Superdotados
y Revolucionarios.
En la terminología
técnica lo que antes se llamaban superdotados ahora son denominados como niños
(o niñas) con Altas Capacidades (AC).
Para una sociedad
detectar cuantos individuos con AC tiene en su seno es algo obviamente fundamental.
Baste decir que en
EEUU, durante los años que siguieron a la 2ª Guerra
Mundial, concedían automáticamente
y sin ningún otro requisito, la nacionalidad estadounidense a todo aquel o
aquella que tuviera Altas Capacidades.
En España, como
todos nos consideramos superdotados pasamos del tema hasta hace poco, y por
eso, poco se sabe sobre el asunto.
Aunque para eso está
Google.
Pues bien, siguiendo
esa fuente de información vemos que entre las cualidades (o rasgos) que definen
a alguien con Altas Capacidades, aparte de resolver ecuaciones difíciles, está
su fuerte rechazo de las injusticias.
Sufren con las injusticias.
Y es este detalle el
que da pie para que nos preguntemos si eso explica una curiosidad histórica.
Veamos.
Tal vez porque las
cosas no son así, la cultura burguesa ha consolidado el mantra (la creencia) de
que los parias de la Tierra no deben dejarse defender por gente con pudientes
(con dinero).
E incluso los que no
quieren revoluciones vaticinan (y vaticinaban) con que la verdadera revolución
será la que hagan los de abajo liderados por gente de abajo.
Pero hasta ahora nunca
ha sido así (al menos en las grandes revueltas).
Y aquí va nuestra
tesis: Los líderes rojos han sido gentes de Altas Capacidades, y por causa de
su rechazo visceral contra las injusticias es por lo que sin irles nada en ello
(sin necesidades económicas propias) han apostado por ayudar a los que menos
tienen.
Repasemos:
Jesús el Galileo, el
tío con Altas Capacidades por excelencia (Hijo de Dios para algunos y Padre de
las Bienaventuranzas para otros) sin duda no pudo soportar las injusticias de
su época (que como todas repercutían negativamente en las gentes sencillas) y
aún pudiendo vivir su vida, se implicó luchando por una sociedad más humana (amaos
los unos a los otros y poned la otra mejilla).
Sin pararnos mucho
en la Revolución Francesa porque no dominamos el tema, podemos desembocar en
Marx y Engels.
Este último tenía
una industria que le daba de sobra para vivir, y Marx, Historiador y Filósofo podría
haber tenido una buena existencia al margen de los conflictos sociales.
Pero entonces ¿Por
qué apostaron por los débiles? Sin duda porque eran individuos con Altas Capacidades,
y entre ellas (demostradas en otros ámbitos) la de no soportar las injusticias
que genera el injusto reparto de las riquezas en el mundo.
Saltemos a Lenin
(abogado). Y a todos los dirigentes de la Revolución Bolchevique. Ninguno de
ellos era proletario pero todos unieron su suerte a la de los que no tenían nada
(salvo su capacidad para generar
riqueza, que se quedaban otros, trabajando).
El mismo ejemplo lo encontramos
en Fidel Castro, abogado e hijo de un terrateniente y potentado del azúcar.
¿Qué le impulsó a unir su destino al de su pueblo cuando podía haber vivido
mejor y sin riesgos dejándose llevar simplemente por la corriente?
De nuevo le
respuesta es que, sin duda, dotado de Altas Capacidades, no soportaba las injusticias.
Ello por no hablar
del Che Guevara, que no sólo era médico y se hizo revolucionario, sino que
siendo Ministro de su país, Cuba, decidió seguir en la lucha de guerrillas.
El mismo Marcelino
Camacho (fundador de CCOO) refleja en su autobiografía (sin él desearlo) que en
la España franquista pudo ganarse la vida sin mayores complicaciones con su
profesión (o con sus conocimientos).
Pero no duda en
hacerse comunista y vivir con riesgo y al borde del abismo toda su vida.
Y ello, sin duda,
por no soportar la injusticia.
Podíamos seguir.
Pero resumamos la tesis.
No es que quien
rechace o no soporte la injusticia sea alguien con Altas Capacidades
(intelectuales). Es que entre las cualidades de los Superdotados (mentales) está
el no aguantar las injusticias.
Por cierto, que en
el lote de cualidades que aporta el tener Altas Capacidades también está la de
ser un tanto promiscuo. Pero eso, pillines, es otra historia que no os pienso
contar (al menos hoy).
Paco
Molina. Zamora. 4 de Agosto del 2019.
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