LA CARA DEL QUE SABE Y LA GUERRA DEL QUE MUERE.
El pensador zamorano Agustín García Calvo tiene un escrito tremendo titulado “LA CARA DEL QUE SABE”.
Bueno, en realidad todo lo de AGC es inmejorable.
En éste subraya cómo todos los que nos mandan o que se creen con derecho a que les obedezcamos, entre otros protocolos, para aparentar ser más que los demás, tienen ese gesto serio, sereno y autoritario, que bien se puede llamar “la cara del que sabe”.
Pongamos 3 ejemplos recientes de “caras de quienes saben”.
En el parlamento español se debatía algo sobre la ley del “Solo Si es Si” (ley que no quieren las derechas y las personas conservadoras del PSOE, porque va a meter en la cárcel a miles de individuos más que la anterior) y entonces una Diputada de la Extrema Derecha (que en España es casi toda) puso la cara de quién sabe y con ironía dijo algo así: ”Que ella era muy, muy machista, y que la prueba estaba en que todas las noches le rezaba a una mujer, a esta” (y sacó de debajo el jersey una imagen de la virgen).
Según ella si adoras a la virgen no eres machista porque la virgen es mujer. Y lo dijo con todo el aplomo y el saber del que sabe.
Sin reparar en que es precisamente su confesión un reconocimiento de lo que es el machismo: una cultura ancestral que trastornó la condición animal de la especie humana.
Que Dios (exista o no) decida escoger para madre de su hijo a una mujer cuya cualidad especial es la virginidad, es decir la renuncia absoluta al placer sexual, es el primer mandamiento del machismo y de la violencia de género.
Porque esa es la ley del machismo: Que la mujer de un casado sea pura y por tanto fiel a él. O de lo contrario es mala mujer
Dicho más gráficamente, la cultura machista ha puesto sobre el mundo la siguiente escala: Entre el 0 y el 10, siendo el 0 ser virgen, y el 10 ser una ninfómana redomada, ¿Qué tipo de mujer crees que has de ser? (Ahí queda eso)
Segunda cara del que sabe.
Este es el Sr. Borrel. Un pez gordo de la Unión Europea que hace unos meses nos ha dicho, para justificar la guerra en Ucrania y todas las que vengan, lo siguiente:
“El mundo rico (países de la OTAN, Australia y alguno más) somos un parque urbano, un jardín, y todos los demás son la selva. O detenemos el avance de la selva o ésta nos invadirá”.
Naturalmente una barbaridad así la tuvo que decir con “la cara del que sabe” (y del que cobra) mucho. Téngase en cuenta que encima este señor es socialista según él.
Es decir, si la señora diputada, con la cara de la que sabe, demostró que el machismo la tiene poseída sin ella misma saberlo, el socialista Borrel nos dice que los ricos nos tenemos que defender de los pobres a muerte (con guerras) para mantener nuestro bienestar, haciéndonos ver que está poseído por el capitalismo del sálvese quien pueda por más cara del que sabe que ponga.
Y es que la civilización cristiana empieza por permitir que haya creyentes no practicantes, y desafectos al papa si pide la paz.
Vamos ahora cuando la cara del que sabe es la de Zelenski (por no hablar de la de Putin).
Dicen los que saben que fue en la batalla de Stalingrado, durante la 2ª Guerra Mundial, cuando cambió el curso de ésta.
Añadiendo lo expertos que una vez que los rusos rodean a las fuerzas alemanas del General Von Paulus, que habían estado defendiendo la ciudad, Hitler, el dictador de turno, con una cara del que sabe que no podía mas, le exige a su ejército que resista hasta su último hombre (o sea, que si hay que morir que mueran).
Éste, militar de carrera, prefiere salvar a sus tropas y se rinde.
Pues bien, 80 años después es como si Zelenki (o su asesor de la OTAN) creyera que tenía razón Hitler y que si los alemanas hubieran resistido en Stalingrado hasta la última gota de sangre los nazi hubieran ganado la guerra.
Siendo por eso por lo que, con la cara del que sabe, el presidente ucraniano envía al cerco de Bajhmut a cientos de soldados a resistir hasta que llegue la primavera, y con ella los tanques de a millón de euros cada uno, y con ellos los refuerzos, para así ganar a Putín que también, con la cara del que sabe no propicia unas conversaciones de paz porque cree que va a ganar la guerra según se supone le dicen sus expertos.
Todo mientras las gentes, por obedecer a los que tienen la cara del que sabe, sufren en el campo de batalla, en el campo de la empresa, en el campo del desahució, en el campo de la escasez.
Viva la solidaridad humana y el reparto de las riquezas de arriba a abajo.
Y a la cara de los que saben, ni caso. Históricamente nos llevaron al desastre siempre. No a la guerra. Paz ya.
Paco Molina.Zamora.16 de Marzo del 2023
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