Trabajar
El que todo aquel que trabaja sueñe con sus vacaciones, no niega la necesidad que tenemos de trabajar.
No olvidemos que el trabajo, ya no como medio de subsistencia, sino como medio de evasión,es de los mejores que existe, y ante el problema misterioso de por qué vivimos, todos los actos que nos hacen olvidarlo (pasar de él) son buenos y necesarios para la persona.
Por supuesto que el trabajo, inherente a la naturaleza humana, no tiene, tal vez, que ver con lo que hoy conocemos por trabajo y que obviamente, el bueno debe ser el trabajo en cuanto acto o serie de actos capaces de modificar el pequeño mundo que nos rodea.
Pero sin meternos en “metafísicas de once varas”, es curioso cómo, incluso para esta actividad, el trabajo, que es para lo que parece que está preparado el sistema educativo, TAMBIEN lo hace mal, porque no sólo es cuestionable en sus programas y contenidos, sino que es una fuente de desilusiones, amén de una fábrica de enemigos del propio trabajo.
La escuela no despierta la ilusión por la vida, y menos, claro está, la ilusión por el trabajo. Los programas….largos como ellos solos. Las asignaturas….cuanto más mejor. Los horarios, que más parecen TORTUARIOS (siempre aquí y quieto). Las tareas, todo, todo.
Todo ello por fuerza tiene que llevar al niño, al adolescente y por último al universitario, a ver cualquiera trabajo como "trabajo forzado" (por el que, menos mal que pagan).
Naturalmente la alternativa a este plan de estudios va implícita en las propias críticas del párrafo anterior, y curiosamente se abraza, en gran parte, a lo propuesto en los apartados referidos al amor y al juego.
Y por último, otro defecto, es que no se instruya (ya que tanto gusta instruir) al que no sabe sobre que EL TRABAJO DEBE SER UN BIEN SAGRADO, como medio de vida, de evasión, de realización y de creación que es.´
El inocular, más o menos subrepticiamente, que hay que aceptar el desempleo como algo inevitable, de la misma forma que en su día se buscó que se aceptaran como inevitables las guerras, es sencillamente UNA ESTAFA CULTURAL.
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