Síndrome: “prensa burguesa”.
Denunciar campañas anticomunistas por estos pagos es coger el rábano por las hojas, y nunca mejor dicho.
En todo caso tarea insípida, pues si no cambias el rábano no tienen por qué cambiar las hojas.
La actitud ante la prensa debe ser para un político la que tiene un comerciante respecto a un comprador, y así, lo mismo que el cliente siempre tiene la razón y eso es norma de oro del buen vendedor, para el alegrecomunismo la norma debe ser el periodista siempre tiene la razón.
Con esta ley de la astucia tal vez el político no consiga que le traten mejor pero en modo alguno le tratarán peor e, incluso, puede ocurrir que se cree una corriente de antipatía entre el obrero-periodista y el director-capataz.
DEl libro EL ALEGRE COMUNISMO de Paco Molina
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