LA PLAZA DEL FRESCO
LA ZAMORA TEATRAL
Que en Zamora hay grandes cosechas de aficionados al teatro se constata observando la cantidad de grupos dedicados a la cosa que hay.
Algo parecido a las cosechas de poetas. Aquí das una patada a un árbol y te hacen un soneto.
En Zamora hasta los políticos hacen teatro, y cobran por ello.
En esa línea, en la teatral, este año se modificó la estructura de la antigua MEDIEVALIA.
Ha sido un acierto. Mezclaron a varios teatro-adictos y les ha salido una cosa bordada.
Que el tiempo –magnífico- ayudó. Que el marco-soberbio- ayudó. Que la versión del drama –más aparente- ayudó. Pues claro.
Pero los de la puesta en escena, los directores de escena, los actores, las narradoras, la imagen y sonido, los del vestuario, los de la organización (eso de que no empezara cada acto hasta que había llegado el último de los espectadores de la “estación” anterior) han demostrado que son muy competentes y buenos, y que pueden dedicarse a esto.
Incluso la intención turística de usar ese “vía crucis” para vender una ciudad “que hay que ver” resultó perfecto (Mirador del Troncoso con la muerte del Padre; rincón de la Zamora de callejuelas con el mosqueo de uno de los herederos; Plaza del Obispo con problemas de amores; escena del Castillo con Torre del Homenaje al pasado zamorano; plaza de la Catedral convertida en Campo de la Verdad de tanta mentira) ha sido fantástico y genial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario