NI EL DENUNCIANTE, NI FACEBOOK TIENEN DERECHO A LO QUE HAN HECHO.

NI EL DENUNCIANTE, NI FACEBOOK TIENEN DERECHO A LO QUE HAN HECHO.

En el año 2009 inicie un blog denominado pacomolinadezamorablogspot.com, cuyo lema es AQUÍ HAY DE LO QUE NO HAY.

Hasta la fecha (San Pedro del 2019) tiene 2.750 entradas, es decir textos, fotos o videos que he puesto en él independientemente unos de otros.

Dado mi carácter, son de lo más variado, desde afables descripciones de distintas amistades, hasta textos políticos, pasando por relatos cortos, escritos de humor, obra literaria propia, mucho humor, etc.

Para difundir lo escrito, comparto las entradas de mi blog por Twiter y Facebook. Pongamos que unas diez al día, y sobre todo la última que haya creado.

Así llevo 10 años y nunca pasó nada. Aunque recuerdo que hace uno o dos años una entrada titulada NO HAY DIOS (unos cuantos párrafos de mi libro LA ESTAFA SEXUAL) cuando quise compartirla por facebook este organismo me puso:

“Tu mensaje no se ha podido enviar porque incluye contenido que otras personas de Facebook han denunciado como ofensivo.”

No le di importancia y seguí para adelante…..

Pero ahora, desde ayer (27 de Junio del 2019) para todas las 2.750 entradas de mi blog la respuesta es la misma. Al ir a compartir el blog por Facebook me contesta así:

“Tu mensaje no se ha podido enviar porque incluye contenido que otras personas de Facebook han denunciado como ofensivo.”

Es decir todo mi blog está censurado y bloqueado respecto a Facebook.

Y ello porque alguien ha dicho que le ofende.

Son 770.000 vistas las que ha tenido el blog en estos 10 años sin que nadie se  sintiera ofendido, o sí sufrió mucho apechugando con lo que es la libertad de expresión, o simplemente no volviendo a leerme. 

Y ahora de repente, alguien anónimo me denuncia con éxito para sus propósitos de censurarme, y daño para los míos (comunicar lo que pienso por si es útil).

Pues bien. Llegados aquí reparemos en que, si todo esto es grave por lo que  supone el ir contra un derecho fundamental (la libertad de expresión) lo es más por 4 motivos que aquí denuncio.

1º.- Se está censurando a un ciudadano ( a mí en esta ocasión) por la denuncia de otro que dice sentirse ofendido.

Pero ¿Cómo demuestra ese señor que está ofendido? ¿Cómo se puede dar validez a lo que alguien dice sin poder verificar lo que dice? ¿Existe el ofendidómetro?.

2º.- Encima no se le comunica al perjudicado (yo) quien le denunció, por lo que no puedo saber si el presuntamente ofendido, lo ha sido por motivos religiosos, o políticos, o chistosos, o por qué.

Téngase en cuenta que lo que este ciudadano (u organismo) ha conseguido con su anónima denuncia es causarme un perjuicio, digamos que espiritual (me apetece intentar que la gente lea lo que escribo); con un castigo además desmedido respecto a la presunta ofensa (que no me la creo) que yo le hay producido, pues no puede ser que de 2.750 entradas de mi blog, todas le hayan ofendido (¿también aquellas en las que hablo del cariño elemental de uno por sus padres fallecidos?

3º.- Tampoco  FaceBook, o blogger, o el que censura, da ninguna oportunidad al castigado (yo) para que recurra o anule lo que presuntamente ofende (¿).

Con lo que la indefensión ante un acto que va contra la      libertad de expresión convierte el castigo en un acto dictatorial que ofende al sentido común. Todo acusado tiene derecho a defenderse y a saber de qué se le acusa.

Por tanto este bloqueo de Facebook a mi blog, dando pábulo a presuntas ofensas recibidas por un tercero, es algo injusto y radicalmente deplorable.

4º.- Al argumento de que Facebook es una empresa privada que por lo tanto puede hacer lo que quiere no le vamos a llevar la contraria, pero…

Pero si presume de ofrecer un lugar de encuentro en libertad así debe hacerlo. Y cuando no lo haga debe explicar por qué no lo hace.

Que Facebook reprime la publicación de desnudos es conocido. Mediante una algoritmo, si detecta alguno de los elementos sexuales del mal (pezones, vaginas o penes), te anula la publicación y te castiga una temporada por tu pecado (ya sufrí eso y ahora soy creyente confeso).

Bien, pero te da la posibilidad de alegar, y sobre todo de expiar (purgar) tus pecados pasado un cierto tiempo.

Pero prohibir para siempre las 2.700 entradas de un blog (más las nuevas como ésta) con el argumento de que alguna ofendió a alguno, eso es pura dictadura.

En consecuencia, exijo mi derecho (por mi y por otros) a poder defenderme de la acusación. 

A saber quien me acusó. 

Y a poder saber que paginas o entradas de mi blog bastaría no compartir para no ofender    ¿a quién?.

Paco Molina. Zamora 28 de Junio del 2019.