domingo, 4 de mayo de 2025

CARTA A LOS GREMIOS

 


CARTA A LOS GREMIOS

Tras varios años leyendo e incluso casi estudiando "Escuela Española", he observado lo siguiente:

Tanto los y las que escriben, bien sea con disfraz de profesores, sindicalistas o expertos, son personas de gran valía y portadores de profundos y altos conocimientos sobre el tema docente e incluso el discente (pedagogía, especializaciones, condiciones de trabajo, y un largo etcétera, sin olvidar los currícula) que no puede ser si no un orgullo para ellos y ellas y quienes disfrutamos aprendiendo de lo que dicen y tan bien escriben.

Dicho esto deseo aportar mi granito de arena. Cierto que es apenas un granito) pues es poca cosa y cierto que es de arena porque puede permitir construir la humilde casa que nos proteja a todos/as.

¿Por qué propongo algo que nos PROTEJA Y DE QUE PROTEGERSE? AQUÍ ESTA EL GRANITO. Resulta que todas esas personas que colaboran con su espontaneidad y saber en ESTE "diario escolar" esbozan un factor común. Factor común que como muchos de los que escriben son primos entre si (metáfora matemática que indica que cada uno son de su 'padre y de su madre y no un insulto) resulta que no puede ser otro factor que el número uno. Numero uno que ¡oh magia! nos indica que eso que se repite es  el "enemigo público número uno" de nuestro rnundillo, el de la enseñanza.

 En efecto, se está hablando de la pérdida de respeto social del docente o en términos más rimbombantes de la desdignificación del profesorado.

Esa desdignificación o pérdida de dignidad no puede querer decir otra cosa que la que se dice cuando se habla de prestigio (en este caso,  perdido o perdiéndose) y cuando se habla de sueldo digno. Por otra parte prestigio y "sueldo digno" son conceptos coincidentes en la sociedad que nos cobija, puesto que el prestigio se mide en dinero (no hace falta insistir para no aburrir al personal, pero para los más escépticos recordemos el caso de los futbolistas, el que más cobra es el mejor y si no, es que no está  en forma aún).Y que sueldo digno significa "pasta gansa" es aun más fácil de asimilarla a poco sincero que se sea con uno mismo. Aunque se puede volver a recurrir al ejemplo, caso de altos cargos de aquí y de allá.

O SEA que queremos ganar más, así de sencillo.

Y ahora aparece aquí la arena del "granito de arena" para construir la casa que nos protege de esta cuestión que es nuestro problema número uno. ¿De dónde sacar el dinero si ningún gobierno nos lo da? Sencillo, de donde lo saca todo el mundo, de la publicidad

LAS BATAS

Sí, se trata de, como todo hijo de vecino, utilizar la publicidad para generar unos ingresos que nos dignifiquen el sueldo y en consecuencia nos dignifiquen a nosotros.

Somos profesionales semi-públicos (sometidos a juicios semipúblicos) y por tanto tenemos una proyección hacia el exterior que puede interesarle a los vendedores de productos. Y encima, nunca mejor dicho, tenemos unas batas (no todos pero en cuanto se empiece, habrá quien tenga más de una) que permiten poner publicidad en ellas, y además de carácter cuasi estático (una hora delante del mismo grupo de alumnos,  al menos). Por tanto, desde editoriales hasta academias pasando por zapatillas deportivas y un sin fin de productos y ofertas, pueden querer recurrir a nosotros.

La seriedad de la propuesta impide jugar a hacer chistes sobre cómo podrían ser esos anuncios, pero la tentación es innegable. Por cierto que quienes piensen que esto es más indigno que  el sueldo que ganan, deben recordar cuando era indigno trabajar o que trabajara tu mujer dentro de los "valores burgueses", y sin embargo ahora son precisamente las familias ricas las que tienen más miembros trabajando; por cierto, muchos de ellos sólo para hacer publicidad de algo. Es decir, que cosas más chocantes veremos y viviremos ¡encantados!

LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA

Además este sistema de redondear un sueldecito resuelve indirectamente problemas eternos de la educación, ya que es obvio que cada marca no pagaría igual a cada profesor como es obvio:

Pagaría más a quien regalara  aprobados que al hueso, resolviéndose así el problema de docentes no adaptados al sistema. Pagaría más a quien más tiempo estuviera en el centro, desapareciendo así el célebre problema de "a ver qué horario me ha tocado este año", típico de secundaria y lo de las 30 horas de permanencia. Pagaría más a quien menos faltara a clase, acabándose así con el absentismo no controlado. Incluso se acabaría con el pánico u odio a las tutorías, en cuanto a atención de alumnos y sobre todo en cuanto a visitas de padres, ya que quien más familias atendiera, espiado por la empresa correspondiente, más ofertas para anunciar tendría y por tanto más ingresos y más dignidad pues. Se podría seguir enumerando todo lo que arregla este proceso de forma inesperada pero feliz, pero tampoco es cuestión de aburrir a nadie.

SINDICATOS

Una de las ventajas de la Enseñanza es que hay más sindicatos que dígitos aunque luego todos defienden lo mismo, porque son sensatos y lo bueno bueno es y hay que luchar por ello.

Por eso mismo todos al unísono deben de tratar de conseguir esto y no andarse con tiquismiquis de que cada uno ganaría cantidades diferentes, pues eso ya esta admitido y aceptado desde el momento en que por distintas titulaciones, preparaciones y autonomías se gana una cosa.

FRANCISCO MOLINA MARTINEZ

Catedrático de Matemáticas. Zamora  1 de Octubre del 1999. No recuerdo si el escrito fue publicado.

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