miércoles, 27 de marzo de 2013
Diario Secreto de una Lucha. Capítulo 5
No recuerdo cuando fue la primera salida DEFIÉNDETE. Podría hacer cuentas para deducirlo, pero no es la intención de este diario contar lo que pasó, si no el ver si aprendemos algo todos.
Fui por la sede, y tras coger la megafonía me fui a la Plaza del Gobierno en Zamora con el papel higiénico.
Apenas había nadie,. Pero sobre todo lo que no había era la gente que va a todo. ¡¡¡Los cuadros revolucionarios de Zamora!!!
De IU apenas dos o tres Y DE LOS APENAS CONOCIDOS. De los demás grupos (sindicales, políticos, sociales) ni un alma.
Ramón (Rodríguez) “el ecologista”, como le llamamos, si estaba (y está siempre) Algún día hablaré de él -muy bien- porque se lo merece. El me había servido de referencia semanas atrás para lanzarme. Ël y otro, de UGT, que no apareció (al parecer el viernes para él es mal día). Ambos habían visto la idea como muy buena y creí que eran una buena muestra para vaticinar el resultado.
Mientras esperábamos a ver si éramos más, observe que una pareja que iba a la convocatoria, al ver tan poca gente no se atrevió a quedarse. De hecho al DEFIÉNDETE siguiente ocurrió lo mismo con ellos, y me lo dijeron: ”como nos vamos a quedar si no hay nadie”.
Son una buena gente y sabían que hay que luchar. No esperaban ese abandono de “los clásicos”. Bueno, no exactamente eso. Debe ser que no saben qué pasa. Nadie lo sabe.
Otro grupo de 3 o 4 llegaron, de reojo vi que preguntaron, asustados de no ver a nadie de los de siempre, y se fueron también.
Fuimos 27 como contó un compa y como reflejó algún medio de información, que si acudieron.
Porque en efecto, aunque la convocatoria sólo se hizo por internet los periodistas intuyeron que aquello podía dar juego y fueron. Aunque no habían difundido la convocatoria (salvo alguno aislado, claro).
Como fueron, en masa, las fuerzas del orden (Policía Nacional) con su Jefe en Zamora al mando (una buena persona, por lo poco que voy viendo).
Estaban escondidos dentro del Edificio y al acercarnos con el papel higiénico, salieron embozados en bufandas advirtiendo que no se podía poner nada en la fachada.
Al preguntarle a quien hablaba (no era el jefe) que dónde no se podía, por la respuesta deduje que no les importaba que se pusiera ante el edificio siempre que no estuviera puesto, por ejemplo entre las columnas que tiene.
Lo pusimos en el suelo a lo largo de la fachada.
Un matrimonio como hippie (llevaban al bebé metido en una mochila frontal) que nunca había visto, había ido con su propio rollo de papel higiénico, a pesar de que no se había pedido ese esfuerzo. Se les aconsejó no desperdiciarlo de momento.
Si a esos 27 asistentes, se hubieran sumado la veintena que va a todo, ahora todo iría más deprisa, pero se ve que los revolucionarios de Zamora (los que actúan como tales) están tan “revolucionados” que sólo hacen lo que les dicen “sus jefes desde Madrid”.
Seguiremos con este tema.
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