EL ATRAQUITO
Cuando hace ya algún mes empezó esto que Argentina llaman el "corralito", mostré mi indignación dado que lo que así se denomina es pura y simplemente que los bancos (privados) no le devuelvan a los sufridos ahorradores el dinero que pusieron en ellos, convencidos por la propaganda, al mejor interés.
Calmé mi cabreo porque se me dijo que era natural que los bancos no tuvieran en caja el dinero de los clientes dado que, para poder devolverlo con intereses, lo tienen que tener invertido y no guardado en la caja, y claro, si van todos los clientes de golpe a por lo que es suyo, es lógico que no lo tengan.
Pero ha pasado el tiempo y me he vuelto a empezar a cabrear, si, porque han pasado muchas semanas y siguen sin darles el dinero a sus verdaderos propietarios, y no sólo no se lo dan, sino que tampoco se ve que lo estén buscando para dárselo.
Porque pase lo de que lo tengan invertido y no en caja, pero ya va siendo hora de desinvertirlo ¿no?
Mas, ¿ven ustedes que estén en venta las acciones que tiene la banca para poderles pagar?
O ¿ven que los magníficos edificios que poseen en la calle de Santa Clara de todos las ciudades, hayan puesto el cartel de "se vende", para así poder devolver el dinero que no es de ellos y que se quieren quedar?
Y aún hay más motivos de cabreo.
¿Que suele ocurrir cuando la historia es al revés? Si, cuando es usted el que tiene el dinero del banco y no lo devuelve cuando Dios manda —o sea cuando ellos dicen—
Pues ocurre algo muy sencillito. Le llevan a los tribunales. Y estos, aplican la justicia de "lo que es de cada uno es de cada uno y es sagrado”. Y ¡zas! Expropiación que te crió. Te quitan hasta la hijuela.
¿Por qué no se puede hacer al revés? Si, llevar a los bancos ante la Justicia y exigirles que paguen, y si no a quedarse con todo lo suyo (incluido lo de los paraísos fiscales).
Pues no se puede hacer porque ellos son el Poder, y cuando un Tribunal de Justicia dijo, no eso, pero si algo tan elemental como que el ahorrador tiene el derecho a recuperar su dinero, todo el mundo sensato —o sea el propio Poder— espetó que esos jueces eran corruptos.
Vaya por Dios. Toda la vida sin saber que los jueces de Argentina eran corruptos hasta ahora.
Y a todo esto, hay por ahí unos ciudadanos y ciudadanas (que agrupados en lo que se llama RCADE y altruistamente) dan la cara y piden que se les perdone a los países pobres la deuda que tienen con el sector rico del mundo rico (que conmigo, que yo sepa, no tienen ninguna.
Y se les dice que no se puede perdonar una deuda porque iría contra la economía mundial.
Caray, pues ahora se nos está pidiendo a todos que le perdonemos a los bancos la deuda que ellos tienen con el pueblo argentino. Y además con el mismo argumento.
Que si les devuelven a las clases medias lo que es suyo, mediante venta de acciones, o inmuebles se puede venir abajo la confianza en el sistema y nos arruinaríamos todos.
La de niños que se salvarían de golpe si a sus padres les perdonáramos lo que "nos deben", pero eso al parecer es un atentado contra el orden establecido, y sin embargo que los bancos se queden con lo que les han dejado sus clientes es salvar el sistema.
Menudo atraquito.
Porque si el sistema se basa en tener confianza en él porque es mentira, esto es peor que "Confianza Ciega”, puesto que entonces, todo el dinero de los bancos lo tenemos en una nube.
FRANCISCO MOLINA, La Opinión de Zamora. Imperecedero