LO DE QUE EL BUENISMO ES MALO ES BUENÍSIMO.

LO DE QUE EL BUENISMO ES MALO ES BUENÍSIMO.

Allá por los años 50 del Siglo XX, cerebros pagados por el Poder, se pusieron a trabajar para encontrar una fórmula balsámica y mágica a favor del Mundo Capitalista.

Aquella fórmula, que tardó décadas en serle inoculada a la gente, se concretó en la siguiente idea: Ninguna persona puede ser libre si no vive en una sociedad donde no haya libre mercado.

Es decir había que hacerle creer  a los pueblos que la libertad del ser humano y la libertad económica van indisolúblemente unidas.

Se trataba así de cercar intelectualmente a los países del socialismo real (con regímenes comunistas) que estaban cometiendo el error de cercenar las libertades individuales para garantizar el éxito de la economía planificada (no libre y sin explotadores).

También, con ese mensaje (sin libertad económica no hay libertad individual), completamente falso, se obturaba, ideológicamente, la posibilidad de una sociedad futura que se pudiera basar en una dictadura económica que garantice que quien peor viva, viva bien, y al tiempo que todos sus miembros gocen de todas las libertades; o sea en la que todos sean igualmente libres (ya saben de lo que hablo).

Bueno pues en estos días se ve que el Comité de Sabios del Poder, ha engendrado un nuevo engendro para engañar a la gente sencilla (y tranquilizar la conciencia de los fanáticos del régimen).

Se trata del célebre mensaje (cada vez más oído) de que caer en el “buenismo” es un acto de infantilismo equivocado, que puede  acabar con nuestro bienestar.

En realidad atacar al “buenismo” (no seas bueno que eso es malo) es la continuación de aquello de lo que nos alertó el pensador zamorano Agustín García Calvo, cuando denunció que mediante la cultura oficial (la insistente) nos han hecho creer que “lo bueno es malo y lo malo es bueno”.

Siendo el ejemplo vivo del éxito de tal tontería, que en Suiza el pueblo votó en contra de que a cada ciudadano le dieran 1.500 euros al mes, al margen de lo que ya cobraran de por sí.

Pensando sin duda que: “si esto es bueno (será que) es malo” y por tanto lo rechazo.

Pues bien. En esa idea de conducir el rebaño al redil que interese en cada momento, ahora hay que atacar a los que son buenos (o creen que se tienen que guiar en la vida por buenos sentimientos).

Y en esa guerra, para empezar, a los buenos, en vez de personas virtuosas, se les denomina buenistas (sinónimo con el tiempo de lelo o tonto de solemnidad. (“Ves eso te pasa por ser bueno”).

El problema está en que el ser humano, egoísmos a parte, es bueno (solidario por naturaleza).

Y además, el hecho de ser bueno ha sido la brújula que permitió avanzar a las grandes ideologías:

El islam obliga a repartir el dinero entre las familias que lo tienen y las que no, dentro de la misma comunidad.

El cristianismo exige querer al prójimo (al otro) como a ti mismo, a no juzgar para no ser juzgado y poner la otra mejilla.

El marxismo pretende que todos los humanos sean iguales en el reparto de los bienes materiales de la Tierra, por justicia y para que ninguna persona pueda ser dueña y señora del destino de las otras.

Por tanto el ser una persona buena, está en los genes del homo sapiens, siendo difícil desarraigarlo de ese sentimiento.

A tal punto que hasta ahora, solo se ha podido engañar a las personas proponiéndoles, no que dejen de ser buenas, sino que sean más buenas todavía (Haz lo que dice tu Dios, o tu Patria, y verás que súper bueno…..eres).

Pero algo le debe ir mal al Capital (a nuestro Dios y Señor) que ahora se empieza a atacar a las personas buenas acusándolas de buenismo. Para que sean malas.

Pero ¿Por qué ¿ ¿Para qué? ¿Qué nos van a pedir los poderosos en su favor? ¿La Tercera Guerra Mundial? ¿Disparar contra los inmigrantes? ¿Qué ventaja puede tener que seamos malos?.  

La solidaridad es el egoísmo inteligente (hoy por ti mañana por mí). Acabar con el buenismo (mejor ser bueno) es azuzar la fiera del egoísmo de los malos. Es aceptar como bueno lo malo. El malismo; el todos contra todos.

Paco Molina. Zamora.  23 de Agosto del 2018.