BANCOS EN BANCARROTA, AL DESGUACE
Decíamos ayer que si el Poder no mintiera no podría (mantener su poderío).
Dentro de esas mentiras fundamentales para el Capitalismo está la de que cuando se salva a un banco, con dinero de todos, se hace para que no pierdan sus clientes el dinero que en el depositaron.
Pero eso es rotundamente falso, porque cuando un Estado salva un Banco lo hace para salvar a los accionistas, es decir a los dueños del banco, importándole un bledo los clientes que tenga.
Hace décadas una mujer, de las que seguro que otros días tendría un puesto en el mercadillo, gritaba en Santa Clara (nuestra calle Mayor): “Señora, si no lleva bragas es porque no quiere. Dos por un duro”.
Es obvio que esta vendedora ambulante estaba practicando el noble arte del comercio: compraba las bragas (que eran su mercancía) a un precio y las vendía a otro superior, quedándose con la diferencia a modo de ganancia.
Pues bien, un Banco no se diferencia en nada de esta chula de marketing osado: el banco en vez de vender bragas, vende dinero (su mercancía). Lo compra a un precio (el interés que le da a quienes dejan el dinero allí para que se lo cuiden) y lo vende a otro interés superior (a quienes le piden préstamos).
Si la vendedora de bragas se arruina (compra bragas y no las consigue vender), lo mismo que si se arruina cualquier otra empresa, nadie la protege. Que hubiera puesto atención a sus negocios y no se hubiera metido en líos. Allá ella. Se le declara en bancarrota, y por tanto, concurso de acreedores y al desguace.
Sin embargo, un banco en bancarrota, recibe dinero a espuertas de toda la sociedad, y a seguir viviendo del cuento con sueldos hiper millonarios para sus gestores (accionistas mayoritarios o sea capitalistas).
La coartada moral para tal inmoralidad, la dicha: “es que si no perderían los ahorradores todo su dinero”.
Mentira: Recordemos que en la actualidad está vigente un ley por la cual si quiebra un banco el Estado garantiza los depósitos de todas las libretas de ahorro inferiores a 100.000 €.
Luego si se deja que el banco arruinado pase a Concurso de Acreedores, lo primero que se podría y debería hacer es que todo el dinero depositado por lo clientes pasase a un Banco Público (operación fácil porque al ofrecer éste mayor seguridad no habría fiebre por sacar los depósitos, y se trataría solo de un trasvase virtual de las cantidades que superaran los 100.000 € por libreta)
Acto seguido, el Estado pasaría a ser el poseedor de todas las propiedades del banco, que suelen ser muchas, viniendo bien las casas y locales, para transformarlas en viviendas y oficinas (públicas), de no venderse.
Y por último se actuaría contra los accionistas (los dueños del banco) dividiendo las deudas del banco por el numero de acciones, y así en vez de repartir dividendos, repartirían su desgracia (como la vendedora de bragas o cualquier otro empresario).
Si alguien dice que hay accionistas muy modestos, respondámosles que la mayoría son pudientes o en todo caso jugaron con el dinero que les sobraba. Y respecto a los que no pudieran pagar lo que les corresponda de golpe se podrían arbitrar métodos como los que aplica la justicia a los particulares que deben dinero y no lo tienen.
Traspasar como dicen los ricos y la Unión Europea, la bancarrota de un banco a los clientes, es como si arruinada la señora vendedora de la bragas, todas las que le compraron tan noble prenda tuvieran que pagar sus deudas y quedarse en….
Paco Molina. Zamora.6 de Febrero del 2015
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