EL FUTURO DEL COMUNISMO. (año 2019)
Con afecto y cariño, unos conocidos me preguntaron:
“Pero…¿Y cómo está esto del comunismo?”. (Por no decir, pero no estás loco defendiendo algo acabado?)
Mi respuesta es que está, a la vuelta de la esquina: Veamos:
1.- En la época de la esclavitud (cuando había esclavos legalmente) políticamente había 3 tipos de personas:
i) Los que estaban en contra de que un ser humano fuera propietario de otro (eran una minoría de utópicos).
ii) Los que tenían esclavos y querían seguir teniéndolos (porque vivían como Dios)
iii) Y la mayoría del pueblo (incluidos muchos esclavos) que pensaban y decían (ya entonces) que “las cosas son como son, la vida es como es, y que esclavos siempre hubo y siempre habría”.
2.- Sin embargo, hoy en día a nadie se le ocurriría querer volver a esa época (que por cierto pasó, aunque se decía que no desaparecería). Es más hoy en día la gente se lleva las manos a la cabeza tratando de imaginar cómo fue aquella desgraciada época. (Preguntándose asombradas, ¿pero de verdad, unas personas podían vender y comprar a otras personas?).
3.- Pues bien, sostengo que en 100 o 200 (o los años que sean), la gente dirá (refiriéndose a la época actual en que vivimos):
“Y ¿cómo era posible que unas personas trabajaran para otras, e incluso que se ofrecieran para ello?”
Es decir, les sorprenderá saber qué, como ocurre ahora, un ser humano fuera a “implorarle” a otro que le dejara trabajar para él (mejor o peor pagado).
4.- Esta situación, que vivimos ahora (transitoria como todas las del mundo) será superada cuando los medio de producción (de bienes) sean de todos y no sólo de unos pocos particulares. Es decir cuando sea abolida la propiedad privada de las fábricas que producen los elementos fundamentales para la vida (desde los alimentos hasta la energía, pasando por las medicinas) .
5. ¿Y qué más da quien sea el dueño de la fábrica si vivimos bien? (dirán los actuales fans del sistema capitalista).
Pues si hay diferencia, porque: Ya está aquí la era de los robots en masa.
6.- Las fábricas (que actualmente son de propietarios privados) están a punto de poner de largo y en venta, una generación de robots de todo tipo que harán de todo o casi todo (ver anexo aunque no es necesario).
7.-Estos robots, que abarcarán incluso la enseñanza y la sanidad, enviarán al paro a las clases medias (además de a las ya acostumbradas clases proletarias).
Y esto, que no tendría importancia si la riqueza que crearan los robots se repartiera entre todos los ciudadanos aunque no trabajaran, puede ser la chispa de una revolución de no ser así.
Pero lo más fácil es que los dueños de los robots (quienes los fabriquen) quieran quedarse con la riqueza que creen “sus” robots. Por lo que surgirá aquí un conflicto social grave.
8.- En consecuencia habrá una gran revolución mundial para que los robots sean d e todos, y que así, trabajando únicamente 2 o 3 horas al día todos los humanos, se tengan incluso aún más bienes básicos que hoy en día, y toda la humanidad viva mejor.
9.- Tras esa revolución vendrán otras, pues todo es (y será) siempre mejorable, pero para entonces ya el comunismo se habría impuesto por ser lo más razonable. Que todo sea de todos y todos nos cuidemos a todos.
Paco Molina. Zamora. 21 de Mayo del 2019.
ANEXO
REVOLUCIÓN, ROBOTS Y NÚMEROS.
Decía Agustín García Calvo (pensador zamorano y por tanto universal) que la Historia empieza a partir del momento en que se inventa la escritura (hace unos 10.000 años).
Indicaba con ello que lo que ocurriera antes de que surgiera la escritura en el mundo, como no quedó escrito, no podemos considerarlo Historia porque no sabemos cómo fue u ocurrió.
Añadámosle a ello (nosotros) que la Historia (que está escrita por los vencedores) es toda mentira, precisamente porque está escrita (confeccionada) a base de falsedades (baste ver una simple acta de cualquier reunión de cualquier institución).
Pues bien, para lo que sigue empecemos a contar las cosas a partir de la Ilustración (de la aparición del Enciclopedismo y el Racionalismo en la Historia. Siglo de las Luces).
Porque es evidente que siempre, contra la injusticia manifiesta (en todas las latitudes había explotadores y explotados), surgieron movimientos y revueltas de protesta.
Pero es en el S.XVIII, con la Revolución Francesa, cuando las masas rompen el corsé de la Aristocracia y el Clero.
