SOLUCIÓN DE VIUDAS
En los años 50, 60, 70 y puede que en los siguientes, aunque en menor medida, se dio el siguiente fenómeno.
Cuando en un matrimonio fallecía el marido, que solía ser el único que llevaba el dinero a casa, a la viuda le quedaban unos ingresos miserables o al menos desproporcionados (en pequeño) respecto a los que se producían cuando su hombre aún vivía.
Como consecuencia de ello, y dentro del espectro de la clase media, muchas viudas utilizaron como fórmula para conseguir un dinerillo que completara la pensión, el alquilar una o algunas de las habitaciones de la casa.
Si tenemos en cuenta que dadas las economías de la época había otras muchas personas que no podían hacer otra cosa que pagarse "una habitación con derecho a cocina", pues nos encontramos con que el invento sirvió para "capear el temporal".
Para "capear el temporal" sólo y porque los inquilinos entendían su situación como provisional, al tiempo que la viuda tenía además: la casa, la pensión y la ayuda muchas veces de la descendencia.
Se cuenta este porque esa panacea que se le vende a la provincia de Zamora para salir de su "negro futuro", y que se llama Turismo Rural, no es más que una solución de viudas, una solución como la descrita, y por tanto, que solo puede servir para "capear el temporal", pero no para evitar éste y menos para salir airosos de él.
El Turismo Rural, que en realidad habría que llamar Rústico, ya que Rural se está entendiendo como no-urbano, y Torre-molinos, pongamos por caso, es un pueblo, pero aquello no es Turismo Rural.
Bueno pues el Turismo Rural/Rústico consiste en coger pueblos que se han quedado "viudos de habitantes" y realquilar las "habitaciones" vacías.
Se considera así que la gente de ciudad, harta de lujos, harta de monotonía y harta de hartura, va a buscar nuevas emociones y qué mejor que "ir allí, al lugar que otros han abandonado porque eso no es vida".
La idea está bien y hay que llevarla a cabo, pero, y ese es el motivo del escrito, es un engaño hacer creer a la gente de Zamora que con el Turismo Rural se va a salvar nuestra tierra.
Ni con el Turismo Rural ni con el otro. Entiéndase bien, no se está diciendo que no se fomente, se venda y se propicie.
Se está diciendo que no se embauque a la gente haciéndole creer que por ahí está la salvación.
Ese es un clavo ardiendo al que hay que agarrarse, pero nada más.
No es la solución de la provincia. Mas, no basta con que se retenga ese dato (el turismo no va a salvar Zamora, y menos el rural), conviene meditar algo mas, y que nos preguntemos entonces, por qué dirigentes políticos de la provincia nos quieren "vender esa burra".
La respuesta no puede ser otra que esta:
1) No saben por dónde se andan.
2) Están en política para sus cosas (y sus casas).
3) Como de lo que se trata es de ganar dinero (para sus bolsillos) tratan de ganar tiempo para que la gente —ilusa-- les siga votan-do creyéndose que se camina a alguna parte, cuando en realidad está gobernada sin rumbo, por gente que ha inventado el movimiento continuo que no lleva a ninguna parte.
4) Con sus engañifas convierten al pueblo en borrico que hace girar y girar la noria, quedándose el político con el agua que sale del pozo (sus sueldos) mientras el viaje para el que trabaja, el burro, no lleva a ninguna parte.
5) Todo esto —de dar gato por liebre— lo están haciendo personas que aunque se les llena la boca de polvorones cada vez que dicen: "Zamora", no tienen los problemas de la gente sencilla, ni los quieren compartir.
FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. 21 de Agosto de 1995