jueves, 29 de julio de 2021

HISTORIA DE UN IMPARABLE AMOR : LA REVOLUCIÓN. La Mantis Religiosa y el Amante Ateo



HISTORIA  DE  UN  IMPARABLE  AMOR : LA  REVOLUCIÓN.

 La Mantis Religiosa y el Amante Ateo

Nacieron ambos en el año 1921. Tienen pues, cuando se escribe este relato para que no pasen al olvido, 100 años cada uno.

Las fechas de sus nacimientos vinieron a coincidir por ahí, por ahí, con la fundación del Partido Comunista de España, es más, como todo el mundo,  fueron engendrados (eso del espermatozoide y el óvulo) unos meses antes; algo similar a lo que ocurrió con el PCE, pues sabido es que éste surgió del constituido el año anterior con el nombre de Partido Comunista Español.

Estos pormenores se citan por si pudieran explicar el resto de la historia de estas 2 personas, por más que el materialismo dialéctico lo prohíba, e incluso nuestros protagonistas, de saberlo, lo repudien: ya que, según ellos y la ciencia, todo lo que pasa en el universo ocurre de carambola, como bien asevera la realidad.

Nuestros 2 camaradas viven ahora en una Residencia de Mayores. Resulta que la pandemia de la Covid 19 causó tal número de fallecimientos en estos establecimientos que la lista de espera avanzó deprisa, y tanto ella como él han encontrado por fin plaza en uno de carácter público.

Lo sorprendente del caso no está sólo en que cada uno tenga  ahora 100 años, sino más bien en que sus vidas fueron paralelas; aunque quizás por eso y por definición de lo que son las líneas paralelas, nunca llegaron a encontrarse. Hasta ahora, claro está, que están encontrándose, como nos decían en la escuela, en el infinito; en el infinito de la ternura.

Una pirueta del destino quiso que una trabajadora de la residencia, a la que cayeron simpáticos, descubriera entre sus escasas pertenecías algunos objetos significativos.

Entre los de ella un pañuelo rojo, con una hoz y un martillo en amarillo, y las iniciales: PCE. Entre los de él, un llavero con los mismos símbolos y colores.

Tal casual hallazgo se unió a otra carambola. Para esa fecha ya se habían ligado entre sí (bien entendido este concepto más en términos marineros que de discoteca).

Lo cual tiene más merito aún porque no se conocían de nada, hasta el punto de que él no tenía ni idea de que ella había sido una heroína apodada con el sobrenombre de “La Mantis Religiosa”; ni ella sabía que a él le llamaron en sus tiempos “El Amante Ateo”.

La razón de estos estrambóticos nombres estaba fundamentada, según la leyenda, en su pasado de carácter aventurero y revolucionario.

Habiendo tenido nuestra protagonista que huir de España al final de la Guerra Civil por ser su familia republicano/comunista y ella también; lo hizo sola, y después, en la Europa ocupada por los nazis, pasó a formar parte de la primera guerrilla que encontró. 

Ese ímpetu, “ímpetu comunista” decía su madre, le venía posiblemente de que sus padres, como buenos fanáticos de la solidaridad, y con corazón hermoso, ya al nacer la afiliaron al Partido Comunista de España, comentando, entre besos y sonrisas que eran más bien risas de felicidad: “Es que si no se siembra no hay cosecha”.

Veinteañera y atractiva, le pidieron que sirviera de señuelo para pescar nazis, fascistas o traidores (esos tipos que venden a su patria para hacer negocios). Ella debería engatusarlos, llevarlos al lugar adecuado, en casos un lecho, y después alguien se encargaría de que desaparecieran. De esa tarea le devino el sobrenombre de Mantis Religiosa, ese insecto en que alguna hembra, tras aparearse, devora al macho.

El alias de él, El Amante Ateo, fue consecuencia de su divertida de demostración de que no había Dios a partir de una botella de Anís del Mono. “Os voy a demostrar que no hay Dios con una botella de anís, y sin necesidad de que os la bebáis - decía zumbón- ¿Veis la etiqueta?  En ella hay un mono con una botella de anís del mono, que a su vez tiene una etiqueta con un mono que sostiene una botella de anís del mono, etc. etc. ¿Puede llegar esa sucesión de etiquetas hasta el infinito? -preguntaba con más guasa aún y una sonrisa pícara- No ¿verdad? Pues por eso no hay Dios, porque si pensamos que alguien inteligente está obligado a discurrir que alguien más inteligente que él lo tuvo que crear, por lo mismo y a su vez, ese ser más inteligente y presunto “Dios sub 1”, debería deducir que alguien aún más inteligente que él lo tuvo que crear, siendo éste “Dios sub 2”. etc. etc. Dándose el caso de que ese ente tan sumamente inteligente estaría al final de una serie infinita, y sabido es que una serie infinita lo es, precisamente, porque no tiene final, porque no hay nada al final. Y como no hay nada al final, no hay Dios”.

