Mi pasada actividad profesional y política me ha permitido saber lo siguiente.
En la Universidad Laboral de Zamora hay un teatro magnífico, como magníficas son las instalaciones de todas la Universidades Laborales.
Sin embargo, convertidas éstas, como es lógico, en centros educativos reglados, empezaron a recibir una cantidad de dinero que no permitía mantener “aquel tren de vida”.
Como consecuencia de ello el teatro del actual IES “Universidad Laboral” pasó a ser abandonado en cuanto a su mantenimiento se refiere.
En éstas Don Vicente Herrera, como presidente de la Región, pasó por ese instituto de casualidad y se quedó deslumbrado ante el Teatro de la Universidad Laboral de Zamora. (Acústica perfecta, capacidad para 800 o 900 personas sentadas, porte y accesos independientes del centro, etc).
Y al ver su falta de mantenimiento por falta de dinero, decidió arreglarlo, pero como no tenía pudientes recurrió a Fondos Europeos con el argumento de que así saldría gratis.
Pero claro eso suponía camelar a Europa con algo impresionante (un Palacio de Congresos prácticamente subterráneo, salvo el teatro).
Convertido el Ayuntamiento de Zamora en socio del asunto, la primera barbaridad consistió en segregar la quinta parte del elegante patio de un centro educativo en un pedazo de terreno que junto con el Teatro pasaría a depender de la Consejería de Fomento, en vez de la de Educación (recuérdese que todo eso estaba en terrenos de un instituto de Secundaria).
Pero, como dice el refrán “Dios castiga sin piedra, ni palo”, y arruinadas la empresa constructora y la Junta, donde antes había un lugar bonito y útil, ahora hay un profundo abismo de la nada, y arriba un páramo de incompetencia.
Actualmente, buscando una salida y tapar el agujero de la vergüenza, la Junta quiere llegar a un nuevo acuerdo con el Ayuntamiento, por el cual, tras poner cada cual el dinero que acuerden, las nuevas instalaciones pasarían a ser del Ayuntamiento que las convertiría en un Centro Cívico.
Siendo lo noticiable, y por eso me atrevo a robarles su tiempo, que en esas negociaciones, la Junta no ha puesto sobre la mesa el Teatro.
Es decir, lo que pretende la Junta es ahorrar al máximo, y tapar el gigantesco agujero negro, pero dejando el teatro en el limbo de los justos.
Es decir, abandonado y en el olvido. En tierra de nadie.
Y ante esto, el Ayuntamiento debe exigir que se restaure y adecente el Teatro de la Laboral también (no puede ser muy caro) y que entre en la operación, o sea, que el Ayuntamiento al final cuente con un primer Centro Cívico y un Teatro a mayores.
Es cierto que con el Principal y el Ramos Carrión no haría falta ninguno más. Pero existiendo como existe éste, abandonarlo no es lo mejor.
Además este teatro puede cubrir la oferta de conciertos o espectáculos que exijan mayor tamaño que el Ramos, eso por no hablar de la posibilidad de dejarlo a los centros educativos, grupos de aficionados, o incluso para hacer una semana anual del teatro en Zamora para estudiantes de toda España (algo similar a lo de Mérida, pero en vez de actuando en un Teatro Romano, en uno de verdad).
Aunque eso si, si se hace algo, por piedad, gobernantes de IU y PSOE, que se empiece por arreglar el teatro no vaya a ser que la historia se repita y quiebre la empresa haciendo otro agujero.
Paco Molina. Zamora. 11 de Enero del 2016
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