María Luisa Álvarez Manrique.
Profesora de Matemáticas
El Universo. Vía Lactea. Sistema Solar. Planeta Tierra. Continente Europeo. España, Andalucía, Granada, el Albahicín, Residencia de Universitarias “la Bombonera”, primer piso, habitación con ventanas a la calle. En ella una chica, casi niña, feliz.
La suerte le sonríe, y en esto…¿qué ocurre, qué ocurre?.
En esta noche clara de inquietos luceros lo que te queremos te vengo a decir.
Abre el balcón y el corazón, mira que pasan los compas
Es la tuna, la tuna de Veterinaria de Granada, la de los más burros.
El nerviosismo se desata, las compañeras de habitaciones peor situadas, bajan y van a la habitación de la chica/niña feliz, y claro suspiran de placer embelesadas, hasta que aparece una monja y disuelve la orgía, acusándolas a todas de estar haciendo el amor desde la ventana.
Comienzan así los primeros pasos de investigación sobre la inseminación artificial en España y la vida académica de Marisa.
Cuando María Luisa solicita entrar en las Universidades Laborales corren vientos revolucionarios. Tal es así que, de aquellos tiempos, el Departamento de Matemáticas aún conserva el carácter rotatorio del puesto de Presidente del mismo; cuestión que era extensible a todo tipo de profesor, hasta que la ley -retrocediendo- lo limitó a quienes reúnan ciertas características.
En esa línea ya no iban a ser los Salesianos quienes decidieran el orden de preferencia para un nuevo ingreso sino un baremo previo.
Ese baremo había sido confeccionado entre todos los miembros del departamento y era rigurosamente social. Se puntuaba entre otras cosas el estar o no en paro y la situación familiar.
Sí recuerdo, porque se me quedó grabado, que María Luisa puntuó más que alguien por estar ella en paro y porque estando casada- no recuerdo si con algún hijo ya- su marido, Esteban, también lo estaba. Y se me quedó grabado el dato, digo, porque sin pasar mucho tiempo su hombre encontró también curro, y me dije ¡¡qué suerte ha tenido Marisa!!
La suerte es fundamental en la vida, es la clave de bóveda sobre la que se edifica nuestra presuntuosidad. Bastaba con que hubiéramos nacido un continentito más allá o uno más acá para que hubiera que vernos.
Y mecidos por la suerte, Marisa llego aquí, junto a nosotros, y acariciada por ella, por la suerte, dio sus magníficas clases, tuvo sus fenomenales hijas ( e hijo), consiguió un prestigio y nos dio a todos prestigio desde su jefatura y su compañerismo.
Marisa está tan embebida de docencia que a sus alumnos les dice. “Ay si fuerais mis hijos”. Y a sus hijos “Ay si fuerais mis alumnos”. ¿Se puede estar más inmerso en la propia profesión?
Hasta que la suerte, siempre la suerte, quebró su trayectoria,
la de la suerte misma, no la de ella que con ella no ha podido. Y se las hizo pasar canutas.
Y nació, si no existía ya, Marisa la valiente, madre coraje, compañera fuerte, persona valiosa.
Y su primera caída fue la mala noticia, y se levantó;
y la segunda caída el tratamiento de muerte para vivir; y se levantó,
y volvió, leona, a las aulas;
y la tercera caída la recaída y se revolvió, ni sabemos cómo, ni se sabe cómo, y volvió a ponerse en pie, y a decirle a la vida:
“ ¡¡¡eh que aquí estoy YO!!”.
Y a los suyos “¡¡¡eh mis niñas, mis niños, aguantar que aquí estoy YO!!”
¿Habéis visto Gladiator? pues así es ella, Guapiator : ¡¡¡qué empuje, qué garra, qué fuerza, qué mérito!!!.
Y de nueva la suerte cambió el tercio, y ahora, Marisa, vuelve un periodo bueno para ti porque aunque no te jubilas como las demás ¡¡te jubilas!!!
Es decir la sociedad te reconoce el derecho a no trabajar más, la sociedad te pone la medalla del deber cumplido, si, por Incapacidad Laboral Permanente, pero tras muchos años de Capacidad Laboral Sobrada.
Y dejas la responsabilidad del tener que trabajar sólo tres años antes de lo previsto. Poco tiempo. Para que compruebes así que tu ciclo laboral debes de darlo por suficientemente cumplido,
y mucho tiempo – tres años antes- para que mates de envidia a muchos de quienes aquí están que a ver si se jubilan antes de los 70.
Pasas a cobrar-diría que más incluso- sin dar clases o sea entras en el paraíso terrenal,( en el terrenal, no el otro, aunque creo que el otro tampoco está mal según Tadeo ) y eso hay que celebrarlo y por todo lo alto.
Eso sí con discreción María Luisa, que no es cuestión de que estos que nos invitan, y encima con cariño, a comer, nos acaben odiando de envidia.
Marisa, debes de estar contenta,
y por lo que te quieren y has hecho por los tuyos, además, de contenta, feliz;
Marisa debes de estar satisfecha
y por lo que te queremos y has hecho por tus compas, encima, de satisfecha, dichosa.
A los tuyos les has dado cariño, apoyo, y vida.
A nosotros nos has dado ejemplo, ánimo y una lección, la lección de las mil lecciones.
Ay si tu fueras alumna nuestra ¡¡¡nadie se querría jubilar!!!
En nuestra mente siempre quedará El Teorema de María Luisa Álvarez Manrique: ¡¡Valentía y lucha!!. Guapísima.
Brindemos por Marisa: Fantástica y linda
JUBILACIONES 2011. Paco Molina