Por lo demás su trabajo político se desarrolló fundamentalmente durante la dictadura, haciendo de informador y contra inteligencia en ambientes de postín y alto nivel.

Pero nuestros simpáticos y agradables personajes, recordad que con 100 años cada uno, no recordaban ya los detalles de su pasado. Aunque sí, sorprendentemente, tenían aún lúcida la mente en todo lo concerniente a su pasión revolucionaria.

Por eso….cuando se le propuso a la Residencia y a sus familiares que compartieran habitación por razones múltiples, consultados ambos, sin pestañear y con una mirada cómplice e inmensa alegría, dijeron sí con su guasa habitual: “Agrupémonos todos….….”.

Enfrascados en lo que fue una vida de lucha política y social, parecía ser eso lo único que recordaban  o lo único que les mantenía con vida; explicando ellos mismos, cuando se les alababa su buen humor, que no hay mayor placer, a parte de los prohibidos, que haber batallado sin tregua y sin descanso a favor los Parias del Tierra y de la Humanidad en su conjunto.

Esa expresión, “no hay mayor placer, aparte de los prohibidos, que la lucha por la clase obrera”, es, tal cual, de ellos, y sabían lo que decían, pues aún ahora, sumamente viejiños y convertidos en sendos sacos de huesos, de vez en vez, bueno todos los días, decían, se decían, cuando acababa la sobremesa de la cena: “Ven, vamos a (com)penetrarnos”, para acabar explicando que no hay nada más penetrante que el cariño absoluto.

Y con la felicidad de quienes han luchado toda la vida, ella le decía, coqueta: “Ven, que te mato de amor”. Respondiendo el eco de su hombre: “El amante ateo devorado por la mantis religiosa; y luego dicen que no existe la divina providencia”

Debido a la política de protección de datos no se pueden proporcionar ni los nombres, ni la dirección actual de estos camaradas. Sin embargo….

Siguen trabajando para la revolución y ahora, tras comentar felices…. “¿Recuerdas que nos dijeron que si se es comunista hay que serlo en cualquier momento o lugar, predicando nuestros ideales o combatiendo por ellos? Pues vamos a hacer un test que mida cuánto de marxista tiene la gente dentro”.

Y a ello se pusieron, a hacer un test sencillo que lo pudiera entender cualquiera. Y así salió el borrador:

En él hay 10 principios o teoremas (todos enunciados por Carlos Marx); de manera tal que si estás de acuerdo con los 10 eres un comunista de 10, si con 9 de 9, si con……

Juguemos con él para hacer ver a todo el mundo que es más comunista de lo que se cree. Porque si se usa la cabeza no se puede ser otra cosa que marxista. Compruébenlo:

1º. – No existe ninguna verdad absoluta.

Éste principio lo ratifica hoy en día la Física, cuando afirma que todo lo que ocurrió y ocurre en el Universo es por casualidad.

Ahora bien, si nada es absoluto es que entonces todo es relativo, por lo que en consecuencia todo puede ser sometido a discusión.

De ahí surge el “PRINCIPIO DE DEMOCRACIA”. Pues si todo es relativo, entonces la democracia se convierte en una necesidad, dado que al no existir garantía sobre lo que es bueno y lo que es malo, sólo la mayoría debe decidir el camino a seguir.

También de ahí nace el  “PRINCIPIO DE TOLERANCIA”. Que hunde sus raíces en la no existencia de absolutos, en la no existencia de verdades inamovibles, en definitiva, en la no existencia de nada que justifique la intolerancia.

2º.- Todo lo material, y lo que entendemos por espiritual, está en movimiento y por tanto en continuo cambio.

Lo que debe recordarnos que ¡todo puede ser mejorable! Nada quedará quieto en una foto fija, ni petrificado en una presunta perfección. Por lo que el derecho a la crítica, por parte de aquellos que quieren cambios para introducir mejoras, debe respetarse.

