PANDEMIA.
TRATAMIENTO. Y NINGÚN INVENTO (o desmontado a las derechas).
Desde que empezó la
pandemia del covid 19 (o sea una epidemia que abarca a todo el planeta) el número
de contagiados y de muertos no ha dejado de aumentar.
Por lo tanto podemos
decir que no hay segunda ola, ya que en ningún momento se produjo un retroceso
en su expansión mundial.
Esto es importante
tenerlo en cuenta para entender que la humanidad y cada uno de nosotros por tanto,
está ante un problema de vida o muerte.
Contra esta pandemia
únicamente hay una medicina o tratamiento global, que es el confinamiento (o
sea, el mayor aislamiento posible de cada persona para evitar contagiarse y
contagiar).
Ocurre que además a
los contagiados hay que intentar salvarles la vida, por lo que se les lleva a
hospitales donde se les dan cuidados a voleo (porque no hay tratamiento) a ver
cual les sienta bien, teniendo muchos que acabar en las UCIs (unidades de cuidados intensivos).
Esto puede originar
un colapso en los hospitales que evite seguir cuidando a enfermos de covid y,
ojo, que impida también tratar a todos los demás enfermos de todas las demás
enfermedades que existen y que son muchas.
En consecuencia,
como el confinamiento es el único tratamiento, en cuanto aparece lo que hemos venido
a definir como una ola, hay que confinar, es decir restringir la movilidad de
las personas.
Esas restricciones afectan por fuerza a la economía de todo el país
empezando por la de diversos sectores.
Por lo tanto, nadie debe
considerarse criminalizado por ser obligado a cerrar su negocio, es que no hay
otra solución.
Para que se entienda
mejor, usemos el método deductivo conocido como de “reducción al absurdo” (que
consiste en darle la razón a quien te lleva la contraría para ver que se
desemboca en un absurdo o disparate).
Aceptemos pues que
entre economía y salud hubiera que apostar únicamente por la economía (el término
medio no existe porque como decimos la pandemia no deja de crecer en el mundo
entero).
Entonces el número de
muertos, de enfermos, de contagios, de bloqueos hospitalarios, y muertes por
otras dolencias, etc, sería tan terrorífico que nadie saldría a la calle o a las
juergas o a la vida normal, por pánico.
Por lo tanto es responsabilidad
de cualquier Gobierno, en cualquier país, aplicar contra la pandemia la única
medicina descubierta, el confinamiento.
Y es por ello por lo
que aquí en España, vía autonomías, estamos viviendo ahora lo que podríamos llamar
un “confinamiento inducido” (si en Marzo no podías salir de casa por ley, ahora
no te compensa porque todo está cerrado).
Quien no haya entendido
lo anterior es que está anteponiendo sus egoísmos monetarios o políticos al interés
colectivo.
Y llegamos así a la
conducta de la derecha, que empeñada en derribar gobiernos o mantener negocios
(que si caen tendrán que ser rescatados con ayudas económicas y por tanto con
reparto de la riqueza) se empeñan en no confinar o confinar la puntita nada más .
Consecuencia de ello
ha sido que, por un milagro (o por que sea mentira o porque se les obligó a un
confinamiento inducido 15 días antes) el caso es que Madrid en estos días tienen
menos expansión porcentual de la enfermedad que otras regiones.
Y a eso se agarra la
derecha carpetovetónica de España (por autonomías no son nada frívolos por la
cuente que les tiene) para decir que quien sabe gestionar la pandemia es el PP
de Díaz Ayuso (alias Isabel la Caótica) como demuestran los números.
Repasemos el disparate.
Volvamos a usar la reducción al absurdo para ver que ese razonamiento (que Ayuso
sí que sabe) lo es.
Recordemos que la
única medicina contra la pandemia es el confinamiento. Recordemos también que
lo que propone, y hace, la Señora en cuestión es confinar lo menos posible. Pero
si confinar lo menos posible es la
solución, la gran solución sería no confinar nada. Un absurdo dentro de un
disparate.
Alegrémonos de que
en Madrid se contagien y mueran menos españoles que en el resto de España, pero
no pensemos ni por un momento que eso ocurre porque confinando únicamente por áreas
de salud específicas el resultado sanitario es mejor que confinando todo, dado
que confinando todo también se confina por áreas.
En conclusión.
Confinamientos, inducidos o no, hasta la vacuna, y reparto de la riqueza de
arriba a abajo, subiendo impuestos para
ayudar a quienes sufran la quiebra de sus negocios o pierdan sus trabajos.
Lo que a grandes rasgos está haciendo el gobierno de
España aunque con timidez (la subida de impuestos sólo a quienes ganan más de
200.000 euros al año puede quedarse corta para ayudar a todos los que lo necesiten).
Pero ánimo que ya está
a la vuelta de la esquina la vacuna que vendrá con salud y abrazos,
LA VACUNA DE LOS BESOS.
Paco
Molina. Zamora. 9 de Noviembre del 2020.
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