RIADAS Y METEOROLOGÍA
En lo que sigue se
van a contar 2 anécdotas que pueden dar un toque caricaturesco de sendas épocas
zamoranas.
La primera tiene que
ver con una crecida importante del rio
Valderaduey entre 1995 y 1999.
Gabriel Guijosa (entrañable
amigo ya fallecido) y yo, acabábamos de ser elegidos concejales del
Ayuntamiento de Zamora por IU. Añadiéndose en mí caso el cargo de diputado
provincial. (Ojo, ello porque no se puede ser lo segundo sin ser lo primero).
Pues bien, con los
nombramientos casi recién estrenados se produce una gran riada del rio o
riachuelo Valderaduey.
Antes de seguir
conviene recordar que este rio actualmente desemboca en el Duero poco antes del
ente ferial IFEZA, es decir rio arriba antes de llegar a la ciudad, pero que
sin embargo, y eso hay que tenerlo en cuenta, el cauce natural del mismo no
daba esa curva en el puente de Villagodio que le lleva a esa confluencia con el
Duero. Antes el Valderaduey seguía en línea recta y paralelo al Duero, pasando
por lo que hoy, y por ello, se llama el Centro Comercial “Valderaduey”, para
continuar por la calle Villalpando, el IES La “Vaguada”, y por esa misma
vaguada, llegar a confluir con el regato de Valorio donde Gaza, y juntos
desembocar en el Duero, rio abajo del barrio de Olivares.
Dicho todo lo
anterior únicamente como curiosidad y alerta, sigamos con la historia.
Decíamos que entre
los años citados hubo una riada importante, que tuvo como protagonista especial
al rio Valderaduey.
Entonces Guijosa y yo
nos sentimos obligados como cargos públicos a cumplir con nuestro deber (ponernos
al servicio de la gente). Para ello decidimos coger el coche y subir rio arriba
para ofrecernos a los distintos alcaldes de esa cuenca por si pudiéramos ser útiles en algo.
Dicho y hecho, así que subiendo en paralelo al cauce del
Valderaduey visitamos 4 o 5 localidades, encontrándonos con la sorpresa de que los
Alcaldes de todas ellas eran del PP y funcionarios de la Diputación.
Naturalmente,
nuestro viaje de retorno, entre risas (tal vez inventamos la risoterapia) fue
un debate teológico sobre si eran Alcaldes del PP por ser funcionarios de la
Diputación, o si eran funcionarios de la Diputación por ser Alcaldes del PP.
¡¡¡Qué tiempos!!!
Vamos ahora con la
anécdota meteorológica, cuyo recuerdo ha rebrotado tras el merecido homenaje,
con placa en la casa donde nació, al zamorano Francisco Morán Samaniego, primer
Catedrático de Física del Aire y pionero de la meteorología en España.
Tan reconocido mérito
me hizo venir a la memoria que mi padre (Francisco Molina Múgica), catedrático
de Física y Química en el IES “Claudio Moyano”, llevó el Observatorio Meteorológico
que estaba instalado en dicho centro. Y ello durante casi 30 años.
Su misión consistía
en, 2 o 3 veces al día, subir a dicho observatorio, tomar nota de una serie de
datos (temperatura del momento, y máxima y mínima, humedad relativa, horas
solares, etc). Esos datos los traducía a un sistema numérico similar a éste :
4 0 9 3
5 1 4 5
6 7 1 2
y así unas 10 filas.
Para acto seguido hacer una llamada telefónica
a donde sólo él sabía.
Al principio en casa
no había teléfono, por lo que solía ir a la Telefónica (calle de Benavente), y pasando
el tiempo, a medida que los bares incorporaban dicho artilugio, a veces lo hacía
desde alguno de ellos (hablamos de las décadas 40, 50 y 60 del siglo XX).
Pues bien, se ve que
alguien le oyó y muy desconfiado alertó del asunto, por lo que la policía fue a
investigar al instituto sobre “este señor que hacia llamadas cifradas”,
encontrándose con la sorpresa de que llamaba al Ejército, y que era una persona
de orden. ¡¡¡Qué épocas y qué cosas!!
Paco
Molina. Zamora 25 de Noviembre del 2024
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