Ese cambio continuo de todo lo existente desemboca en el “PRINCIPIO DE OPTIMISMO”. Pues sabido es que el cauce de un rio es más fácil de modificar que el lecho de un lago, precisamente porque el agua del rio está en movimiento y la del lago estancada.

3º.- Las ideas no son más que lo material traducido y traspuesto a la cabeza del hombre.

Este es el concepto que más cuesta entender. Pero veamos. Todos pensamos que lo que se puede tocar es lo que llamamos “materia”, y que lo demás, por ejemplo, lo que tenemos en la cabeza, en el pensamiento, que eso no es materia, que es “espíritu”.

Pero no es así en absoluto. Supongamos una habitación a oscuras. No se ve nada. Imaginemos ahora que se da la luz. Entonces no sólo vemos todos los objetos que allí están, sino que también los vemos con distintos colores. Eso ocurre gracias a la luz, algo que no se ve. Pero la luz no es algo espiritual, la luz es energía, y gracias a la conocida fórmula E=mc2 (donde “c2” es una cantidad constante = a la velocidad de la luz elevada al cuadrado) hoy se sabe que la energía (E) y la masa (m)  están unidas por un “igual”, o sea, que son la misma cosa, que todo es material; siendo el remate final de ésta demostración que cuando alguien muere sus pensamientos desaparecen, lo mismo que cuando se estropea un ordenador toda su capacidad de hacer cosas, se esfuma.  

4º.-  El modo de producción de bienes va a condicionar el proceso de la vida social, política y espiritual.

Veámoslo. El ser humano, como cualquier otro animal, para atender su instinto básico de supervivencia siempre tuvo que realizar tareas (cazando, construyendo refugios, buscando agua… ). Pero al principio, cuando vivía en la tribu comunista, todo lo que se producía era de todos, del común. Deberes y derechos eran pues los mismos para todos (siendo eso, precisamente, lo que les permitía ser, a todas y todos, totalmente libres).

La tribu comunista, la tribu primitiva, es la estructura social que eligieron para vivir nuestros antepasados en cuanto empezaron a ser sapiens (homo sapiens), en cuanto empezaron a tener una inteligencia superior a la de otros animales, ya que gracias a esa capacidad para discurrir más y mejor, eligieron vivir en común y compartir en común todo lo que tenían, por la sencilla razón de que eso les resultaba más ventajoso para  satisfacer sus 2 instintos básicos, el de querer sobrevivir y el de querer sentir placer.

Pero en el momento en que se aceptó la existencia de la propiedad privada de un medio de producción, el producto que salió de dicho medio pasó a ser del dueño de ese taller, de esa fábrica, de ese medio de producción; ocurrió que lo producido, lo creado, pasó a ser del propietario del taller. Algo trascendente pues desde entonces los bienes salidos de los medios privados de producción ya no son de la tribu, son de unos particulares.

Según fundadas teorías, el primer medio de producción que pasó a manos privadas fue la mujer, a partir del momento en que los machos la consideraron medio de producción (o sea, un objeto), siendo el bien que (re)producían las mujeres los bebés que parían.

El fenómeno consistente en que algunos van a apropiarse de lo que produce la fábrica de su propiedad, va a hacer que ciertos elementos de la tribu, de la sociedad, sean más poderosos  que  otros, por lo que a partir de ahí utilizarán su poder y su fuerza para crear normas, leyes y religiones que les favorezcan. Nacieron así las desigualdades.

5º.- La historia de las sociedades es la historia de la lucha de clases.

Al saltar la tribu comunista por lo aires, y haber en cada sociedad unos ciudadanos, los potentados, que van a vivir mejor que otros, como esto se impone por la fuerza, la convivencia desemboca en un equilibrio inestable, pues lógicamente y cada cierto tiempo, los de abajo estallan, se rebelan y quieren que la tarta de la riqueza se reparta de arriba abajo, porque intuyen que, injustamente, se está repartiendo de abajo a arriba.

Surgen así revueltas y revoluciones, generadas por la lucha, consciente o no, de clases.

6º.- La “fuerza de trabajo” del hombre y la mujer es una mercancía, algo que se compra por parte del empresario y se vende por el trabajador. Siendo el “valor de uso” de esta mercancía el hecho de que lo que hace el trabajador produce riqueza.

Todo aquél que trabaja para otro le vende su fuerza de trabajo, y el que compra dicha fuerza, dicha capacidad de transformar las cosas, lo hace porque esa capacidad le produce valor. ¡Lo que crea riqueza es el trabajo de las mujeres y de los hombres!

