedas ese osado lema de: “Soy Rey por la gracia de Dios”.
Pero ante ese paso
atrás han tenido que dar 2 adelante. Y ahora sabemos que los Reyes no lo son
por la gracia de Dios…pero que si que están protegidos por la Divina Providencia.
Con lo que desembocamos
por fin en el drama de amor de nuestra infanta Cristina.
Nota, en lo que sigue
vamos a limitarnos a contar lo que cuenta y supura la serie de marras:
1.- El Rey Felipe VI
es Rey de España porque así lo quiso una constitución machista, que decía que
sería heredero de la corona el mayor varón (abstenerse las chicas).
2.- Eso hizo que no sea
nuestra Reina la Infanta Elena de la que, no yo sino los entendidos, dicen que no
tiene cabeza para tanta corona.
3.- La infanta Cristina,
está la suficientemente lejos en el orden sucesorio como para que nunca sea
Reina. Afortunadamente, pues al parecer es capaz de enamorarse ciegamente y
seguir el mal camino que le marcó su marido. Una debilidad intolerable en
alguien con sangre real en las venas.
4.- Y desembocamos
así en otro mensaje fundamental de la serie: Los plebeyos no son buena gente, o
si se quiere, los plebeyos lo son porque se lo merecen (como tú y como yo).
5.- Marichalar es un
desastre y Urdangarín un ansioso, avaricioso y muerto de hambre con ínfulas de
millonario. Que engañó a la madre de sus hijos en los negocios, y ahora se lía con
otra (plebeyísima).
6.- Antiplebeyismo
que ya se respiraba en todo lo referente a la Reina Leticia, que “no sabe estar
como Doña Sofía”.
7.- Todo cuando, por
el contrario, el Rey Felipe, que al principio fue amigo, además de cuñado de
Urdangarín, cayó en seguida en la cuenta de que algo olía a chamusquina cuando
visitó la casa de su hermana en Barcelona y vio demasiada ostentación y lujo
(10 millones, como si ellos no nadaran en dinero). Momento en que inteligentemente
(que para eso iba a ser Rey) se alejo del mal.
8.- Resumiendo: Dios
escribe derecho con renglones torcidos, y gracias a que nuestra Constitución
era machista (cosa mala) nos gobierna Felipe
(cosa buena pues es él único que se salva de la familia real).
Y luego dicen que no existe la Divina “´Providencia”.
PD1. Las monarquías, de seguir, deberían serlo al
modo antiguo. Ello permitiría resolver conflictos mediante bodas. Por ejemplo,
dado que se dice que la Princesa de Asturias (Leonor) próxima reina de España,
tontea con el heredero del trono marroquí, esa boda debería llevarse a cabo,
conformando España y Marruecos un nuevo estado cuya dote del novio a la novia fuera el territorio del Sahara, que pasaría a ser
español y por tanto libre.
PD2. Sospecho que tras
la muerte de la simpática Reina de Inglaterra, va a venir el fin de todas las monarquías,
máxime cuando estamos inmersos en una guerra mundial que como las anteriores abrirá
nuevos ciclos: La 1ª alumbró el comunismo como alternativa al capitalismo y la
2ª el Estado del Bienestar como evolución hacia un capitalismo de rostro humano.
¿Barrerá la 3ª las
desigualdades sociales escandalosas, porque se entenderá que sin repartir la riqueza
de arriba a abajo y sin pacifismo, seguiremos de guerra en guerra y de miseria
en miseria? ¿Desaparecerán las Monarquías por ofender a los pueblos, al permitirse
por Ley que una familia pueda vivir realmente del cuento y con mucho ungüento,
por los siglos de los siglos?
Paco
Molina. Zamora. 11 de Septiembre del 2022
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