GUERRA
Y PAZ. RENDICIÓN Y CORDURA. LENIN.
La 1ª Guerra Mundial
comenzó en 1914, con la disputa de riquezas de los potentados de Inglaterra,
Francia y el Imperio Ruso de los Zares, contra los ricachones de Alemania, el
Imperio Austro húngaro y el Otomano (más tarde se añadirían otros actores y de
ahí lo de mundial).
Como en todas las
guerras se le dio a entender a los pueblos de ambos bandos que luchaban por una
causa justa. Tanto es así que por sentido del deber y por miedo a las
represalias, iban a luchar con gran entusiasmo, hasta el punto de que, por
poner un ejemplo, los soldados rusos cantaban: “Adiós patria mía, ya no te volveré ver” (versión oriental del “La muerte no es
el final”).
Pero en 1917, tras 3
años de cabalgar en ese Jinete del Apocalipsis, en Rusia la miseria, la sangre,
el sufrimiento y la muerte hicieron que el descontento del pueblo hiciera caer
la Monarquía (allí llamada Zarismo). Nota: Siendo los nobles quienes pidieron
al Zar la renuncia de la dinastía, para arrojar lastre y no perder todo lo que
tenían.
Esto ocurrió en
Febrero del 1917. Entonces, claro, se celebraron elecciones a la Duma (al
parlamento). Y como suele ser frecuente desde entonces, los socialdemócratas y
los bolcheviques (posteriormente comunistas) ofrecieron programas parecidos.
Siendo tal vez el punto fundamental, en este caso, que le prometieron al pueblo
ruso y demás gentes del imperio, la paz.
El programa de ambos
grupos políticos era más o menos: Paz,
Pan, Tierra y Soviets (Consejos ciudadanos). Ganan los socialdemócratas.
Pero como es su
costumbre empezaron a no cumplir el programa (no lo digo yo, lo dice la
Historia).
En consecuencia al
no cumplir la promesa de paz eso hizo que siguiera la guerra, y con ella todo
el dolor que conllevaba.
Entonces como el
dolor suele convertirse en rabia, sólo 6 meses después el pueblo se enfureció,
y liderado por los bolcheviques derrocaron al régimen heredero del zarismo que pretendía que todo siguiera igual, salvo
milagros.
En consecuencia, desde
la Revolución de Octubre del 2017 pasan a gobernar el imperio ruso los
comunistas con su líder Lenin.
Aunque que claro, la
guerra sigue y se había prometido la paz. ¿Qué hacer para cumplir esa promesa?
Es obvio que en una
guerra si quieres la paz sólo la puedes conseguir: o venciendo o rindiéndote.
Ante eso Lenin (que
para desgracia del movimiento comunista sólo vive hasta 1924) propone en el
consejo de ministros que preside, que “como se prometió la paz hay que rendirse
ya que intentar ganar supone seguir en guerra”.
Se somete el asunto
a votación y Lenin pierde. Es decir el número de bolcheviques del politburó que
dice que NO se puede romper el pacto con los aliados, que la patria es sagrada,
etc. etc. es mayoritario.
Como curiosidad recuérdese que con Lenin vota
Stalin, y que Troski, lleno de optimismo se abstiene, proponiendo negociar la
paz para ganar tiempo y esperar así a que en el resto de Europa se produzcan
revoluciones proletarias como la rusa.
Se celebran otras 3
o 4 votaciones como ésta en distintos momentos, y al final ganan las tesis de
Lenin: “Para que haya paz de una vez, y cuanto
antes, hay que rendirse”.
Como consecuencia de
esa rendición el imperio ruso pierde: La parte de Polonia que era del Imperio, más
Estonia, Lituania, Letonia, Finlandia, Georgia y un gran territorio del Oeste
de Ucrania.
Otro día hablaremos
de estos países para explicarnos su antipatía por Rusia, a pesar de haber sido
parte de su Imperio Zarista.
Pero ahora vamos
rematar con un detalle importante. Los que somos partidarios de las rendiciones
para acabar con las guerras entre ricos de un país contra ricos de otros, no
somos, ni mucho menos cobardes.
Miren cómo siguió la
Historia en la Rusia Bolchevique.
Tras rendirse, y
aunque la guerra al final la ganaron los del bando de Rusia, no solo no se le
devuelven los territorios al anterior Imperio sino que se desata en Rusia una
guerra civil en que 14 potencias extranjeras no solo envían dinero a mansalva,
sino que envían también 14 ejércitos
regulares para acabar con el comunismo, apoyando a las pudientes.
Perdieron porque
nadie se rindió, ya que en las guerras civiles lo que se ventila es la justicia
social, o sea el reparto de la riqueza de arriba abajo, la revolución, o de abajo a arriba, la explotación de los de
abajo por los de arriba de cada día.
Paco
Molina. Zamora. 9 de Mayo del 2022
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