IMPUESTOS ¡IMPUESTOS! IMPUESTOS ¡IMPUESTOS! El Ayuntamiento de Zamora decidió subir los arbitrios municipales de manera fuerte a todos los ciudadanos. Este Pleno también, por si alguien tenía dudas, sirvió para confirmar que hay políticos y grupos políticos que si tienen que mentir lo hacen tranquilamente y sin rubor. Sobre la cantidad en que suben las cosas municipales que quede muy claro lo siguiente: una familia que no tenga ni coche, ni casa, ni negocio, es decir, una familia que sólo está obligada a abonar agua, alcantarillado y basura va a tener un recargo, sobre lo que ya pagaba, superior al 12% (es decir, el doble de la subida de este año del IPC y más del doble de lo que posiblemente le aumenten su salario para el 92). El resto de las familias, por supuesto que sufrirán aumentos superiores. Aclarado eso, en el pleno se vio que todos los grupos entendían que la subida tendría que ser superior al IPC. La cuestión era ¿por qué?, ¿para qué?, ¿cuánto? y ¿en qué condiciones? Para PSOE y CDS la subida debía de ser aprobada (por eso la votaron) y a cambio prometen mejorar los servicios (también habían prometido en las elecciones subidas entorno al IPC). Piden pues sacrificio a cambio de promesas. El PP defendió otra subida, algo más suave que la aprobada, pero igualmente superior al IPC. El dinero lo pondría el pueblo, y ellos ¿qué pondrían? ¡Promesas! De mejorar el servicio. (¿Dónde había oído usted, algo parecido?). Para IU, toda subida que rebasara el IPC suponía una pérdida del poder de compra—nivel de vida— de las familias; es decir, suponía pedir un gran sacrificio y por tanto ese sacrificio debía ir acompañado de un gesto (otro sacrificio) por parte de los partidos políticos ¡para dar ejemplo!, ya que la ruina del Ayuntamiento no la produjo el pueblo, sino los concejales. Además, las cantidades que se subieran, según IU, debían ser previamente establecidas junto con asociaciones de vecinos, sindicatos, empresarios y otros agentes sociales. Su propuesta, no prosperó. En definitiva, se aprobó una dura subida de tasas, impuestos y precios públicos que, como indica la memoria del alcalde referente a esta cuestión, no es más que un paso; es decir, que en próximos años, nuevas sacudidas. Francisco Molina. Concejal de IU. Zamora. La Opinión de Zamora 1992 Publicado por Paco Molina de Zamora. El Compa en 10:25

IMPUESTOS ¡IMPUESTOS!

IMPUESTOS ¡IMPUESTOS!

El Ayuntamiento de Zamora decidió subir los arbitrios municipales de manera fuerte a todos los ciudadanos.

Este Pleno también, por si alguien tenía dudas, sirvió para confirmar que hay políticos y grupos políticos que si tienen que mentir lo hacen tranquilamente y sin rubor.

Sobre la cantidad en que suben las cosas municipales que quede muy claro lo siguiente: una familia que no tenga ni coche, ni casa, ni negocio, es decir, una familia que sólo está obligada a abonar agua, alcantarillado y basura va a tener un recargo, sobre lo que ya pagaba, superior al 12% (es decir, el doble de la subida de este año del IPC y más del doble de lo que posiblemente le aumenten su salario para el 92).

El resto de las familias, por supuesto que sufrirán aumentos superiores.

Aclarado eso, en el pleno se vio que todos los grupos entendían que la subida tendría que ser superior al IPC.

La cuestión era ¿por qué?, ¿para qué?, ¿cuánto? y ¿en qué condiciones?

Para PSOE y CDS la subida debía de ser aprobada (por eso la votaron) y a cambio prometen mejorar los servicios (también habían prometido en las elecciones subidas entorno al IPC).

Piden pues sacrificio a cambio de promesas.

El PP defendió otra subida, algo más suave que la aprobada, pero igualmente superior al IPC.

El dinero lo pondría el pueblo, y ellos ¿qué pondrían? ¡Promesas! De mejorar el servicio. (¿Dónde había oído usted, algo parecido?).

Para IU, toda subida que rebasara el IPC suponía una pérdida del poder de compra—nivel de vida— de las familias; es decir, suponía pedir un gran sacrificio y por tanto ese sacrificio debía ir acompañado de un gesto (otro sacrificio) por parte de los partidos políticos ¡para dar ejemplo!, ya que la ruina del Ayuntamiento no  la produjo el pueblo, sino los concejales.

Además, las cantidades que se subieran, según IU, debían ser previamente establecidas junto con asociaciones de vecinos, sindicatos, empresarios y otros agentes sociales.

Su propuesta, no prosperó. En definitiva, se aprobó una dura subida de tasas, impuestos y precios públicos que, como indica la memoria del alcalde referente a esta cuestión, no es más que un paso; es decir, que en próximos años, nuevas sacudidas.

Francisco Molina. Concejal de IU. Zamora. La Opinión de Zamora 1992