EL (VERDADERO) PROBLEMA DEMOGRÁFICO.
En el planeta Tierra hay ya más de 7.500 millones de seres humanos.
Si sigue el aumento de población al ritmo de los últimos 30 años, cada semana habrá un millón más de habitantes en nuestra casa (la tierra).
Según Stephen Hopkings, si sigue este creciendo exponencial, en el año 2.600 el número de personas que habría sobre el planeta, puestas en pie y unas junto a otras, cubrirían la superficie de la Tierra en su totalidad.
La súper población del planeta es pues el problema demográfico, el único y verdadero problema demográfico.
Por tanto, que en la España vaciada (y vacía) se quiera contrarrestar la falta de habitantes a base de que las mujeres tengan hijos es un insensatez completa o al menos una solución equivocada.
Dicha pseudo solución ha sido (y es) defendida por la derecha española, con propuestas como dificultar los abortos (el PP) o ayudar económicamente a las parturientas (Cs).
Incluso argumentan, con descaro, que ese creced y multiplicaros (al que se invita a las hembras) es la solución para salvar las pensiones.
Pues bien, es obvio que el propio sistema capitalista (el crecimiento por el crecimiento) llegará a prohibir y perseguir los embarazos en cuanto el problema mundial de la sobre población haga entrar al planeta en crisis. (Con una fórmula algo más rigurosa que lo que aplicó China durante su periodo del hijo único).
Por tanto, dar dinero para fomentar la natalidad es echar gasolina al fuego (Otra cosa es que a las madres se les ayude por haber tenido un hijo, pero a modo de indemnización por lo ocurrido).
Claro que la pregunta que surge ahora sería ¿Pero vamos a consentir que la España interior se siga vaciando?.
En absoluto. Bastaría con abrir la puerta (las fronteras) a los inmigrantes y exigirles (por ejemplo) en vez de un contrato de trabajo, un contrato de permanencia y empadronamiento en localidades de esa España abandonada (por las administraciones).
Por lo demás, querer repoblar a base de españolitos puros (hijos de españolas) amén de ir contra el rumbo del planeta, deja al descubierto un cierto tufillo racista.
Como ese racismo de vox, que para que no se les caiga la cara de vergüenza disimulan diciendo que permitirían una inmigración de sudamericanos pero no de norte africanos.
Así que, menos paridas y más solidaridad, que el Planeta Tierra es nuestra casa común y única.
Paco Molina. Zamora. 12 de Mayo del 2019
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