Mª Angeles Felipe Larma Profesora de Ciencias Naturales

Mª Angeles Felipe Larma

Profesora de Ciencias Naturales

Sentimos Mariángeles, como ya te han manifestado todos, que falleciera tu madre.

Cuando por primera vez vuelvas a la Manga del Mar Menor, esta vez sin ella, queremos que si te cae alguna lagrimilla no sea de dolor y si de emoción, pensando que aquella ya es para ti la Manga del Gran Amor, el que viviste en su compañía, y el del bello recuerdo y amor que te has ganado de todos nosotros por tu carácter simplemente exquisito e inigualable. 

Y nos alegramos de verte aquí porque eso es que has comprendido que esto es una acto de cariño inmenso que nos damos unos a otros con cualquier disculpa, pues si no fuera por las transfusiones de afecto ¡¡qué sería de nosotros!!. 

Tú no podrías ser de ninguna otra asignatura. Eres, como tus queridas CIENCIAS NATURALES, natural hasta decir basta, deliciosamente natural.

Durante años este instituto ha tenido la suerte de sentir tu caminar, casi flotando, por sus pasillos, y de disfrutar de esa capacidad tuya para crear buen ambiente, purificando la atmósfera a veces cargada de cualquier centro de trabajo, gracias a esa sonrisa tuya más del alma que del cuerpo.

Cuando nos cruzamos contigo sea en el ala Norte o la Sur, tal es la dulzura de tu semblante que no sabemos si sales o entras en clase. 

Siempre  está sonriendo tu alma, y tanto que dan ganas de besarte, venga o no  a cuento.

Tan sorprendente es la dulzura de tu carácter que creer que a veces te dolía la cabeza es algo que asumimos porque tu no mientes.

Con tanto encanto, con tanta suavidad en la relación humana, no nos cabe otra cosa que deducir que tu ingreso en la cofradía de “quienes prefieren vestir santos a desnudar idiotas” ha sido deliberada y consciente. Enhorabuena.

Mariangeles es tan positiva que en la serpiente venenosa no ve el veneno, ni en la babosa la baba, ella sólo ve de cualquier cosa únicamente lo amable, lo armónico, casi lo musical de la existencia.

Mariángeles es una docente de una vocación atroz. No pára de querer saber y no para de querer enseñar. Mariángeles disfruta con los congresos para aprender más, con las clases para enseñar más, con la docencia para aprender enseñando y para enseñar aprendiendo.

Mariángeles. Eres de una vocación incuestionable, y has de saber que desde que llegaste a la UNI se elevó la categoría del centro.

Has sido una bendición chiquilla, y encima estás como una rosa de bonita.

Incluso el sonido de tu voz es musical. Amiga te llames como te llames, eres “un ángel”.

Un brindis por Mariángeles.  Inteligente y divina