EL CRUZADO MÁGICO
HACE mil años los poderosos de Occidente ya mandaron expediciones, más o menos conjuntas, a Oriente Medio para rescatar los santos lugares (de los infieles).
Sobre esas guerras es de suponer que no todo sería “furor metafísico” y que algún otro fin más prosaico (más comercial) les moviera a tanta movida.
No obstante, aquellas eran las cruzadas y ellos los cruzados.
Los “Santos Lugares” de entonces, fuente del cristianismo, resucitan con su poder de atracción y se nos presentan ahora como los “sacrosantos lugares” de hoy, fuente del consumismo. (vía el petróleo).
Al tiempo, por aquí nos descubrimos gobernados por un “cruzado mágico”; pues mágico es todo lo que hace o aborda, ya que nunca cosa alguna le sale mal (a él).
Tal vez por esa magia que sabe le acompaña, se atreve a apostar con vida a favor del rico, envidando con la del currante, pues eso es lo que ha hecho con el envío de españoles al ojo del huracán.
Llegó al poder abanderando a trabajadores, antinucleares, antiotanistas y descontentos. Luego apostó por los poderosos (individuos y multinacionales) aplicando a la crisis económica la receta capitalista.
Aún así gano dos elecciones más.
Apostó por el militarismo, defendiendo la OTAN, conservando bases extranjeras y colando a España en la UEO (bloque militar fantasma).
Pues nada, siguió a mayoría absoluta por elección.
La ecología no le frenó en su fervor por el dios-dólar y la energía nuclear no le hace ni pestañear.
Da igual, cumpla o no promesas, una magia especial le protege.
En estos momentos ha tomado una decisión capaz de hacer saltar los plomos de la cabeza más plantada, pero seguro, o casi, que para él ello no es, ni desgaste electoral, por supuesto, ni desgaste mental.
La magia que le rodea, producto de un conjuro, le salvará de nuevo.
Este “cruzado-mágico” ha tomado, solito y sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, la decisión de que España debe adoptar una postura bélica en el conflicto del Golfo, y en consecuencia manda 500 españoles a un potencial campo de batalla, y si ésta estalla que no se diga que no estábamos allí.
Quien crea que debatió el tema con el cruzado-de-exteriores y el cruzado-que-no-quiere-hablar-con-Zamora (lo mismo que no quiso hacerlo con los que se fueron en barcos de guerra mientras su querida -jet- sigue en yates de lujo), se puede equivocar.
Es fácil que la escena fuera así: Le preguntaría al cruzado-de-exteriores:
“¿Qué hay?''. Respondiéndole: “Parece que las cancillerías están por dar un escarmiento a Irak, por las buenas o por las malas. El clima que se respira en las reuniones es tan violento que casi se oye un, o estas con nosotros o estas contra nosotros. En definitiva, aislarnos puede traernos dificultades (defender la neutralidad de la patria supone valor)”.
El cruzado-mágico miraría al cruzado-serrano e interrogaría:”¿Técnicamente es posible nuestra aportación?.
¿Podía el cruzado-serrano contestar que no? Imposible, pues desde 1982 su misión era tener engrasado (sin grasas) al Ejercito, y, claro, decir ahora que no se está en disposición seria tirar de su propia soga política.
Una vez más el cruzado-mágico tuvo que tomar una sublime decisión; pero no hay problema; sabe cuál es el truco de la magia que le rodea:
"Si no sabes qué hacer, arrímate al más fuerte, nunca pierde”.
La historia sigue con que el cruzado-serrano habla en privado con los lideres políticos, para contarles secretos que no deben saber ni los representantes del pueblo, cuanto menos el pueblo (que por otro lado es quien se la juega).
Si hay secretos en una misión de paz, ¿cuáles pueden ser?
Tal vez: Que los barcos no pasan de Ibiza, donde los marineros viven dos meses de ensueño, pero a escondidas para que Sadam Husein se crea que van a por él.
O tal vez es que se va para asustar a Irak, pero ninguna potencia (ni EE. UU.) está dispuesta a atacar, aunque el bárbaro beduino se coma la pierna de un rehén en directo.
O el secreto es que la misión es de paz, pero sólo para coger desprevenido al moro, que luego...
Clara que otro secreto puede ser que si no hacemos lo que nos mandan (los poderosos del dinero) nos echan de la OTAN, la CEE y la UEO.
O peor aún, mira que si boicotean las olimpiadas.
El único secreto de la paz es no querer luchar (salvo en defensa de vida propia).
Que lo que hizo Irak va contra el derecho y pobre Kuwait, de acuerdo; pero para arreglarlo, hagamos los que dice el Papa: “rezar”.
FRANCISCO MOLINA. El Correo de Zamora. 30 de Agosto de 1990. Imperecedero
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