UNA PESETA MENOS
El truco que utilizan en Zamora los políticos que ganan una contienda electoral (PP-PSOE, PSOE-PP, "tanto monta monta tanto") para luego embolsarse más de lo que merecen, consiste en decir que deben cobrar (el alcalde de Zamora o el presidente de la Diputación) una peseta más que el funcionario que mas gane en la institución de turno.
Dado que entre éstos siempre hay alguno de nivel 30 (máxima posible entre funcionarios) ocurre que el señor político se encuentra con que "le ponen un piso" sus propios votos.
La razón esgrimida para "ganar una peseta más" que el que mas, no es otra que la imagen (Ah! Santo Dios, ¡las apariencias!), porque claro: Que imagen se daría si un vulgar funcionario de la Casa ganara más que aquel que representa a toda una ciudad o una provincia.
Ya tenemos pues al sacrificado político de turno ganando más que nadie en la institución, más que ningún técnico.
Lo imponen con los votos de la victoria y eso no hay quien lo pare de momento.
Pero pasa el tiempo y qué indica la experiencia (en este caso la mía: tras conocer el Ayuntamiento de Zamora y estar conociendo la Diputación).
Que esos políticos que tanto ganan (PSOE-PP, "tanto monta, monta tanto") no aportan ninguna idea propia (ni de su grupo) a lo que hay que hacer, y en consecuencia acaban haciendo lo que se les ocurre a los técnicos.
No se quiere decir con esto que ciudad y provincia están como están, por culpa de los funcionarios, ni mucho menos. "Están como están" por falta de ideas y programas políticos en las cabezas de los políticos que mandan.
Ya que un técnico no tiene por que ir más allá de lo que le exige su tarea (y de hecho no va).
Y bastante es que a medida que la institución se encuentra una dificultad que salvar, sugiere la salida o el modo de resolver (a su manera) el problema de turno.
Pero así, claro, sin dirección política, sin timonel, ni ruta que seguir, sólo se logra que no se hunda el barco, pero no se logra, lo necesario para Zamora, "que navegue viento en popa".
Entenderán mejor todo si utilizáramos como referencia la figura del chofer del mandamás en cada institución (un técnico al fin y al cabo).
Lo correcto es que el político tenga planificados los viajes, el sentido de cada viaje, la utilidad de cada viaje; y que sólo cuente con el técnico para consultarle si en invierno se puede ir de Santurce a Bilbao, y en caso de poder, contar con él para que le lleve.
Lo incorrecto, y que es lo que viene ocurriendo, es que el político, por no tener ni idea, se cruce de pies y manos, hasta que el técnico (el chófer en el ejemplo) a raíz de una razón indirecta, como por ejemplo ver que se está descargando la batería por falta de use del coche, sugiera que lo mejor será necesario ir de Santurce a Bilbao".
Y luego va el ilustrísimo de turno y mediante el gabinete de imagen (otro técnico de la institución) vende a la ciudadanía, a bombo y platillo: "Atención, el PP o el PSOE (tanto monta, monta tanto) van a ir de Santurce a Bilbao por toda la orilla, luciendo la pantorrilla", con lo cual se crearan dos puestos de trabajo directos y cinco indirectos, además de promocionarse Zamora.
Estos señores -los ilustrísimos- no deben ganar una peseta más que el funcionario que más gana. Deben ganar una peseta menos.
FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. 14 Diciembre 1995. Imperecedero
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