La cucaña de Agustín Garcia Calvo

                                               LA  CUCAÑA  DE  AGUSTÍN

-Oye Peromato, ¿leíste el magnífico reportaje que hizo, creo que Jesús Hernández en LA OPINIÓN- EL CORREO DE ZAMORA,  sobre la Editorial LUCINA?.

-¿La de Agustín García Calvo? Si, la leí, y bien merece la gente premiarse comprando alguno de sus volúmenes que variados haylos, desde poesía hasta ensayo, pasando por todo lo demás. Un buen tipo, el tipo

-Pues creo que era en el penúltimo o antepenúltimo de sus libros, del que no recuerdo el título, en el que se cachondea del uso que del deporte hace el Poder, y usa en esa ficción, como “deporte nacional” de un imaginario país, la cucaña

-Caspita Peromato, ahora que lo dices, parece que estamos ante la resurrección de la cucaña, ¿no acaba el Ayuntamiento de Zamora de prohibir un festejo del Barrio del Sepulcro por un quítame allá una sin los papeles en regla?

-De moda está, que en Pinilla ya pudieron disfrutar de tal peculiar deporte, pero yo quería comentarte algo más profundo.

-¿Algo más profundo que el saber cuál sería la razón para prohibir el gateo por una cucaña? ¿Sería porque el sebo no era suficientemente pringoso, o porque el mástil no estaba bien clavado, o porque las mujeres que ahora se apuntan a un bombardeo- incluso han adquirido el derecho extraño a ir a la guerra- querían gatear a fondo y el obispo no lo vio con buenos ojos?

-Tal y como lo planteas si que puede ser filosofía pura el saber los motivos que pueden dar pie a que se prohíba la cucaña, inquietándome el último que citaste que tal y como está el patio no me extrañaría nada.

-Por cierto, ya sabes que a García Calvo hay gente que lo pone en cuestión porque dicen que no es consecuente con su sermón, como si lo fueran ellos que no dudan en amarrarse a alguien durante toda la vida con tal de garantizar la correspondiente ración de sexo de tanto como les gusta- y dicen que no-, que si será tanto que con tenerlo no les importa que siempre sea el mismo y lo mismo

-Que le cuestione quien quiera, pero mira de qué va el asunto de la cucaña de Agustín:

denuncia con gracia e inteligencia cómo, todos los países hacen patria con el deporte, que sirve lo mismo para un roto que para un descosido

-Toma que si sirve, como que porque Irak ha ganado no sé qué copa de fútbol querían hacernos creer que había acabado la guerra, y se han asombrado de que el mismo día en vez de ir a bañarse a la fuente de la Cibeles de Alá, hayan vuelto a verse bañados en un charco de sangre

-Es que incluso aquí, en nuestra opulenta España, ¿te has fijado cómo empiezan los telediarios? Te cuentan la tragedia del día, y después de un tremendo accidente, o un incendio pavoroso o un atentado bestial, o cualquier otra tragedia, la locutora, tras poner cara de dolor de repente, espeta, ¿Y que tal Chichurro, que noticias deportivas tenemos hoy?

-Qué razón tienes, y acto seguido el televidente se siente superman si uno del pueblo de al lado o que tiene el mismo pasaporte, ha ganado algo; al tiempo que se le pasa la rabia porque van a poner en la calle a los trabajadores de Torio Hermanos, o le acaba dando igual que haya gente agobiada por los topillos, y ni te digo el higo que le importa la última noticia sobre violencia doméstica

-Pues todo eso, y es lo debemos aprender, no es casual, no es fortuito, cumple la función social del anestesista que evite nuestro dolor ante las injusticias, los abusos, las negligencias, la corrupción, etc, de quienes mandan, es decir es un biombo para esconder la lamentable burla a la que son sometidos los pueblos por parte de los llamado “poderes fácticos”, es decir los que “de hecho mandan”, que eso significa “fácticos”                                                    FRANCISCO    MOLINA