CARNE
DE GARZÓN.
La expresión “carne
de cañón” se ha usado históricamente para criticar el uso que los ricos de cada
país hacían de sus súbditos para luchar contra los ricos de otro país y
quitarles las riquezas.
En esas luchas,
vulgo guerras, los mandatarios, los poderosos, los que mandaban en el país “A”
enviaban al combate a su pueblo contra el país “B”, creyendo que iban a ganar,
pero importándoles un pepino el perder, porque quienes morían, ganaran o perdieran,
eran las gentes sencillas, los trabajadores de A y B, mientras que ellos, los
que se envolvían en la palabra patria para esconder sus intereses, nunca
perdían.
En la Primera Guerra
Mundial los soldados, que lo eran en su mayoría a la fuerza, morían a toneladas.
Eran “carne de cañón”.
Esa matanza de la
civilización capitalista (luchaban capitalistas contra capitalistas siendo la “carne
de cañón” la soldadesca salida del pueblo) “mejoró” mucho en la segunda guerra mundial
(también de capitalistas contra capitalistas pues en principio: Hitler quería
ampliar su espacio vital para tener una Gran Patria).
Esa mejoría consistió
en que ahora la “carne de cañón” no solo estaba en el frente, sino que también afectó
a la población en general (lo que llamamos población civil o gente inocente
como si los soldados fueran culpables de algo).
Pero da igual, la
carne de cañón le es necesaria al Poder (a la oligarquía) para multiplicar sus ingresos
y eso es sagrado (por la patria ,eso sí).
En paralelismo con
esa nomenclatura, últimamente se utiliza el término “carne de paro” para
referirse a esos millones de parados que siempre debe haber (según el señor capitalista,
aunque no lo diga en público) para que el precio que cobra el trabajador por
trabajar esté barato.
Es decir el sistema
necesita, para que los ricos puedan aumentar su riqueza, carne de cañón, carne
de paro, y alguna otra carne según momentos.
Y en estos momentos
en España necesitan “carne de Garzón”.
A Alberto Garzón hay
orden de pulverizarlo porque se le atribuye en exclusiva la decisión
mayoritaria de los afilados de Izquierda Unida de unirse en torno a un programa
de Gobierno con Podemos y otras fuerzas,
así como el ser uno de los responsables de la creación de Unidas Podemos como
organización estable al “estilo católico” (con franciscanos, jesuitas,
carmelitas descalzas, etc, es decir con distintas órdenes dentro pero un solo
dios verdadero, el programa).
En consecuencia,
para el Poder, lo ocurrido en España (lo ocurrido es que hay un Gobierno Social
Solidario estable y progresista) y lo que temen que ocurra (la aparición de un Frente
Amplio Transversal en torno a la figura de Yolanda Díaz) es algo que les preocupa
porque a lo mejor les suben un poquito los
impuestos a los ricos y además al subir el salario mínimo, la tasa de enriquecimiento
del rico crece un pelín más despacio. Amén de que la bajada del paro, batiendo
records, amortigua los efectos de la carne de parado.
Por eso han decidido
cargarse a Alberto Garzón (incluido el PSOE que perdería votos y bicocas si sube
el Frente Amplio en unas próxima selecciones).
Pero es que además Alberto Garzón ha metido mano en
las apuestas (en los juegos de azar, cuyo único azar es saber cuándo vas a
perder tú como ciudadano ese día y cuanto ganará La Banca esa noche)
Y eso es mucha
valentía. Fíjense el emporio de este tipo de empresas (las de las apuestas y
casinillos de barrio) que financiaban con su publicidad grandes equipos de fútbol.
Un pastón. Por no hablar de lo fácil que es blanquear dinero en esos mundos.
En consecuencia hay
que hacer picadillo a Garzón, el de IU, y lo utilizan como “carne de Garzón”.
He aquí la demostración.
El 26 de Diciembre sale una entrevista al Ministro de Consumo de España en un periódico
inglés que posiblemente sólo lean los de la City (los del mundo de las finanzas).
Este dice que la carne de animales criados en los campos (ganadería extensiva)
es mejor que la que se produce en las macro granjas (ganadería intensiva) pero
que este tipo de ganadería, la mala, está creciendo y hundiendo a la
tradicional y buena. Algo obvio.
La entrevista pasa
sin pena ni gloria, pero algún personaje del mundo de las macro granjas y de la
oligarquía, aprovecha el titular y 10 días después se inventa el bulo de que
nada menos que el Ministro de España ha dicho que la carne española es mala.
A partir de ahí,
Garzón, Izquierda Unida, Unidas Podemos y por extensión, Pedro Sánchez, se
convierten en “carne de Garzón”, importándoles a los magnates de las macro granjas
y la oligarquía, un pepino España y la Patria, pues han magnificado el bulo y distorsionado
tanto el debate que posiblemente en el mundo entero se esté ahora especulando
con una verdad: la carne de corral es mejor que la otra, y la de producción dañina
está creciendo sin parar arruinando al campesino y ganadero tradicional.
Pero ya se sabe, a los
poderosos, la patria, la unión de comunes para subsistir y vivir mejor, les trae
sin cuidado, como en las guerras, y la carne de cañón es la carne de cañón y la
carne de político lo mismo. Todo les da igual con tal de engordar su bolsillo
por otro lado tan relleno. La gente les trae sin cuidado.
Paco
Molina. Zamora. 10 de Enero del 2022.
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