La basura huele
En un programa de la prestigiosa cadena de televisión Euro News (noticiario europeo en castellano) dieron la siguiente información.
El motivo de la noticia tenía que ver con la última huelga de basuras en Italia pero la moraleja es extensible a todos los países, y lo que contaron fue esto:
Se habían encontrado dos mafiosos tras una decena de años, y le dijo uno al otro: “¿Es verdad que has abandonado el negocio de la droga?”. “Si –responde el aludido-ahora me dedico a las basuras”.”Pero ¿eso deja pasta?” recontesta el amigo cada vez más intrigado.
“Ya lo creo. Mira, las administraciones públicas pagan por tratar un kilo de basura entre 0,21 y 0,60 céntimos de euro, según el tipo de desperdicios. Pero esa operación tú la puedes hacer por 0,10 o 0,12 céntimos el kilo”
La veracidad de lo dicho está en que la conversación provenía de la policía que los estaba espiando, creo recordar.
Pues muy bien pero ahora nos toca analizar a nosotros. Si lo que le pagan al tratante de basuras oficialmente ya es negocio en si pero él, encima y sin escrúpulos, gasta sólo la mitad en unos casos y en otros hasta la sexta parte, el negocio es insuperable y además legal.
¿Y cómo hacer la trampa? Muy sencillo, nadie va a ir a comprobar si algo sucio, infeccioso y que huele mal se está cuidando como Dios manda o sólo a medio tratar.
Por eso la mafia, en Italia al menos, se ha metido a manos llenas en el negocio de la porquería.
Y en estas no encontramos con que a Zamora le otorgan-sin pedirlo nadie-el honor de ser la primera de las 9 provincias de la región con un basurero de Residuos Industriales No Peligrosos.
Pero el peligro está en que producen livsiviados (que es el liquido inmundo que supura nuestra bolsa de basura si tardamos en bajarla) y ese liquido puede acabar en el río, en el Duero, porque este nuevo basurero lo colocan en Fresno de la Ribera , a la vuelta de la esquina como quien dice, y enseguida enfila a tu ciudad.
El fresco
Publicado en La Voz de Zamora en el año 2008. Afortunadamente el proyecto citado fue desechado, aunque todo lo demás sigue vigente