VIRIATO ¡RESUCITA!
Hace unos buenos (en cantidad) meses, Lusitania Oriental comunicaba aL resto del mundo libre, desde un artículo titulado “Zamora, ar” que aquí había un cuartel que ya no necesitaba el Ejército y una ciudad que lo necesitaba (el terreno) como el comer.
También se informaba de cómo el Ministerio de Defensa estaba siendo tremendamente intransigente pues pretendía recibir una compensación económica (vía efectivo o inmuebles, en eso no son duros) por retornar a la villa lo que ésta les había regalado en su día.
Así estaban las cosas entonces, pero hoy... todo ha cambiado bastante.
Resulta que en aquella época (casi un año ha) todos (incluidas las autoridades) creían que esas eran las cartas y que Defensa tenía los ases pues, regalado o no, el terreno era de ellos.
Pero en agosto, cuando los protagonistas dormían la siesta, los tipos y las tipas de IU descubren en el Registro de la Propiedad que de los 54.000 metros cuadrados que ocupa la finca, 44.000 son de la ciudad, que los cedió, solo si se dedicaban a cuartel (hoy no se dedica más que a fastidiar), y los otros 10.000 si parece que eran obsequios que hizo algún o algunos particulares al entonces Ministerio de la Guerra.
Así las piezas en el tablero resulta que, de paso, las gentes de aquí cada vez necesitan con más urgencia el espacio y pabellones de lo que en su día fue el “Cuartel Viriato”.
No hay lugares para instalar los viejos y nuevos estudios universitarios, ni los hay para colocar provisionalmente al trashumante instituto Claudio Moyano (que debido a unas obras de resurrección han de peregrinar durante tres cursos por esos mundos del aula).
Y ante esto, ¿qué hacen las autoridades locales¿. Dejación de su autoridad, eso hacen.
Porque si no, no hay explicación posible de que hasta el momento no se haya avanzado ni un milímetro en la reconquista de un territorio propio.
Que Defensa quiera llevarse un bocado de su marcha de Zamora entra dentro de la disparatada lógica del “yo, yo y los demás”, pero que los “viriatitos electos” estén en plan suplicante y mendicante, no tiene razón de ser.
A “mi general” hay que decirle.
-“Mi general, como ustedes no necesitan el cuartel y la ciudad si, deben devolverlo”.
-Bueno, si no hay inconveniente; pero claro, las instalaciones las hicimos nosotros y sería conveniente una compensación”.
-“Mi general, ya hemos hablado de esa compensación y ustedes piden demasiado, por otro lado saben que nuestra Corporación tiene una deuda que supone ruina, así que aunque quisiéramos no podríamos pagarles. Ahora bien, siempre podríamos hacerles un homenaje y regalarles una bandera. Desde luego pagarles por lo que es nuestro no lo vamos a hacer”.
“-¿Diez mil metros cuadrados son de Defensa”.
-“Mi general, 10.000 metros son de Defensa de acuerdo, pero 44.000 son de Zamora, así que, de momento, le urjo a que devuelvan esos de inmediato. Y ya que no entiendo su conducta le explico la de la Corporación y el pueblo que represento. Con los 10.000 metros suyos si quieren quédense con ellos, porque no les vamos a dar ni un duro, pero recuerde, mi general, en el plan de urbanismo figuran como de uso público así que no podrán construir”.
-“No me gusta su tono”.
-“Mi general, lamento que las cosas no se resuelvan por las buenas. A mí no me gusta su petición de dinero o terreno, así que si en 15 días no han contestado, volveremos a negociar con una manifestación detrás”.
Y es que, hay que resucitar a Viriato.
FRANCISCO MOLINA MARTINEZ. El Norte de Castilla. 30 de abril de 1990 (un mes después se asaltó el cuartel)
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