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en 1. MEDICOS CUBANOS SI. EBAU NO
Dicen las crónicas
que en España hacen falta médicos. Y en la vaciada más. Y que en Zamora urgen.
El tener médicos y
sanitarios es imprescindible pues el asunto tiene que ver con nuestra salud, y
por tanto con nuestra vida, y en consecuencia con nuestra muerte.
Ante esto, amén de
planes que tardarían en resolver el problema (como el poner un 1º de medicina
en cada capital de provincia bajando así la nota de corte) como no podemos
esperar, ni debemos esperar, se propone aquí lo que sería una solución de
emergencia.
Se trataría de
contratar brigadas de médicos cubanos. Sabido es que el gobierno de Cuba hace
convenios con otros estados para enviarles médicos porque tienen muchos y muy
buenos.
Tal operación
consiste en un pago, por parte del país que contrata, a Cuba, a parte de los
emolumentos para quienes vayan a ejercer
como sanitarios en el país de destino.
Durante la pandemia
del Covid algunos países ricos ya recurrieron a la contratación de médicos
cubanos, como creo recordar que hizo Italia.
Esta fórmula
permitiría resolver de golpe y plumazo la carencia de estos profesionales
fundamentales para todos. Además, dado que el sistema de salud se resiente de
esta carencia en los veranos y épocas vacacionales, dichas contrataciones
pueden especificarse por temporadas y por territorios.
En el caso de
Zamora, esta fórmula, qué bien le vendría, dado que, a través de la Diputación
tiene unos lazos tan profundos con Cuba y sus paisanos (Operación Añoranza,
casa de Zamora en la Habana, etc.).
Cierto es que
molestaríamos a EEUU, país del que nos consideramos una colonia; pero si en
defensa propia está permitido hasta matar, contratemos médicos cubanos aunque
matemos de disgustos a la OTAN.
Y vayamos ahora a
argumentar CONTRA la EBAU, la PAU, la Selectividad, o como quieran llamarla.
Estas pruebas se
establecen después de 2 cursos de bachillerato creados precisamente para
aquellas personas que desean seguir estudios universitarios y de alto nivel.
Parece que tales
controles se han creado para confirmar que en los institutos (públicos y
privados) no hacen trampas con las notas (regalando algunas a algunos
estudiantes).
Pero lo cierto es
que este filtro solo frena a un 5 % del alumnado como mucho, mientras que al
otro 95% lo que les hace es fastidiarles la nota media (Bachillerato más
Selectividad) que les permitirá escoger carrera o grado. Amén de dejar en manos
de la suerte el resultado final: un sólo examen –la EBAU- se mezcla con 2 cursos completos de estudios (1º y 2º de
bachillerato).
Es decir, se
cuestiona el trabajo de unos profesionales
(los docentes del bachillerato) sin beneficio para el cliente (para el
estudiante).
Por lo tanto suprímase
este tipo de prueba.
Pero ojo, únicamente
para quienes estudien en centros públicos. Y manténgase una prueba de verificación para quienes han llegado
aquí a través de la enseñanza privada (completamente privada o privada
financiada con fondos públicos, o sea concertada).
La razón radica en
evitar que la privada pudiera caer en la tentación de inflar sus notas para
tener más clientes ya que conciben la enseñanza como un negocio (su negocio).
Tendría pues, la
selección de alumnos, en estos casos, como función, el homogeneizar las notas y evitar la picaresca.
Paco
Molina. Zamora. 15 de Julio del 2024
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