jueves, 9 de mayo de 2024

¡¡¡AY!! EL SEXO

 


                                   AY!!!!       EL SEXO.

Hace días fue noticia que en una Facultad de Derecho (de donde salen gentes de leyes) con motivo de la próxima celebración de las graduaciones fin de carrera, el decanato, dirigiéndose a una delegación del alumnado a través de una profesora, advirtió a las representantes de las alumnas: “que cuidaran su indumentaria pues se había llegado a un punto, en estas fiestas, en que los profesores (machos) no sabían dónde mirar, por culpa de los escotes y “la raja de tu falda”.

Y esto ocurrió en Málaga, rodeada de Costa del Sol por todas partes menos por una llamada topless (uso del bikini sin la pieza superior). Es decir, que al menos en Málaga deberían de estar curados de espanto o al menos saber que ante tal “agresión” a los doctos académicos siempre queda el recurso de mirar a los ojos.

Esta anécdota descabellada nos recuerda que la Humanidad, aún hoy, tiene un gran conflicto con el asunto del sexo y sus derivados (tan placenteros).

Y esto porque los  Poderosos, desde siempre, usando como punto de apoyo las religiones machistas (o sea todas) nos quieren salvar el alma a cambio de que condenemos el cuerpo.

Repásense los distintos discursos. En pleno nacionalcatolicismo (dictadura de Franco), cuando en los centros de enseñanza se suspendían las  clases en la semana anterior a la Semana Santa, se utilizaban esos 6  días para dar unos Ejercicios Espirituales de tomo y lomo. Que en el caso de los chicos se resumían en que cada vez que te masturbabas le volvías a clavar los clavos a Cristo (de lo que le contaban a las chicas no sé nada, pero me temo que le clavarían puñales en el corazón a la Virgen).

Después, por eso de la evolución (eran 7 años de instituto) se pasó a decirle a los fieles que el “amor propio” estaba mal pero sólo porque “te estaban probando”. Más bien (com)probando si eras como Dios (la Iglesia) manda: temeroso del infierno o no. Todo para acabar en el curso preuniversitario con la comedura de coco de que: “el no masturbarse era bueno porque el masturbarse era malo” (ya que te quedabas ciego).

Lo que en mi caso encima coincidió con que empecé a usar gafas (Pero no he venido a hablar de mí, sino de ti, en la medida en que te sientas identificado con la represión sexual. Así que sigamos).

Afortunadamente lo de la masturbación parece estar superado (al estar  el dilema tan a mano) y ello a pesar del: “eso no se toca, caca”, que se les dice a niñas y niños en cuanto curiosean.

La Cruzada actual pretende (ay!! las Cruzadas) acabar con la prostitución por un lado (ya que la falta de dinero fuerza a vender el cuerpo para obtenerlo) y con el cine porno por otro (porque presenta una sexualidad distorsionada que extravía a los adolescentes).

La primera tarea es de órdago. De hecho llevamos siglos en esos afanes. Y ello cuando bastaría con repartir la riqueza de arriba abajo, y entonces todo el mundo tendría dinero para vivir, y ya nadie tendría que vender su cuerpo. Pero claro eso va contra la esencia de la prohibición de los placeres sexuales, que busca distraernos de la lucha de clases. (O sea, del cómo repartir la riqueza: si de arriba abajo o de abajo a arriba).

Pero bueno, que tengan suerte los abolicionistas y que el sexo vuelva a ser gratis como en los albores de la Humanidad.

Y vamos a ver (con perdón) lo del cine porno. Lo de que éste tipo de arte (el cine es un arte según nos dicen) distorsiona la realidad, que es el argumento base para acabar con él, es una perogrullada pues todo arte si no distorsiona no es  arte.

O ¿acaso las películas de hazañas bélicas nos presentan las guerras tal y como son?. O por el contrario, como en el porno, todo es falso y nos cuentan las batallas como si la muerte no fuera el final?. O ¿es que se va a permitir el cine porno si refleja el sexo tal cual es (o sea, como el tuyo)?.

Paco Molina. Zamora 6 de Mayo  del 2024

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