LA PARTIDA DE AJEDREZ
Si la gente tiene una cosa clara es que el Ayuntamiento de Zamora con IU dentro es otra cosa (Tomen nota por si ven útil también que IU, en el futuro, entre en la Diputación)
La razón de que se note tanto la presencia de un sólo concejal radica en la forma de trabajo, no del concejal, si no de IU.
Se ha trabajado según un sistema, que podríamos asimilar al de una partida de ajedrez:
Es decir, detrás de quien mueve las piezas hay un equipo, que estudia las jugadas, indica los movimientos y corrige los fallos.
Esta práctica (el estilo-ajedrez) ha desconcertado a unos políticos que, como ellos mismos indican en declaraciones recientes, preferían otros tiempo menos agrios (o sea "más chollo"... para los que en la política están para, en frase rotunda, "chupar del bote", en vez de para tratar de arreglar los problemas comunes).
Estaban acostumbrados a que, o no se hicieran denuncias o que se hicieran "solo para cumplir".
Sin embargo IU, cada vez que ha movido una pieza de ajedrez (cada vez que ha iniciado una investigación) nunca ha olvidado que esa pieza estaba ahí para algo, y cuando ha correspondido la ha "vuelto a mover" (desconcertado a unos adversarios que nos acusaban, pásmense, de "tener demasiado interés en los temas". Faltaría más, el trabajo hay que tomarlo con interés).
En el caso del Ayuntamiento de Zamora quien aparece ante el tablero, por decisión de una asamblea, soy yo (actual concejal), y el resto de las compas y compas, aún sin aparecer, lo son todo: el corazón, la inteligencia y la ternura de IU (¡cuántas veces me he llevado yo aplausos por ideas de ellos, cuántas veces he recibido el premio por propuestas suyas, cuántas veces he recibido felicitaciones por escritos suyos!).
En la asamblea donde se decidió que encabezara la lista al Ayuntamiento se decidió también que los cargos (el cargo) tuviera carácter rotatorio.
Entendí y entiendo, entonces, que yo adquiría un compromiso moral: dar, cumplido el mandato, paso a compañeras y compañeros para ocupar el puesto que a mí me cayó en gracia.
Ese compromiso moral, en el sentido ético, se refuerza por el hecho de que personalmente comparto la idea de "rotación en cargos", como medida de higiene política e individual.
Por todo ello (suprimiendo los matices sobre las rotaciones para no alargar mas este escrito), en una entrevista que me hizo "LA OPINION-EL CORREO de Zamora", manifesté que "no debo ir en un puesto que salga seguro".
A raíz de aquello hay personas que han interpretado que no quiero ir en las listas, que me he rendido, que sufro la aplicación de un error político (la rotación), etc.
A todas esas personas, y a las demás, para satisfacer su presunta curiosidad, dos cosas:
Si quienes asistan a la asamblea (abierta) de IU para elaborar la lista quieren ponerme, cuentan con mi aceptación; aunque nunca para ir en un puesto que, razonablemente, se pueda garantizar que sale seguro.
Esa postura mía no obliga a que en el futuro se actúe así, ni a los demás, ni a mí mismo (IU ya se ha dado unas normas de rotación claras) pero hoy considero que estoy obligado por el compromiso que adquirí el día que acepté ir de número uno; y mantengo ese compromiso, que convierto en obligación, encantado, feliz y orgulloso.
Además, siguiendo con el ajedrez, esto puede ser un buen gambito para ganar la eterna partida por una sociedad mejor.
(El gambito es un truco por el cual te dejas comer un peón a cambio de ganar iniciativa, y la gente quiere otro estilo de políticos y políticas).
Francisco Molina. Concejal de IU (Zamora). La Opinión de Zamora. 1995
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