EL
ESTADO CONTRA PABLO IGLESIAS (el de Podemos).
Tras la aparición de
Pablo Iglesias en escena (el político que consiguió que la suma de votos a la
izquierda del PSOE llegara a 6 millones, 5 de Podemos y 1 de Izquierda Unida)
el Estado decidió “matarlo” políticamente.
Si entendemos el
Estado como aquella estructura social en la que una clase social domina a las
demás (versión Lenin) estamos en condiciones de parodiar el comienzo de los
juicios en EEUU contra los presuntos delincuentes.
Por tanto vamos a
hacer ver como el Estado (los Poderes fácticos de España) han emprendido una
tarea consistente en destrozar a Pablo Iglesias como político.
Para ello han usado
hasta ahora 5 trampas que desvelamos.
Primera
trampa. Ante su atractivo como fenómeno social
infinitos medios de comunicación le hicieron mil entrevistas de esas que dicen
buscar que conozcamos la cara humana del personaje.
Caído en las redes
de la vanidad pecó de soberbia, hasta el punto de que él mismo, en las últimas
entrevistas confesaba que su defecto era de ese cariz.
Empezó a caer mal en
lo personal porque algunos empezaron a verlo como chulo..
Segunda
trampa. Pero como en el mundo de la política la gente
es muy práctica y Pablo Iglesias no acababa
de morir, el Estado volvió a la carga y
se trató de destrozar su imagen inventando noticias falsas y medio delictivas,
contra él y su núcleo. Surgen las cloacas del Estado.
Para ello se usó
nada menos que el entramado policial del propio estado para, en vez de protegerle
a él como ciudadano español, presentarlo como un facineroso, en base a
mentiras.
Operación que se completa
multiplicando el efecto de dichas noticias falsas divulgándolas, en
determinados medios de información que secundados por otros buscaron, y en gran
medida consiguieron, su desprestigio.
Tercera
trampa. Se ha aireado su vida privada hasta la
extenuación con motivo de la compra que hizo de su casa.
Resulta que él y su
compañera deciden comprarse una casa para ellos. Encuentra una en que poniendo cada uno 300.000 € pueden
vivir los que van a pasar de ser 2 a 4 por mor de un embarazo de mellizos.
Pero aprovechando
que es un chalet, que tiene piscina y que está en un pueblo de Madrid, se
define la casa como casoplón, y se empieza un acoso intolerable con la disculpa
de que es un cargo público y por lo tanto de él debemos de saberlo todo.
Es una trampa. Porque
el precio no es caro para lo que ofrece (basta que usted mire las inmobiliarias
en su ciudad). Galapagar no es una de las urbanizaciones de ricos que rodean
Madrid. Etc. En todo caso se trata de una decisión íntima.
Es verdad que los
cargos públicos deben contar sus posesiones y bienes, pero él ya lo hizo y lo
hacen todos, por cierto estando exentos de dar datos de situación, etc.
Es más, de ningún
otro político de los llamados partidos constitucionalistas se sabe ningún
detalle de sus riquezas o conexiones interesadas, dándose por bueno lo que
ellos ponen en los documentos oficiales.
Cuarta
trampa. Tras los resultados de las últimas elecciones
generales (Abril de 2019) se abre la posibilidad de que haya un Gobierno de
Coalición PSOE+Unidas Podemos.
El PSOE, que
voluntariamente o por presiones externas, no quiere beber de ese cáliz, de repente plantea algo
sorprendente. Aceptaría un Gobierno mixto siempre que Pablo Iglesias quede
fuera del mismo.
Para sorpresa de
todos, menos de los que confiamos en su inteligencia, Pablo Iglesias aceptó su
sacrificio para poder lograr el anhelado Gobierno de Coalición (y de paso que
no se repitieran las elecciones por lo
nefasto que puede ser para UNIDAS Podemos, y sobre todo para el pueblo español
si ganan las tres derechas).
Quinta
trampa. Esta es la más tonta de todas, y tal vez por
eso es en la que hasta ahora ha caído (y de la que aún no ha salido) Pablo
Iglesias.
Resulta que el PSOE
(o al menos Pedro Sánchez y sus
consejeros) enmarañan las negociones para formar un Gobierno de Coalición de tal manera que a 24 horas de la
votación definitiva, le comunican a Unidas Podemos, que ahí les va la última
oferta.
Era escasa, y ahí
estaba su trampa (“A ver si no les gusta y dicen que NO de una puta vez”,
debieron decirse los magnates del PSOE).
E inocentemente,
Pablo Iglesias y sus asesores, caen en la trampa. Creen que, como tienen razón
pueden sacar mayor peso específico dentro del futuro Gobierno de España, y no
resuelven en 24 horas (¿en qué pensaban?), si les compensaba o no aceptar la
oferta del PSOE aunque fuera en el último instante.
Encima con una
inocencia inconcebible, en el último minuto y en la última intervención en el
Pleno de Investidura, el débil (Unidas Podemos) le hace una contra oferta al
fuerte (el estado español) que lógicamente no acepta.
Paradógicamente la
trampa más tonta puede ser la más destructiva.
Si se va a nuevas
elecciones y ocurre lo previsible, el bajón de Unidas Podemos no llegando a los
2 millones de votos supondría la dimisión moral de Pablo Iglesias como líder de
la Coalición.
Pero es que si
encima gana la derecha, el compa Pablo tendría que irse a casa completamente
acabado para la causa del pueblo trabajador.
Hasta ahora, Pablo
Iglesias ha salido mejor o peor librado de las 4 primeras trampas, pero de la
quinta aún no.
Pues bien, para salvarle a él y al proyecto (y viceversa) se
le indica el único camino.
Anunciar a los 4
vientos que Unidas Podemos votará la investidura de Pedro Sánchez, para evitar
unas nuevas elecciones, y para que quede claro si el PSOE aplica un programa de
izquierdas o de derechas.
No hay tiempo que perder,
o como mucho el tiempo que lleve preguntarnos a los de “UNIDAS podemos” si queremos votar
que SI a la investidura de Pedro Sánchez para evitar unas nuevas elecciones
llenas de malos presagios?.
Cuanto más dure esta
agonía peor para la familia de la izquierda y mejor para quienes decidieron
comenzar el proceso conocido como “El
Estado Contra Pablo Iglesias”.
Paco
Molina. Zamora. 28 de Julio del 2019.
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