PODEMOS Y
EL SÍNDROME DE
LA VERÓNICA.
Preámbulo para ateos
y creyentes de otros dioses.
Cuenta la leyenda de
la religión católica que entre los personajes de la Pasión de Cristo está la
Verónica. Y ello porque estando una mujer llamada así, viendo la comitiva que
iba Camino del Calvario (o sea, la soldadesca romana, Cristo cargando con la
cruz en la que sería crucificado y el Cirineo ayudándole a portarla) la
susodicha, angustiada por el sufrimiento del Mesías decide secarle el sudor y
la sangre de la cara, y cogiendo un paño
se lo pasó por el rostro; afirmando después que la cara del Hijo de Dios había
quedado plasmada en la tela.
Es decir, la
Verónica no hubiera pasado a la Historia si no se le hubiera ocurrido llamar la
atención diciendo que en su pañuelo había quedado grabado el rostro del Mesías.
Por tanto no es
disparatado bautizar como “Síndrome de la Verónica” el de aquellas personas o
grupos que quieren centrar la atención sobre sí mismos, venga o no a cuento.
Otros autores, como
Confucio Molina, justifican en política esta conducta, como una ley cuasi
científica (o sea de obligado cumplimiento) similar a la Fotosíntesis, afirmando
que: “Lo mismo que las plantas no pueden vivir sin luz, los políticos no pueden vivir sin salir en la
foto”.
En consecuencia es
verosímil explicar la reciente marcha de Podemos, desde SUMAR al grupo mixto, como un Síndrome de la
Verónica de libro.
Hechos: En España se
pasó de un escenario en que el Mesías era el PSOE y el Cirineo Unidas Podemos,
a uno que nadie esperaba pero que
funcionó muy bien (parando el ppvoxismo), en el cual el Cristo sigue siendo el
PSOE pero ahora el Cirineo es SUMAR.
Es decir actualmente
no aparece Podemos, ni en el nombre (antes era Unidas “Podemos”) ni en primera
fila (ahora hay 15 partidos en la nueva coalición). A lo que hay que añadir que
perdieron su órdago a la grande al no obtener el Ministerio de Igualdad para Irene Montero.
Así las cosas, en
Podemos parece haberse producido una angustia existencial, porque “han perdido visibilidad, y necesitan hacerse
visibles” (palabras textuales). Y por ello presentan un claro Síndrome de la Verónica. Creen que necesitan salir
en la foto.
El problema es que
en política solo tiene razón el que acierta cual es el camino a seguir (cosa que,
grosso modo, solo ratifican los resultados electorales).
Por eso, a ver
cuántas “verónicas” da Podemos para hacer la faena de defender a quienes menos
tienen, porque no les será fácil.
Supongamos una
escala del 0 al 10 donde el 0 es ser muy de derechas, y el 10 ser tan de
izquierdas como Podemos.
En esa escala, el
PSOE estaría en el 5 (partido de centro)
y SUMAR en el 8 (según Podemos). Por
tanto el gobierno de coalición progresista actual hará unas políticas entre el
6 y el 7.
Imaginemos ahora que
PSOE+SUMAR llevan al Congreso una ley que puntuaríamos como un 6 (en esa escala
del 0 al 10) y solo faltan los votos de los 5 representantes de Podemos para
salir.
Entonces Podemos
considera que eso se puede mejorar hasta ser una ley que se podría puntuar como
un 9 (la pera de buena).
Pero como entre los
179 votos de la investidura hay 2 grupos de derechas ¿y si estos no quieran que
la ley pase del 6?.
¿Qué hará Podemos? ¿Votar
con pp y vox frenando una ley de izquierdas nivel 6 porque no se hace la que
ellos dicen de nivel 9?
Eso por no hablar de
que en las elecciones europeas de junio si
Podemos no saca más de 2 eurodiputados la foto de la Verónica saldrá borrosa y
movida, y se acabó el milagro.
Paco Molina. Zamora.
9 de Diciembre del 2023
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