¿QUIÉN ARRUINA AL EMPRESARIO?

¿QUIÉN ARRUINA AL EMPRESARIO?

Otro empresario más fuerte (con más capital) que él.

Cree el empresario que el éxito es fruto de su trabajo y el fracaso culpa de sus obreros.

En fin un error, aunque esto es disculpable porque es ley de la naturaleza que todos nos tengamos en gran estima: “yo me estimó, tú te estimas, él se estima, etc.”

Sin embargo, la equivocación es doble: La riqueza del empresario la generan los obreros (comprendo que esto lo dice Marx, y que Marx es un tío muy malo, pero en fin en algo tenía que acertar), y la ruina la producen, la competencia, es decir otros empresarios.

Veamos por qué:

1º.- El empresario que se arruina es porque no vende

2º.- Si no vende él es porque venden otros

3º.-Si venden otros es porque venden más barato

4º.- Se otros venden más barato que él, es porque: a) O  los obreros de la competencia producen más, b)  O la competencia tiene menos obreros y menos gastos.

Entonces es cuando el empresario piensa, si consigo que mis obreros produzcan más o despedir a unos cuantos…, me salvo.

Pero para pedir más productividad tiene que pagar más, así que ante eso, opta y prefiere, pedir el despido libre y gratuito, (de esta manera podrá tener tan pocos obreros como la competencia) y así vender más barato y ser más competitivo.

Mas, si ese razonamiento fuera válido, bastaría con tener un obrero menos que la competencia para vencer.

Aunque entonces la competencia haría lo mismo para volver a ponerse en  ventaja.

Ante lo que nuestro empresario, dispuesto a no perder, respondería volviendo a despedir  al grito de

¡Hay que tener un obrero menos que la competencia!.

Pero claro, de nuevo la competencia atacaría igual, con lo que pronto llegaríamos al absurdo que sólo sin obreros se puede ser competitivo; cuando es un hecho comprobado que la empresa grande se merienda a la chica porque “puede ser más competitiva”.

Así pues, queda claro que no son los obreros los que arruinan a una empresa, si no la competencia.

Ah!. Y si todo el mundo ganará menos, los precios bajarían, pero como todos los consumidores tendrían menos dinero, verían los precios igual de caros.

Paco Molina. Zamora. Años 80 del S.XX