4º
parte de la Tercera Guerra Mundial. España.
Se
debe pedir la paz desde el más puro de los egoísmos: El de no querer sufrir, ni
hacer sufrir.
Si utilizamos como
termómetro la entrega de los premios Goya se ve que el movimiento pacifista, o
al menos el que pide la paz por sentido común, aún está muy flojo en España.
En dicha entrega de premios ni una sola voz exigió la paz (salvo la representación de Unicorn Wars), y eso que si existió algún gesto reivindicativo, como la insistente petición de aumentar las inversiones en la sanidad pública.
Inversiones que se pueden llevar por delante no sólo la nefasta política de los partidos de derechas, siempre
al servicio de los ricos, sino también la guerra en Ucrania (también al servicio
de los poderosos).
Sí, porque no te
engañes, estamos ante la típica guerra mundial (por el poderío de los contendientes:
la OTAN contra Rusia) desatada y mantenida por el ansia depredadora de los poderosos
de ambos bandos: una guerra de rapiña: en la que Rusia quiere riquezas y la salida
al mar que ofrece Ucrania, y EEUU busca acabar con el comercio gasístico de
Rusia, como prueba su sabotaje contra uno de los gaseoductos que permitían vender
a ésta, a precios muy reducidos, gas a Europa.
Por cierto, quien
crea que la Rusia actual tiene algo que ver con la soviética que repase sus
apuntes, porque en 1991 se enterró todo lo que pudiera haber de socialismo real
en todos los países del pacto de Varsovia, emergiendo así tantas mafias y
tantos oligarcas (lo que en Occidente llamamos capitalistas y lobbis)
Pero vayamos con España,
y el correspondiente aviso a navegantes.
Recientemente el Ministro
de la Seguridad Social se ha dirigido por carta a los más de 10 millones de
pensionistas anunciándoles la razonable, y buena subida para ellos, del 8,5 % en
sus emolumentos.
Pues bien, en
dicha misiva el segundo párrafo comenzaba
así :
“Es
evidente que en 2022 hemos vivido un aumento de la inflación vinculado a la guerra
en Ucrania”.
Queda claro pues que
la guerra nos va a llevar al desastre si no la paramos (gritando guerra NO).
La inflación está
haciendo daño a cada vez más millones de familias en su alimentación diaria y en el calor del hogar.
Pero dicho terremoto
no para ahí y se extiende a lo que
llaman subida del Euribor para enfriar la economía (ahogar tu consumo), que no es otra cosa que el incremento de la mensualidad a pagar por las
hipotecas variables (casi todas).
El sufrimiento pues
de las clases trabajadoras irá en aumento. Y ello por culpa de una guerra en la
que no nos va nada, como en ninguna.
Es verdad que el
actual gobierno de España está haciendo lo indecible para proteger a los
llamados vulnerables (con el escudo social).
Pero si sigue la
guerra esa es una batalla perdida. Recordemos. La 1ª Guerra Mundial duró 4
años. Y la 2ª duró 6 años.
Mientras que ésta
(en la que estamos en uno de los 2 bandos) sólo lleva un año, y encima es la
primera vez que ambos contendientes cuentan con bombas atómicas.
Hasta aquí hemos
expuesto el por qué pedir la paz desde el egoísmo de la retaguardia. Pero es
que también es, ese mismo egoísmo, el de no querer que la gente sufra, el que
nos debe impulsar a pedir la paz en la propia Ucrania.
Acabamos de sufrir al
ver el dolor causado por los terremotos de Turquía y Siria. Pues fíjate, el número
de muertos que ya ha habido de Ucrania supera con mucho esas cifras.
Eso por no hablar
de los niños y niñas que nos hacen temblar de emoción al ser recatados. Entonces piensa en cuantos miles de niños y niñas
salvaremos si acabamos ya esta guerra.
En Zamora (España)
ya hemos creado una plataforma por la paz que al menos una vez al mes se
manifestará contra la guerra en Ucrania.
No somos ilusos,
solos no podremos. Pero puesto que estamos en las autodenominadas naciones democráticas,
entendemos que si las gentes salen a las calles pidiendo la paz, todos los gobiernos,
en la medida en que saben que dependen de sus pueblos, acabarán por retirar a
sus países, a sus ejércitos y a sus economías
de esta guerra, que encima puede acabar siendo nuclear.
Es obvio que el movimiento
pacifista aún no supera ni el 10 % en España, porque del 90 % restante, otro 90 cree que hay que dar su
merecido a Rusia por invadir un país, y el otro 10 % considera que Rusia se
está defendiendo.
Da igual lo que pienses,
pero mira: Si quieres que ganen los que tú consideras “los buenos”, quieres,
sin saberlo, que haya guerra hasta que eso ocurra, es decir estás a favor de
que siga la guerra.
Pero eso no es cierto,
tú no estás a favor de la guerra, y además sabes que puede afectar a tu
familia, su bienestar y tu vida. Y para nada. Nada mejoraría.
Defiéndete, grita “No
a la guerra”. Si a la paz. Y defiéndete. Seguir a los poderosos siempre fue un desastre
para los pueblos.
GUERRA
NO.
Paco
Molina. Zamora 12 de Febrero del 2023
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