CARTA ABIERTA A ANTOLÍN MARTÍN
Me decido a dirigirme a ti, públicamente, dada tu línea de conducta, de la que no soy capaz de discernir si es que no tienes asesores, o si los tienes, pudiera ser que fueran, sin pretenderlo, tus peores enemigos.
Como ves, todo lo de la Diputación se podría resumir en una especie de "concurso de traiciones", en el que el juego consistiría en traicionarte a ti y el premio "el poder seguir chupando del bote".
Cuando en torno a las últimas Navidades solicite hablar contigo te dije:
-“Supongo que ya habrás visto que "tu problema" en la Diputación no es IU, puesto que nuestra posición política es frontalmente opuesta a la del PP y por tanto siempre denunciaremos lo ilegal o lo que nos parezca negativo para Zamora, pero por eso mismo se nos ve venir: actuamos de cara al enemigo político.
Todo eso te lo dije para que te quitarás la obsesión de frenar las propuestas de IU por buenas que fueran, como estabas haciendo, aunque ahora esto último es lo de menos.
-También te dije: no te fíes del PSOE.
Se ve que olvidaste los dos consejos.
En vez de mimar a los "cinco que seguían contigo" y por tanto seguir en la línea de morir con las botas —de renovador— puestas, pero siendo un grupo realmente independiente, como ibais a llamaros, optaste por aproximar tu poder al del PSOE, y por no acelerar la creación de la Comisión de Investigación (el 4 de marzo —aún no ha respirado el PP—, IU te pide por escrito un pleno extraordinario para ello), y encima impides que yo pueda ir viendo las Declaraciones de Bienes de los diputados (a pesar del informe favorable del secretario).
Consecuencia: Como las lealtades en los partidos mayoritarios (PP-PSOE, tanto monta monta tanto) están cogidas con alfileres de intereses (no en vano así empezó la legislatura: repartiendo liberados, aumentado las comisiones y los miembros de estas,...); ocurre que los que aún están contigo empiezan a sentir miedo al futuro (dentro de dos años no serán nada) y miedo al presente (nadie de su entorno les perdonaría ser los "tontos útiles" del PSOE).
Se producen así las circunstancias que facilitan la última traición.
Encima el PSOE te da el abrazo del oso (¿cuánto iba a durar si ya de entrada se oponía un sector de ellos?, ¿qué te iban a pedir a cambio, que caciquearas hacia sus alcaldías?) y tú te sientes querido.
Error, porque el cariño era interesado y porque "quien con niño se acuesta..."; porque, fíjate que tanto a Villaverde como a ti, os insistí (sin saber vuestro pacto) en la última reunión de portavoces, en que la retención que hacia el PP de los hombres que decían estar con Antolín era altamente sospechosa.
Preferiste, como el PSOE, creer que solo era un problema burocrático hasta que se modificara el Reglamento.
Que inocencia más infantil. Añádele a eso el seguir el consejo del PSOE de crear una Comisión de Investigación Anticorrupción proporcional al poder político.
En el PP todavía se tienen que estar partiendo de risa.
Por todo esto, te escribo tomando por notario a la sociedad (de ahí que la carta sea pública y urgente).
Para que no cometas más errores en esta recta final, y para que hagas lo siguiente:
Primero: si has tenido asesores no les hagas caso, y si no los has tenido, empieza a escuchar.
Y segundo y sobre todo: Ten en cuenta que la razón de una apuesta tan fuerte del PP (si les llega a fracasar la operación "caída de Antolín", el escándalo seria insuperable) solo puede tener como fin dificultar cualquier investigación anticorrupción. por tanto:
Debes aguantar hasta la Moción de Censura, para en ella (que por todo lo ocurrido hasta ahora se puede prever como una plataforma de información increíble) contar todo lo que sepas.
Para acelerar cualquier búsqueda de datos hasta la fecha.
Para dejar constancia de que lo que perseguías era la corrupción —supongo— y no otras cosas.
Y para reprochar, por qué no, tantas traiciones, que siempre han sido el humo por el que se sabe dónde está el fuego de la corrupción.
Naturalmente que esto favorece a IU, uno de cuyos empeños está en desenmascarar en política a los que están en ella para su enriquecimiento personal, con lo que acaban siempre vendiéndose al poder, contra el pueblo llano y sencillo.
Pero este interés de IU lo sabe todo el mundo luego no es en modo alguno ni engaño, ni trampa.
FRANCISCO MOLINA (*) Diputado Provincial de IU. La Opinión de Zamora. 13 de Abril de 1997. Imperecedero por extrapolación
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