-Oye Gobierna, la píldora esa del “día después”, es del día después ¿de qué?.
-¿La que se toma para no quedar embarazada?
-Si, esas, ¿cuándo se toman?, ¿después de hacer el amor o después de saberte embarazada?
-Qué borrico eres Peromato. Se llama la píldora del día después…de la juerga.
-Pues a eso quería yo llegar.
-¿A que no es por tanto abortiva y sí sólo preventiva?.
-No, eso da igual, a lo que quiero llegar es al peligro que esa píldora supone….
-No digas bobadas, esa píldora está bien testada, es decir estudiada, y es sana.
-No, no, si eso no lo niego; lo que quiero decir es que ahora que muchos anti-prostitución están tan ilusionados porque van a acabar con la profesión más antigua del mundo persiguiendo a los clientes pues lo van a tener difícil.
-Ya me dirás por qué.
-Imagina que tú eres puta y yo tu cliente.
-De acuerdo; venga, cuéntame tu vida.
-¿Qué dices?
-Según las propias prostitutas, la mayoría de los clientes se limitan a contar su vida ¿no?
-Si, son como psicólogas, además de orgasmoterapeúticas.
-Pues como persigamos a los psicólogos, confesores y demás consoladores del espíritu, aviaos estamos.
-Son como un muro de las lamentaciones en caliente o un muro caliente de lamentaciones.
-Si, pero cuéntame de una vez la conexión entre la píldora del día después, el cliente y la imposibilidad de acabar con el trabajo sexual forzoso o vocacional, según los casos.
-Voy con ello: Tú eres la fulana y yo el cliente. Está claro que antes del magreo no nos pueden detener porque te puedo estar preguntando la hora.
-Por supuesto, sólo es posible ponerte las esposas cuando me estés pagando.
-Y entonces yo les digo a los probos funcionarios: “Señores policías, es una amiga, hemos estado yaciendo juntos, claro, porque está muy buena, y ahora simplemente le estoy dando unos euros para que se compre la píldora del día después”.
-Que son 20 euros.
-Claro, y aunque se la tome la chica lo lógico es que, al menos la mitad, la pague el chico.
-Pero yo soy de lujo y cobro más de 20 €.
-No hay problema, en el fondo sólo pretenden perseguir a los clientes de las callejeras, a la gente del pueblo, que los pudientes, lo que es a ellos ná de ná, que, como siempre, tendrán lo que quieran.
-Ah, pues teniendo en cuenta que las de las esquinas son baratas, sí puede colar lo de la píldora del día después.
-Claro, porque además no vas a ser un tacaño, y si la juerga con el ligue va a durar una semana, qué menos que darle para la píldora del día después lo de los próximos los 7 días.
-Ya pero cuando sea una mujer la que use a un playboy, cosa que cada vez se lleva más, a ver cómo explica a la pasma que le está dando al chico una propina para la píldora del día después ….del puto.
-En eso tienes razón, pero es el sino de las mujeres, correr con la peor parte de las leyes
PACO MOLINA
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