“Si has perdido la
autoestima, no la busques,
estímate sin ella”
Este libro se ha escrito para ayudar a resolver un problema que no existe.
Si, porque el sexo es el problema que no existe.
Nadie, en su sano juicio, dirá que tiene un problema sexual.
No existe, porque aunque hay personas que ocasionalmente presentan eso que se han dado en llamar disfunciones; cuando van al especialista, si luego pueden hacer lo que hacen todos, ya curadas, también creen que no tienen ningún problema.
No existe, ni mucho menos, para quienes el Poder quiere últimamente declarar enfermos, acusándoles de adictos al sexo o compulsivos sexuales.
Es más, estos, en la medida en que se pasan, están más cerca de no tener realmente el problema.
Lo que tienen es que soportar el nuevo método de represión, que ya no está basado en la falsa moral y si en la falsa ciencia.
Y ello porque al pasar a adorarse al Dios-Dinero en vez de al Dios de la Moral y las Buenas Costumbres, era necesario, en consecuencia, para reprimir el instinto de placer, el recurrir a nuevos argumentos, presuntamente ¡científicos!, pero que recomiendan lo mismo que siempre aconsejó el Poder, no darle satisfacción al instinto de placer. ¡Qué casualidad!
Menos existe en quienes consideran el sexo como algo sucio (a saber qué estarán pensando), que estos, al fin y al cabo, son vistos por el Orden Imperante como los más sanos, confirmándose así que no existe problema sexual, para nadie, oficialmente.
Y por supuesto que los normales viven como hay que vivir, sin problemas.
¿Entonces, por qué se le pudo ocurrir a alguien resolver un problema que nadie tiene; ya que dicen ser felices, al tiempo que están equilibrados y contentos con su vida sexual?
Porque la gente se engaña así misma, y luego a los demás, cuando el tema es el asunto del sexo.
Por tanto, de lo que digan no puede salir la verdad.
Sin embargo, como todos somos básicamente iguales, bastaba con mirarse al espejo y preguntarse si la vida nos da todo el sexo que nos pide el cuerpo, para deducir que algo falla.
Detectado lo que no funciona-los instintos de supervivencia y placer no son atendidos por la sociedad como debe- había que buscar una explicación lógica a por qué la Humanidad camina en el sentido contrario al natural.
Y así nació este libro. No quedando otro remedio que decir lo que aquí se dice.
Viniendo bien, de paso, el decir lo que no se dice:
No se dice que quienes han luchado en otros frentes por librar a las gentes de la opresión se hayan equivocado.
No se dice que los creyentes sean cómplices del poder, sino todo lo contrario, víctimas, si cabe, más propiciatorias.
Siendo de admirar esas personas que envueltas en una fe, hueca como todas, sí han hecho cosas meritorias por ayudar a quienes más lo necesitaban.
No se dice que no se pueda vivir como a uno le plazca, como por ejemplo con vida sexual de a dos y con hijos y nada más en el mundo.
No se dice que haya que seguir una normativa de conducta disoluta a la fuerza, sino precisamente todo lo contrario, que por fin haya libertad (la de verdad) y cada cual pueda ir a su aire sin que exista LA ESTAFA SEXUAL como ley suprema.
No se dice que hasta ahora todo el mundo ha estado equivocado y que ha llegado por fin la voz de la verdad. Se dice que esto había que decirlo.
Y por eso, con la fuerza que da la satisfacción, puedo acabar con un rotundo ...
YA ERA HORA
DE QUE SE ESCRIBIERA
UN LIBRO COMO ESTE
“Hay dos tipos de animales
libres y domésticos.
Que este libro
te ayude a ser de los primeros”
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