SI
NOS INVADEN ¿LOS MATAMOS?.
Ante la avalanchita
de pateras que nos invaden, los más duros (de mollera) proponen, de momento,
dejarlos morir en el mar.
Y se supone que si no
mueren por accidente habrá que matarlos (que para eso inventamos la OTAN, para
defender nuestro presunto bienestar).
Pero veamos que no
necesitamos ser tan bestias.
En Europa somos 500
millones de personas.
Si barcos como el
Open Arms siguen con la manía de salvar vidas humanas, se dice que eso puede
crear un “efecto llamada” de inmigrantes africanos (gente de tez oscura).
Es decir, la idea de
las gentes de orden (siempre que éste les favorezca) es que el número de personas
ahogadas sea lo suficientemente alto como para que a los Parias de la Tierra se
les quiten las ganas de huir de la miseria en que les dejamos.
Veamos que este
planteamiento de los duros (de mollera) no tiene ni pies, ni cabeza (aunque si
tiene egoísmo y racismo).
Supongamos que nos
da por salvar a todo bicho viviente por eso de la solidaridad, la humanidad y
el deseo de ser buenas personas.
Eso crearía un efecto
llamada bestial.
Así que, pongamos que en varios años, y al ver
que no se mueren, vienen a la Rica Europa 10 millones de asio/africanos.
Todo eso supondría que
Europa en 20 años pasaría de 500 millones de habitantes a 520 (Si, ya se que
faltan en los cálculos los nacimientos propios, pero parece que esos se compensan
actualmente con los que mueren).
Entonces la pregunta
es: ¿Realmente Europa no es tan rica como para no resistir ese tímido crecimiento?
Proponen, los duros
más blanditos, que para evitar que vengan los inmigrantes invirtamos (dinero)
allí (en los países de origen).
Como si ese dinero
no fuera el mismo que no quieren que se use aquí para que no mueran de hambre.
Hemos denominado a
quienes así piensan (una triste mayoría) como duros (de mollera) porque en el
fondo son unos racistas (no soportan gentes de otro color o saber).
Demostrémoslo: Estas
gentes (los duros de mollera) proponen resolver el problema (que no lo es) de
la Europa (o la España) vaciada a base de nacimientos.
Pero ¿qué diferencia
hay entre un inmigrante (ya nacido) y un europeo (recién nacido)? Únicamente el
que uno de ellos es de otra raza.
Si en Europa somos
500 millones, resulta que 250 son mujeres. Quitemos a las niñas y a las mayores
de 40 años, y nos quedamos con 100 millones de europeas en edad fértil.
Se supone que si
ahora no paren es, o porque no les da la gana (libertad) o porque el sistema económico
(el capitalismo) falla.
Luego dejémoslas
estar (más o menos felices). Porque si han de parir 10 millones de niños (o
más) para evitar la despoblación, habrá que obligarlas a quedarse embarazadas (y así empezó el machismo).
Así que, resumiendo,
no querer inmigrantes y si nacimientos es racismo.
Querer que la agente
muera para que no nos den la lata, es brutismo.
Y pretender que el
mundo se pare para que nosotros vivamos bien, conformándose los que viven mal
con vivir mal, es ilusionismo.
Por tanto, si hay
libertad de circulación para los capitales que la haya también para las personas
(profundizaremos).
Paco
Molina. Zamora. 13 de Octubre del 2019
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