OJO. QUE
HAY ESCRACHES Y
ESCRACHES.
Desmelenada, y
cacerola en mano, la derecha más conservadora y ultra de España se ha lanzado a
hacer escraches ( a ir a la casa de un político a darle la murga por alguna ley
que haya apoyado).
Tal acción, que no
pega en gente de orden y caridad cristiana, la justifican en que no hacen más
que darle a los políticos de izquierdas la misma medicina que estos
justificaron en su día. El escrache como método de denuncia.
Pero hay una gran
diferencia. Hagámosla ver.
Los únicos escraches
que ha llevado a cabo la gente indignada de izquierdas ha sido con motivo de la
Ley de Desahucios que hay en España.
Porque es una ley
desalmada (sin alma) y única en el mundo capitalista. A tal punto que basta con
recordarla para ver su carácter bestia.
Resulta que si la
familia “A” no pudiera seguir pagando su hipoteca (por ejemplo por haber
quedado sus miembros en paro contra su voluntad), se quedará sin la que creían
su casa, se quedará sin el dinero que hasta entonces le haya dado al Banco, y
se quedará debiendo de por vida lo que les falta por pagar de ese hogar perdido
a su querido Banco.
Es decir, arruinados,
ni siquiera pueden empezar de CERO. Han
de empezar sin vivienda y con una deuda injusta sobre sus espaldas, de decenas
de miles de euros.
Todo esto en una
operación en la que el único culpable de que alguien no pueda pagar es el
propio prestamista, el Banco, como les vamos a recordar.
Miren. Si ustedes le
piden 100 € prestados a una entidad financiera, esta se los va a dejar, con dos
condiciones. Una, que les parezca que usted los va a poder devolver, y otra, cobrándoles
un interés que incluye la circunstancia
de que usted no pueda pagar.
Recordemos cómo va
el asunto. Como usted le ha pedido 100 € al Banco, éste a su vez le pide 100 a
otro banco más grande para dejarle a usted los que pidió.
Naturalmente ese segundo Banco, Grande, que le presta al que usted usa como
cliente, le va a cobrar a su banco un interés por ejemplo del X %.
A su vez su Banco quiere ganar en la operación
con usted un interés de, pongamos, el Y
%.
Llegados aquí si su Banco quiere ganar el Y % de interés,
le cobraría a usted, el (X+Y) % . El X % para pagarle al Banco Grande por lo que
le pidió, más el Y % que es lo que quiere ganar a costa de usted.
Hasta aquí sencillo,
¿no?
Pues prepárese
porque sigue la fiesta. Su Banco no le va a cobrar ese interés únicamente. Le
va a cobrar un plus que obtiene de la siguiente manera.
Como es su banco
porque usted no es tonto, ellos son listos. Y como son listos tienen estudios
que les avisan de qué porcentaje de préstamos no suelen recuperar.
Pongamos que ese
tanto por ciento es Z (Es decir Z es el porcentaje de préstamos que la historia
le dice a su banquero que no suele poder recuperar).
Pues bien, llegados
aquí va a resultar que lo que su querido Banco le va a cobrar de intereses por
el préstamo de 100 € que usted solicitó es de X+Y+Z.
Con lo que vemos que
en definitiva, el Banco le cobra a los clientes que sí pueden devolver el
dinero también el dinero de los que no podrán pagar. Traducido al castellano, el Banco nunca
pierde.
Repasemos. Como
vemos hay dos pasos delicados para el
Banco. Uno, ver a quién le dejan el préstamo (o le dan la hipoteca), y el otro
ver cómo recargan los posibles “fallidos” a los que si cumplan.
Por tanto, si alguien por desgracia no puede
acabar de pagar su casa, bastaría, como en el resto del mundo, quedarse sin el
dinero que se dio, y entregar la casa al banco ( devolvérsela) para saldar la
deuda con la banca.
Lo que se llama “dación
en pago” (o sea que dando la casa cancelas la deuda). Que eso es lo que se hace
en el resto del mundo civilizado (y capitalista).
Pero eso en España
no se hace por culpa de unos políticos que trabajaron claramente a favor de las
constructoras y de la Banca (que tienen elementos comunes) y no del pueblo.
¿Qué por qué hemos
metido aquí a las constructoras? Muy sencillo, si yo vendo chuches con que mis
clientes, los niños, tenga 3 euros mi negocio marcha; pero si vendo pisos mis
potenciales clientes no podrán tener para comprar todos los que hago salvo que
yo (disfrazado ahora de banquero) regale el dinero (para lo cual hago la vista
gorda entre quienes podrán pagar o no, avales a parte, e incluso doy con la
hipoteca dinero para los muebles y el coche ¿les suena?) .
Más, como son más
listos que tú, te regalan un dinero envenenado, cuyo veneno es la Ley de
Desahucios Española.
¿Y quién hace las
leyes? Los políticos. Por eso a algunos del PP se les hicieron escraches, para
señalar lo cruel que es esta normativa.
Pero ese tipo de movilización es muy dura porque
puede afectar a los hijos del político que no tienen nada que ver.
Entonces, ¿es que
los que hacían esos escraches no se daban cuenta de su error al mezclar en el
asunto a inocentes?.
Si se daban cuenta,
y lo explicaban así. ¿Acaso los hijos de la pareja desahuciada no son inocentes
o más que los hijos del político vendido al poderoso? ¿Tienen capacidad para
asimilar las cosas los hijos de los desahuciados y no los de quien hace una Ley
única en el mundo por lo abusiva?
Por tanto, no todos
los escraches son iguales. Aquellos contra los desahucios tenían la
justificación social que hemos tratado de explicar.
Mientras que los escraches
de ahora sólo se basan en una especie de odio o
deseos de hacer daño, al
político y su familia, sin ningún sentido.
Y no lo decimos nosotros, lo dice muy bien la
concejala de vox en Galapagar, cuando cuelga videos en la red en los que se la
ve gritando a Pablo Iglesias (de Unidas Podemos)
que se va a tener que ir de su casa y de España (como lo oyen).
Sin que sepamos, en
lo que va de Gobierno, que éste haya hecho ni una sola Ley que haya perjudicado
a nadie.
Resumiendo, un
escrache es algo tan duro contra quien se ejerce que el escrachado tiene que
haber hecho algo tremendamente duro contra el pueblo español, como declarar una
guerra o una ley de desahucios única en el mundo por su crueldad.
Paco
Molina. Zamora. 14 de Junio del 2020 .
Paco de acuero contigo
ResponderEliminargracias compa
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