Posteriormente Carlos Marx (un pensador o intelectual), en pleno siglo “Diecinueve”, se sorprende de que, paradójicamente, cuanta más riqueza hay en el mundo (gracias a los inventos y los descubrimientos) las gentes viven peor.
Investiga el motivo de tal contradicción y elabora así su teoría para explicar el motor o marcha de la Historia de los Pueblos.
Según él (y de momento no hay explicación mejor) todo se debe a la continua lucha de clases que se produce en el seno de cada sociedad. Los desposeidos contra los propietarios (de los medios de producción de riqueza).
En consecuencia propone una revolución en que la mayoría (en esas fechas el proletariado) se revele contra la minoría (la burguesía) para quitarle los medios de producción (las fábricas y la tierra) y que así todo lo que se produzca sea de todos (y no únicamente de unos pocos) repartiéndose de este modo la riqueza.
Al comienzo del Siglo XX, como el proletariado y los campesinos, son la inmensa mayoría del pueblo ruso, triunfa en este país, en 1917, la Revolución Bolchevique.
Ha ocurrido que “democráticamente” la mayoría (los obreros y los campesinos) han vencido a la minoría (aristócratas, clero y burguesía).
Sin embargo, en la actualidad (S. XXI) habiendo desplazado el concepto de Democracia al de Dictadura del Proletariado (por las perversiones a las que se vio que podía conducir éste) a lo que estamos jugando es a la democracia de “los dos tercios” (2/3).
Antes de seguir conviene recordar que la Dictadura del Proletariado era un concepto también democrático, pero que añadía, como prevención, que las Clases Poderosas no se iban a dejar desposeer de sus bienes, ni arrebatar el poder (sus propiedades) sin luchar, sin matar y sin guerra civil, por lo que habría que reprimirlas.
Y volvamos a la democracia que algunos llaman burguesa (y también podemos denominar de “los dos tercios”).
Se basa esta concesión de los Poderosos (que debemos hacer nuestra para avanzar históricamente) en que saben que siempre van a ganar ya que las sociedades desarrolladas están configuradas por tres sectores o clases sociales (la alta, la media y la trabajadora).
Y a la hora de votar, al menos dos de esas clases (la media y la alta) van a ser conservadoras (se ven bien y prefieren que nada cambie, que lo fundamental se “conserve” como está).
Y aunque las tres clases no tienen el mismo número de componentes, estas dos si suman más que la de los trabajadores
(No entramos aquí en disquisiciones sobre que gracias a trampas transversales como la patria, la religión, el racismo, y otros componentes culturales, ocurre que no todo el mundo vota según su clase social).
Esto que contamos, de que dos tercios suman más que uno y por tanto el resultado a favor del orden establecido está cantado es lo que le permite al Poder permitirnos votar (por eso llamamos a esta democracia “el juego al que nos dejan jugar”).
Pero éste articulo se titula Revolución, Robots y Números. ¿Por qué?
Porque en efecto acabará llegando otra Revolución (también basada en que la mayoría quitará privilegios a la minoría) cuando nos invadan los Robots.
Los Robots serán de los ricos porque aunque no los inventan, ellos si pagan su construcción, y según el Derecho Internacional, por lo tanto son suyos.
Más, sean de quien sean, harán que sobre, en gran e inmensa medida, la mano del hombre (sobra el trabajador).
Y eso recordará al médico, al profesor, al abogado, al policía, etc. (miembros de la clase media) que también son trabajadores (porque viven de su trabajo) aunque vivan bien.
Ocurrirá que, a causa de los robots, todos irán al paro porque habremos llegado a una sociedad en que se pueda vivir (bien) sin trabajar o trabajando muy poco.
Lo que supone un nuevo sistema de valores en que los Poderosos perderán Poder ya que si la gente pueda vivir sin trabajar perderá el miedo a perder el trabajo (y por ejemplo no habrá disculpa para vender armas a Arabia Saudí).
Ahora bien, ¿está el Poder dispuesto a que la Humanidad viva feliz consiguiendo todo tipo de bienes con poco trabajo?.
En absoluto, buscaran disculpas para que los parias de la Tierra sigan siendo parias.
Y es ahora y en ese momento, donde surgirá la Gran Revolución: Las clases medias (que se quedaran sin trabajo) se unirán a los obreros (que se quedaran sin trabajo) y exigirán el reparto cotidiano de la riqueza producida por los inventos del Género Humano.
Los números volverán a dar la mayoría (democrática) que venza al Poder de la Minoría (antipática).
Urge pues la invasión de los robots para que llegue la Revolución.
Está allá por el año 2050. Esperémosla y Celebrémosla con regocijo.
Paco Molina. Zamora. 25 de Octubre del 2018.
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