MUS, BRISCA Y PARCHIS
Mientras España ha demostrado que es grande en esto del fútbol, durante las fiestas de San Pedro, en el Círculo de Zamora, antiguo casino, se ha celebrado un emocionante campeonato de Mus no tan divulgado.
Resulta que en nuestra ciudad hay un grupo de aficionados a los juegos de mesa (sin pretensiones) que se han unido en torno a algo así como la Asociación de amigos del Mus, la Brisca y el Parchis.
Y esto tiene un mérito increíble porque normalmente la gente se junta para meterse bajo el palio del prestigio y presumir de lo que hacen.
Pero ya me dirán ustedes qué merito tiene decir que te gusta jugar al parchis, o la brisca o al mus.
Aunque en el caso del mus la cosa puede tener miga, como la tuvo el Tercer Torneo musístico organizado por esta peña.
Antes de seguir quede claro que la organización de este torneo, con infinitos premios y patrocinadores, nos habla de unos aficionados, profesionales de lo bien hecho, ante los que hay que quitarse el sobrero. Menudos premios, menudo orden, menudo esmero
El Rey del Pollo y el Rey del Bacalao-Juárez-se echan cada año un órdago a la grande de padre y muy señor mío, y juntan unas cien personas o parejas que disfrutan tratándose de engañar unas a otras para ganar con malas cartas y si es con buenas mejor.
Porque el mus, señoras y señores, es un juego de pícaros donde los haya en el que con lo que te toque, tienes que o darte mus maldiciendo tu suerte, o apostar a que la tienes grande y a la vez chica, insinuar que tienes parejas que dan envidia y echar el resto porque tu juego es de primera, pudiendo ser todo verdad o mentira.
Real como la vida misma