CARTAS DE AMOR A UNA DESCONOCIDA
–Carta nº1-
Estoy seguro de que existes. No puede ocurrir que no haya una mujer como tú. Suave, que acaricie mi pelo. Juguetona, que sea el eco de mi risa. Bonita, que sea un placer mirarte. Atractiva, que sea un dolor dejarte. Inteligente, que me enseñe a vivir.
Estoy seguro de que existes. Tienes que existir, porque si no ¿qué va a ser de mi?
¿Quién me va a ver los dientes cuando río? ¿Quien me va a ver las lágrimas cuando lloro? ¿Quien va a pensar en mi cuando pasa mi tiempo?
Estoy seguro de que existes, y casi se tu nombre, y cuando lo sepa del todo, lo escribiré, lo besaré, lo masticaré, lo uniré a la vida que corre por mis venas.
¿Estoy seguro de que existes? ¿Por qué no te me apareces para darte mi suavidad, mis juegos, mi presencia, mi mente?
Existe, por favor, existe, para que yo te haga feliz o por lo menos vivir en el empeño
Ya se tu nombre. Existes amor
-Carta nº 2-
Qué emoción verte ayer, qué guapa estabas ¡qué atractiva!
¿Sabes lo que me gustaría? Tener una cuarta más de estatura, una cuarta más de gancho y una cuarta más de inteligencia; para que repararas en que existo, para que vieras y sintieras cuánto te necesito.
Necesito tu amor, necesito que me quieras tanto que mientras estudies escribas mi nombre en todas partes, que mientras lees no puedas concentrarte, que mientras trabajes te acompañe la alegría d mi recuerdo.
Quiero que cuando estés con otro hombre y te pregunte: “¿En qué piensas?” y tú le respondas: “En NADA”, ese NADA sea yo.
Quiero, quiero, quiero, te quiero
–Carta nº3-
Estoy tan enamorado de ti, te necesito tanto, que hasta el que estemos o no en la misma ciudad es para mí definitivo.
Por eso temo el verano, porque posiblemente te vayas y Zamora se quede mustia sin ti, al no tener la sensación de que, si no en mis brazos, por lo menos estás cerca.
Porque entérate me gustas tanto que has producido en mi algo sorprendente; ahora , desde que te he visto, desde que te he contemplado, todas las demás mujeres me parecen poca cosa
Si al menos pudiera verte con ese bikini invisible que te has comprado, ¿o no te lo has comprado?
Será que soñé que te lo probabas…....es que me tienes turulato, mi chavala.
–Carta nº4-
Estoy tan impregnado de ti, te necesito tanto, que hasta el que estemos o no en la misma ciudad es para mi definitivo.
Por eso temo el verano, porque posiblemente te vayas y Zamora se quede mustia sin ti al no tener la sensación de que, si no en mis brazos, por lo menos estás cerca.
Porque entérate, me gustas tanto que has producido en mi algo sorprendente; ahora, desde que te he visto, desde que te he contemplado, todas las demás mujeres me parecen poca cosa.
Si al menos, antes de irte pudiera verte con ese bikini invisible que te has comprado.¿O no te lo has comprado?¿o si te lo has comprado?
Será que soñé que te lo probabas…..es que me tienes turulato, mi chavala.
- Carta nº 5-
Mi amor por ti sigue en caliente.
Y por eso me refresca verte salir del agua cuando acaba tu baño; llena de gotas que felices se ponen como locas a correr por tu piel, metiéndose por todos los escotes que tiene ese cuerpo tuyo capaz de poner en pie de guerra lo que se le ponga por delante.
Lo que siento por ti me desboca y por eso tal vez me paso, o acabaré pasándome, en lo que te digo… pero comprende amor, mujer-mujer,, que hasta que no te tenga, para mi, no habrá ni paz, ni guerra
Eres mi nudo, mi alma, eres, entérate, mi agua.
- Carta nº 6-
Eres preciosa. No tienes precio.
Me gustas por arriba y por abajo, por la derecha y por la izquierda, por delante y por detrás.
Me gustas totalmente.
No es que sueñe contigo, es que no duermo pensando en ti.
Me gustaría esta película:
Warner Bross presenta: UNIDOS
Protagonistas tú y yo.
Sería un largometraje en el que no haríamos otra cosa que el amor, y que sólo se interrumpiría, como en los anuncios de la tele, para que pudiera decirte: te quiero amor, te amo mujer, te necesito….y aquí tu nombre; ese que aún no se, pero que suena dentro de mi como suenan las campanas en el valle…envolviéndolo todo.
- Carta nº 7-
El otro día te vi, y te tuve tan cerca que me quedé con la boca abierta. Desde entonces mis amigos me llaman el buzones.
Pero eso, vida, no me desespera, lo que me desespera es que no des señales de amor.
A lo más casual es porque no me conoces. Mira: Mido 1,86 y pico. Soy fuerte pero no musculoso. Pelo negro y rojizo. Ojos verdes y claros. Tez oscura. Sin vello en el cuerpo, salvo las zonas de barlovento y sotavento, que supongo sabes cuales son.
En fin, soy físicamente perfecto, aunque se que tú a eso no le das importancia; se que tú quieres un hombre que te quiera, que te mime, que te cuide, como tú querías, mimabas y cuidabas a tu muñeca favorita cuando eras pequeña.
Entérate. Sé que, aunque sea un mentiroso, podría hacerte feliz.
- Carta nº 8-
Estoy seguro de que existes para el amor.
Eres como una Diosa de Placer.
Placer de verte,
placer de oírte,
placer de desnudarte,
placer de besarte,
placer de profundizarte,
placer de buscarte,
placer de olerte,
placer de escucharte,
placer de seguirte,
placer de vivir entre tu alma,
placer de decir tu nombre recordándote.
¿Dónde estás?
- Carta nº 9-
Qué a gusto me sentí el otro día al coincidir contigo en aquella tertulia. Disfruté viéndote hablar, oyéndote reír, rozando tus dedos al acercarte la copa.
Pero cuando me sentí bien-bien ¡tanto que a lo mejor eso era la felicidad! Fue en los momentos en que tus ojos se cruzaban con los míos y, espero no engañarme, tuve la sensación de que sostenías mi mirada.
Uaaaaaaagh. Cómo te quiero, chavala mía.
- Carta nº 10-
¿Podré bailar alguna vez contigo?
¿Podré rodear tu cintura con mi brazo y atraerte junto a mi cuerpo, hasta esa distancia en que el perfume de tu ser se mezcla con el de tu colonia?
¿Podré sentir la tibieza de tu blusa y el misterio de tu encanto?
¿Podré apoyar tu mejilla junto a la mía y hablarte susurrándote al oído?
¿Podré mirar tus ojos tan de cerca que sienta la emoción de saberme querido por ti?
¿Podré….?
- Carta nº 11-
Querida desconocida; permíteme que te llame así,
pero es que aunque he visto tus piernas no sé donde empiezan,
aunque he visto tu escote no sé donde acaba,
aunque he visto tus manos no sé donde juegan,
aunque he visto tus ojos no sé donde miran,
aunque he visto tus labios no sé donde besan,
aunque he visto tu espalda no s donde reposa,
aunque he visto tu cara no sé donde se cobija
y aunque he visto tu alma no sé si soy digno de ti.
Sólo sé algo de ti: TE NECESITO.
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