LA AUTORIDAD, ISA SERRA Y EL JUICIO FINAL.
Dice la teoría política que el estado tiene el monopolio de la violencia.
Significando ello que como la violencia es en principio mala, nadie la debe ejercer, salvo tal vez el estado para mantener el orden.
Ahora bien, ¿quien dice cual es ese orden que debe prevalecer?
La Autoridad Competente. Entendiendo por autoridad competente el Gobierno de turno (para simplificar los conceptos).
Pero claro, el Gobierno suelen ser unos señores, a veces de edad, que no pueden ir por ahí manteniendo el orden.
Entonces, para resolver este inconveniente, existen la fuerzas armadas (ejército, policía, guardia civil, municipales, autonómicas) que actúan se ésta manera.
Supongamos que la Autoridad Competente (en adelante AC) que es la única y verdadera, decide prohibir una concentración, entonces envía allí a las fuerzas del orden para que lo mantengan.
En esa tesitura puede que la tarea sea fácil o difícil. Pero como la historia mostró que suele ser difícil, por ejemplo cuando el número de los manifestantes es muy superior al de policías a veces la batalla campal perjudica a los agentes que actúan en nombre del Gobierno, en nombre de la AC.
Entonces, con ánimo de dotar a las fuerzas del orden de una fuerza superior a la que les proporcionan sus defensas, el Poder decidió convertir a cada funcionario del orden en una autoridad.
En lo que vamos a llamar Autoridad Delegada (AD)
Es decir que si en un altercado tú, aunque sea en defensa propia para evitar más porrazos, te rebelas contra los agentes, no estás en un acto callejero entre 2 particulares iguales ante la ley. Te estás enfrentando a la Autoridad (No la AC, pero si la AD).
Esto hace que si tu insultas a un policía, o le agredes, o no le obedeces (desacato) es como si eso se lo estuvieras haciendo al mismísimo Jefe del Gobierno o al Rey, o a tu Alcalde, o a un Juez.
Y llegamos así al Juicio contra Isa Serra (dirigente actual de Podemos, partido maldito donde los haya porque así lo han decidido los poderes fácticos), siendo ella actual miembro del parlamento autonómico madrileño.
Resulta que doña Isa Serra, en el año 2014, coincidió con una concentración de personas que indignadas trataban de paralizar un desahucio (de una persona que encima tenía minusvalías).
Parece ser que en esa concentración hubo empujones, insultos y lanzamiento de objetos contra la policía (municipal) es decir ofensas o actos contra la Autoridad (contra la AD).
Pasados nada menos que 20 días, otra policía (no la municipal), investiga lo ocurrido y dice que tiene identificada a una de los culpables, la señora Isa Serra.
No vamos entrar en que en el juicio (celebrado en Febrero del 2020, seis años después) la parte acusante no pudo presentar pruebas solventes contra la denunciada, ni en que el Tribunal no dejó que tuvieran valor las contra pruebas de la defensa (con videos, fotos y testimonios que decían que Isa estuvo allí pero sin enfrentarse a la autoridad).
Pero si vamos invitar a ver el asunto desde otros ángulos.
Resulta que Isa Serra, según la sentencia, como se enfrentó a la autoridad (a la AD no se olvide) deja de ser digna de ostentar la representación del pueblo y perderá su derecho a ser cargo púbico (si el supremo ratifica la sentencia del Tribunal Superior de Madrid).
Es decir su desacato a la Autoridad (a la AD), según nuestras leyes, la haría indigna de ser cargo público (amén de otras penas).
Y todo esto ocurre cuando diversos políticos (de vox y el PP fundamentalmente) están diciéndole a la gente que el presidente del Gobierno de España es El Sepulturero, que está actuando con negligencia respecto a la pandemia y que está aprovechándose de la misma para imponer la eutanasia en las residencias de mayores, así como para, tras destruir España, aprovechar el confinamiento, e instaurar sobre sus cimientos un régimen comunista de nacionalizaciones a la venezolana.
Todo ello unido a la petición continuada, por redes sociales, de un Golpe de Estado que anule lo que fue la voluntad popular. (El Gobierno Progresista conformado por el PSOE y Unidas Podemos)
Es decir, las ofensas, violencia y desacato contra la Autoridad (encima la competente, no la delegada) superan con mucho los presuntos desacatos de Isa Serra, y aquí no ocurre nada.
Ah! dirán ustedes, que no es lo mismo, que poner verde al Gobierno es libertad de expresión y que además los que difunden los bulos (cosas falsas a sabiendas) son cargos públicos y que por lo tanto esa crítica de las tareas del ejecutivo forma parte de su trabajo.
De acuerdo, pero entonces, ¿por qué en unos casos el ser “político” te protege para ir contra la autoridad y en el caso de Isa Serra la perjudicó?.
Muy sencillo, y aquí es donde viene el juicio a los jueces, porque depende de qué partido seas y el fin que pretendas. (Si estás con la plebe eres plebeyo, y si con la alcurnia eres aristócrata, por garrulo que resultes)
Miren, si en España hubiera justicia (es decir si este entramado burocrático estuviera bien dotado, con mas jueces, más fiscales, mas personal de todo tipo, y más medios y mejores instalaciones) el juicio contra Isa Serra se habría celebrado en el año de autos (2014) y no en el 2020.
En aquel año, la española Isa Serra apenas era conocida, salvo tal vez para una policía secreta que la tendría ya “fichada políticamente” (acababa de nacer Podemos) y sabia quien era.
Ese ser desconocida del gran público hubiera supuesto que de acabar en el banquillo de los acusados de cualquier tribunal, éste únicamente se habría preocupado de ver si había pruebas suficientes contra ella.
Y al no encontrarlas, y siendo la ciudadana una de tantas, la hubieran absuelto por aquello de que “en caso de duda hay que fallar a favor del reo”.
Pero como se han tardado 6 años, no la juzgó el Tribunal normal que le tocaba por la fecha de la denuncia, y encima la juzgó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ¡¡¡porque ahora si es cargo público!!! .
Cargo que se volvió sin duda contra ella, porque la sentencia tenía que elegir entre ella (una líder de Podemos) y los denunciantes, la Policía (la Autoridad Delegada).
Con lo que si la absolvían a ella, condenaban moralmente a la autoridad delegada, la policía.
Ah! y como se ve nadie pone en duda la independencia del Poder Judicial y los jueces, pero si se pone en duda que los jueces, si no hacen un esfuerzo de desdoblamiento y valentía, puedan ser ajenos al cien por cien de las corrientes de simpatía que corren por el país.
Porque recordemos, lo malo de la sentencia, y lo útil para los poderosos, es que la diputada autonómica Doña Isa Serra, convertida en la actualidad en una líder de Podemos, debe dejar el cargo.
Para que se entienda mejor, es como cuando hay una sentencia machista, entonces nadie dice que los jueces hagan trampa, ellos juzgan lo que creen justo, pero ellos no son independientes del run run social, y en una sociedad machista ya se sabe, las chicas deberían cuidarse más. Pues esto igual.
Y la prueba es que opinando un compa de Doña Isa Serra, el Vicepresidente Pablo Iglesias sobre el asunto, cogieron el rábano por las hojas, y han hecho, algunos jueces y algunos fiscales, unas notas de prensa acusando al líder de Podemos de no respetar la separación de poderes.
Es decir, echando leña al fuego que ha prendido el poder, porque hay que sacar a Unidas Podemos del gobierno y amansar al PSOE, para que vuelva a ser de los nuestros, gente de orden, del orden que ordena trasvasar la riqueza de abajo a arriba.
Una debilidad como otra cualquiera.
Paco Molina. Zamora 27 de Abril del 2020
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