HACIENDO POR REPOBLAR
(Uno de los momentos en que los políticos al uso hacen más el ridículo es cuando tratan de afrontar el problema de la despoblación. Se ve que entre las tonterías más sonadas estaba una que se le ocurrió a no se quien. En ella se basa el escrito que sigue)
Carta al Presidente de Castilla y León (allá por los años 80 del siglo XX)
Recibido el mensaje que a través de los medios de comunicación nos hacen llegar quienes como usted han adquirido el compromiso de velar por el futuro, en el sentido de que nuestra tierra se está despoblando, leí con atención las posibles soluciones que se nos indican.
De ellas, tal vez en la única que puedo colaborar, y eso de una forma indirecta, es en la cuestión del aumento de la natalidad.
Consciente de que algo hay que hacer para que esto no sea una “reserva de la Tercera Edad”, le plantee el asunto a “mi mujer”.
Naturalmente, al principio, creyó que yo estaba de guasa.
Compréndala, pero en esta sociedad hedonista en la que nos movemos, cuanto más pobre es la tierra más hedonistas son sus habitantes.
No obstante le hice recapacitar con el tema del porvenir, de que algo hay que hacer por esta autonomía, bueno y todas esas cosas que ustedes saben decir mejor que yo.
Y no lo debí hacer tan mal, pues algo predíspuesta quedó. Aunque no del todo.
Sin embargo tenía yo un dato que ella desconocía, el que la Junta va a dar pasta por tener hijos. Así que se lo dije.
“Mira mujer, que nos dan 600.000 pesetas (3.600 € ) al mes si el tercer niño tiene alguna deficiencia y eso es una cantidad nada despreciable”.
Naturalmente, aunque ella tiene sólidos valores morales, la convencí.
Y quedamos para “salvar la patria”, un sábado (en realidad no estamos casados, ni vivimos juntos, pero pensamos hacerlo -casarnos por el Ayuntamiento-, y además un bebé es un bebé para esto de no despoblarse, así que no creo que exista después ningún problema).
Habíamos empezado los arrumacos que recomiendan para que la coyunda sea perfecta, cuando a ella se le ocurre decir que los 3.600 € no son al mes sino que son al año.
Naturalmente se originó una discusión que nos enfrió los ánimos, y ese es el motivo de que me dirija a usted, para que nos aclare quién de los dos tiene razón, si ella que mantiene que son 3.600 € al año por el tercer hijo minusválido o yo que mantengo que son al mes.
Porque claro, ella, al año, no ve claro que el asunto compense, máxime cuando aún no hemos tenido ninguno.
Sin embargo yo, 3.600 € al año tampoco lo veo muy mal, pues al fin y al cabo el trabajo de procrear, para el macho, no es excesivamente ingrato.
¿Son al año o al mes?
Aunque, resulta que ahora, va y me dice el cartero al ir a echar la carta, que ni al año, ni al mes, que son de una sola vez.
Aclárenos, porque así no hay manera de procrear ni por la patria.
Paco Molina. Zamora. Años 80 del siglo XX
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