Es decir, desde que los medios/fábricas de producción son privados, la razón por la que el empresario “compra” (contrata) la fuerza de trabajo del obrero es porque la usa para que cree una riqueza que será para él; una riqueza que el patrón sólo no podría generar.

Si fuera el empresario quien crea riqueza la humanidad no hubiera progresado, por la sencilla razón de que hubo épocas y pueblos donde no había empresarios, y aún así, sin embargo, sí prosperó la comunidad en lo material, porque  lo que siempre existió sobre la Tierra fueron hombres y mujeres trabajando para sobrevivir.

7º.- La plusvalía es la parte del valor creado por el trabajador que no se le paga a éste. 

Es elemental que si el patrón le pagara al obrero absolutamente todo lo que éste le da a él con su trabajo, pues no le compensaría al empresario el contratarlo. Por eso, si la mercancía (fuerza de trabajo) que el trabajador le da al patrón vale, por ejemplo, X, el empresario lógicamente le pagará X-P. Siendo esa cantidad que no le paga (P),  lo que se llama Plusvalía (riqueza que crea el obrero y sin embargo se queda el patrón)

8º.- El capital, generado por el trabajo del obrero, acaba oprimiendo al trabajador, arruinando al pequeño patrono y creando un ejército de parados.

Esto es evidente repasando la Historia, la de la humanidad y la de cada pueblo. Pero se ve aún mejor mirando al futuro. Ya está aquí, a la vuelta de la esquina, la generación de los robots (maquinas que harán casi todo por nosotros: proporcionarnos comida, construir edificios, curarnos, enseñarnos, transportarnos, etc.).

Ahora bien, la clave está en saber de quiénes van a ser los robots. ¿Serán de la sociedad, trabajaran ellos para que nosotros vivamos dignamente, sin apenas currar, mientras esas máquinas crean bienes para todos? ¿O serán de unos particulares que tendrán que endurecer las leyes del Estado para reprimir las protestas, para frenar a los millones de parados y pobres, a la multitud de Parias de la Tierra que generarán entonces los robots?

 9º.- Todas las cosas y cuestiones, todo en todo, está relacionado.

Lo psíquico y lo material son un continuo; el cuerpo y el alma la misma cosa; lo sindical y lo político no tienen frontera natural que los separe; la vida personal y la pública podrán ser más o menos esquizofrénicas, pero una repercute en la otra y al revés; la injusticia social y la inseguridad ciudadana son magnitudes directamente proporcionales porque vibran al unísono; nuestro lugar social y nuestra forma de actuar se sugestionan una a la otra, etc. etc.

Precisamente por eso de que todo está relacionado con todo, se explica la conciencia social ya que cada persona es un ser social dado que “es lo que es” en relación a los demás, sin poder por otro lado vivir aislado. Siendo esto tan evidente que hace entender el fenómeno por el cual, por poner un ejemplo, vemos que según el país en el que se nace las probabilidades de creer en una u otra religión son diferentes.

“Todo en todo está relacionado”, así que también habrá que recordar que pasando de política no se puede evitar estar en política, siendo la única diferencia, entonces, que quien pasa de política se encontrará en desventaja ya que no se le tendrá en cuenta.

10.- UNIDAD. Este importante principio universal de la lucha de clases lo razona Marx de forma irrefutable.

Marx, el autor junto con Engels del Manifiesto Comunista, dice que los empresarios tienen derecho a ganar más. Y dice también que los obreros tienen derecho a ganar más.

Pero nos recuerda que ambos derechos son contrapuestos (si los obreros ganan más el patrón ganará menos, y al revés). Para preguntar entonces Marx en nuestro nombre:

¿Qué ocurre cuando se encuentran frente a frente dos derechos legítimos pero que se dan de bofetadas? Sencillo, responde: ¡QUE SE IMPONE EL MÁS FUERTE!

En consecuencia, para el trabajador  -quien vende su fuerza de trabajo a otro- sólo hay una forma de hacer que su derecho a ganar más prevalezca sobre el del empresario a hacerse más rico, ¡asociándose con otros trabajadores!

Y de ahí el grito que nunca nadie debe olvidar si quiere mejorar las condiciones de vida de su gente, de sí mismo, y de su clase, ..…..

¡¡¡Proletarios del mundo uníos!!!

Paco Molina de Zamora. Julio del 2021

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