Curiosidades
trascendentes (sobre Dios, el Universo y el Tiempo).
Si tienen ustedes
esa curiosidad científica que se le atribuye incluso al mono pre sapiens les
recomiendo el libro de Stephen Hawking titulado “Breves respuestas a las
grandes preguntas”.
Es lo
suficientemente sencillo como para que no requiera grandes conocimientos
previos.
Basándome en él voy a escribir una serie de artículos que
puedan hacer más emocionantes las discusiones con sus amistades en esas tan
apetecibles terrazas de verano.
El
Universo.
Es de una simpleza
absoluta entender que el Universo está formado por materia (que ya sabe usted
lo que es porque la ve), de energía (como por ejemplo el calorcito) y espacio
(donde está la materia y donde ocurren las cosas).
Y en esto apareció
Albert Einstein (por quien Stephen Hawking siente una venerable admiración) y
descubre que la energía y la materia son dos caras de una misma moneda.
Es decir la célebre
fórmula de Einstein E=mc2 (Energía igual a la masa de un cuerpo multiplicada
por la velocidad de la luz al cuadrado) indica perfectamente que la masa puede
ser convertida en energía, y que la energía puede ser transformada en masa.
Pero entonces nos
encontramos con que el Universo únicamente está compuesto de 2 cosas: Energía y
Espacio.
El
tiempo.
¿Y cómo aparecieron
la Energía y el Espacio?
Esa respuesta
existe: Con el Big Bang (ver Google).
Que todo empezó con
el Big Bang no lo discute o no lo debe discutir nadie por mucha Fe que tenga
(por cierto otro día hablaremos de la Fe que es algo que sólo parece existir en
la mente de algunos y en la sugestión de otros).
Sigamos y
recordemos. Todo lo que existe comenzó con el Big Bang.
Y aquí la pregunta
lógica es. ¿Y qué existía “antes” del Big Bang? ¿Podemos llamar Dios a lo que
existía “antes” del Big Bang?. ¿Creo Dios el Universo (Energía y Espacio)
mediante un Big Bang?.
Vamos con ello. Si
se han fijado hemos escrito la palabra “antes” entre comillas. ¿Por qué?
Muy sencillo, porque
evidentemente si paramos el reloj del tiempo en un instante determinado, es de
cajón que unas cosas ocurrirán después de ese momento y otras habrán ocurrido
antes.
Por lo tanto que el
mono sapiens se pregunte qué había antes del comienzo de todo es de una lógica
demoledora.
Y llegados aquí de
nuevo aparece Einstein, con la siguiente aportación (científica y por lo tanto
irrefutable).
Permítanme un rodeo:
Todos aprendimos fácilmente (incluso sin haber cursado estudios) que las cosas
tienen un largo, un ancho y un alto, es decir 3 dimensiones.
Incluso nos
enseñaron a representar las 3 dimensiones con los célebres ejes “x,y,z”.
Y así vivimos
felices, y devotos del más allá, hasta que Einstein con su teoría de la
relatividad, descubre que hay una cuarta dimensión (o coordenada) inherente a
todo lo que existe. El tiempo.
Insistamos sobre lo
dicho. Antes de Einstein creíamos que para informar sobre un bocadillo de jamón
bastaba dar 3 coordenadas (su longitud, su anchura y su altura). Pero después
de Enstein sabemos que para dar los datos del bocadillo de jamón también tenemos
que aportar otro parámetro, el tiempo.
Cosa por otro lado
evidente. De qué nos sirve saber si es un bacadillazo si a lo mejor lleva hecho
3 meses.
Que quede claro. sin
Materia y Espacio no habría Tiempo. Y sin Tiempo no habría Materia y Espacio
En consecuencia, si
antes del Big Bang no había Universo, no había Materia (o Energía) y por lo
tanto no había (no existía) el tiempo.
Encontrándonos pues
con que la pregunta de qué había antes de (el Big Bang) no tiene sentido, ya
que eso que llamamos el “Antes” no existía.
Dios.
Llegados aquí, los
que dicen tener FE (curiosa cualidad no investigada por nadie), pueden insistir
y decir; que Dios es aquel ser que explica lo que nadie puede explicar.
Pues no. Miren, lo
que nadie puede explicar queda al margen de la ciencia.
Siendo la ciencia aquel
saber que permite explicar y conocer las leyes del Universo.
Desde que existe el
Universo todo es explicable por la ciencia. Y el ser humano va descubriendo sus
leyes de funcionamiento.
Y dentro de ese
saber lo que ya es evidente es que no existe ningún ser, ninguna fuerza, ningún
dios, que pueda modificar esas leyes.
Con lo que se ve que
Dios no existe puesto que no existe nadie, ni nada, por espiritual que sea, que pueda modificar las
leyes que rigen el funcionamiento del Universo. Así que seres todopoderosos ninguno.
Conclusión (de S Stephen
Hawking) no hay Dios. Y la mía también, como puedo demostrar, a mayores, con
una botella de anís del mono (sin beberla).
¿Y
la vida, cómo nace la vida? Se pregunta usted. Ya hablaremos de ella, que ahora
toca recreo.
Paco
Molina. 9 de Agosto del 2019
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