ESTUDIOS PARA ZAMORA
El capitalismo, como su nombre indica, significa que todas las leyes del Estado tienen como fin proteger y promover el capital ya que sin capital no hay empresa, y sin empresa no hay creación de riqueza, ni de puestos de trabajo.
Por otro lado, “capital” es toda cantidad de dinero que no tiene otro fin que multiplicarse a si misma.
Para ello, el camino adecuado a seguir es el del mercado, es decir, la compra-venta. Compro a tanto y vendo a tanto más equis.
Como el capitalismo es reciente no ha conseguido la perfección y por eso de cinco mil millones de personas, cuatro mil viven en la miseria material, y el resto en la miseria sexual.
Estos mil millones sin embargo viven en un mundo triunfante, cuyo éxito se debe a la dinámica descrita.
Dentro de ese mundo triunfante se encuentra Zamora, por lo que deberíamos estar exultantes, y sin embargo y con razón, Zamora se queja.
No le va tan bien como a las zonas circundantes.
La razón de esta situación material depresiva está en que las sociedades capitalistas el dinero va allí donde se reproduce/multiplica más rápidamente.
Esto hace que Zamora, para no verse en la ruina y puesto que todo es un mercado de compra-venta, como se dijo, tiene que ponerse como loca a vender algo.
Hoy día todo el mundo vive de vender algo, desde el alma, los tránsfugas, hasta los que te salvan el alma, que te venden un futuro paradisiaco, y nunca mejor dicho.
Ahora bien. ¿Qué puede vender Zamora que sea competitivo en un mundo donde no tenemos ni Mares Flores, ni Grandes Hermanos?
Títulos. Solo nos queda, en Zamora capital, la subsistencia a base de vender títulos.
Si, títulos, esos papeles donde se dice que Fulanito o Benganita son capaces de hacer la “O" con un canuto de medicina, o de tornero, o de maestro, etcétera.
En ese sentido, el de que hay que vender títulos, sin decirlo tan descaradamente para no ser groseros, hizo que se especulara mucho sobre qué tipo de estudios se debían impartir en el Campus Universitario para que así acudieran mas alumnos a comprar títulos.
Por esas fechas se habló de traer titulaciones con prestigio. Es decir lo que se llaman humanidades (porque se encargan de lo humano en vez de lo animal) y que son la historia, que no es otra cosa que la historia de la censura o sea de la mentira, y la filosofía que es la historia del brazo intelectual del poder (las religiones son el brazo místico).
Otros apostaban, porque había que conformarse con un Campus Técnico, con carreras de estas mas plebeyas pero que también venden muchos títulos, pues siempre será necesario fabricar cosas que no sirvan para nada.
Los que defendían estos tipos de estudios añadían que lo único que había que garantizar era la calidad, para así ser competitivos.
Se ve que estos, no son de letras porque precisamente para vender títulos, un campus sin calidad puede ser más competitivo (competitivo es que si yo me puede llevar el ultimo mendrugo de pan y tú no, te fastidias).
Se imaginan la cantidad de estudiantes que vendrían aquí en cuanto fuera más fácil aprobar.
Solo con que todos los que por esos mundos están con una asignatura de carácter técnico atascada, vinieran aquí a acabar la carrera nos forrábamos.
Podría ser el eslogan de nuestro campus ese de " Vente a estudiar a Zamora, donde sólo repite el ajo".
No recuerdo como sigue esa polémica, pero si se que en el Campus va a sobrar sitio y que se pueden meter más fabricas de títulos.
Y así, me veo a los del Plan de Choque chocando con todo tipo de obstáculos, pues, piden tal carrera y les dicen que ya se la llevó otra provincia, piden tal otra y les dicen que es repetida, o la de mas allá y les saltan con que no hay profesorado, etc, etc, etc.
Ante esto y como ciudadano que debe contribuir al desarrollo infinito para que todo el mundo tenga trabajo, porque repartir el que hay sería de animales y no de humanos, aporto mi granito de arena (de playa, que para eso estamos en verano).
Se trata de que nuestras instituciones propongan la creación de una nueva carrera, y como inventores de la carrera la implantación, con carácter de única en España, de los Estudios Conducentes a la Obtención del título de Licenciado Cómo Representante de Futbolistas.
(Los de otros deportes se los podemos dejar a otros lugares para que vean que somos solidarios).
El asunto no es humo de pajas. Con lo que se está pagando por el traspaso de cada jugador y sin saber el porcentaje que se lleva el representante de cada uno (todos tienen representante o al menos los que se forran) se puede deducir que el tratante de piernas balompédicas es un sujeto que se tiene que estar poniendo las botas.
Naturalmente, este yacimiento de empleo, actualmente desregularizado, deja a los trabajadores del balón a la intemperie porque pueden estar siendo asesorados por desalmados (el que algunos asesores sean de la familia agrava el asunto, pues todos sabemos cómo se quieren las familias a la hora de repartir una herencia).
Pero es que además, a lo mejor, con unos representantes que hubieran tenido que obtener un título superior, algunos futbolistas no solo estarían cobrando cantidades astronómicas, sino que podrían llegar a siderales, que es más.
Tal vez los escépticos dirán que el número de puestos de trabajo seria limitado.
No se sabe, pero en todo caso no más limitado que los de los estudios de teología, que con que hubiera dos con el titulo bastaba pues de sobra sabemos los mortales que Dios existe, no hay más que verlo.
FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora-16 de Agosto del 2000. IMPERECEDERO
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