LAS ESPINAS DE LA CORONA
No es este un discurso republicano, aunque pudiera. Mas no es cuestión de provocar en la joven princesa un indeseado aborto.
No. Trata este escrito de hablar de la “caradura" de los políticos. a partir del chiste fácil de Carod Rovira y Maragall, en Jerusalén, que utilizando un "recuerdo" de Tierra Santa, (venden coronas de espinas), se hicieron unas "fotos de turistas", en las que el primero se auto coronaba, mientras el otro le retrataba y reían a mandíbula batiente; posiblemente porque alguno dijera:
"Como se enteren de lo que estamos haciendo nos crucifican".
Y en efecto hay que crucificarles. Pero no a ellos sólo, sino a todos los de su especie, a través de ellos.
Mas no por su falta de respeto, que eso ya lo han hecho otros más sensibles.
Aquí se les va a crucificar por gorrones y representantes de todos aquellos políticos que hacen carrera en este campo para "Chupar del Bote".
Que la foto coincidiera con un símbolo religioso que hizo estallar el escándalo, no debe ocultar el que se da a diario con casos parecidos, pero con distintos souvenirs.
Es decir, si la foto fuera con un canguro de plástico tal vez nadie hubiera dicho ni mu. Y sin embargo esa es la madre del cordero.
No es que nuestros políticos al uso se pongan unos sueldos de vértigo, que se los ponen, y a base de bien.
Es que encima, mientras duran en el cargo, se inventan hasta viajes, de presunta necesidad y trascendencia, para conocer mundo "gratis total".
Y eso cuando luego, para infinidad de cosas, absolutamente necesarias para el pueblo, dicen, con una cara de palo inaguantable: "Que están de acuerdo, pero que no hay fondos para todo, y ante eso tienen que priorizar".
Y así vemos que, por ejemplo, frente al rumor fundado, de que el alcalde de Zamora negociaba, ante la presión popular, para que el constructor de las casas de la Puerta de la Neo Traición en el Castillo renunciara a ese disparate; hoy vemos con espanto que ha comenzado la debacle.
¿Por qué? ¿No se pusieron de acuerdo por un millón más o un millón menos? ¿Pero acaso no hay liberados a manta en la Casa Consistorial?
¿Pero no van a comprarse el tercer cochazo de 6 millones de pesetas?
Cambiemos de ejemplo y de ejemplar. En Benavente hasta los toros enmaromados se ponen en "paro técnico", demandando un Hospital, y se dice que no es rentable.
Pero ¿tiene que ser rentable un hospital? ¿Y un cementerio? ¿Y ustedes saben el dinero que se tira, al bolsillo, eso sí, de nuestros representantes en Fuensaldaña? Un pastón.
Y sigamos, arrimándonos a la Junta.
Gracias a la "cadena humana" que se convocó para pedir la transformación del cuartel Viriato en el Campus Universitario, hace 15 años, se desataron acontecimientos, que bien llevados y dirigidos, han desembocado en un espacio que atiende a 2.300 alumnos de la Politécnica Superior, más los que cursan Magisterio. Eso sin contar con el personal de todo tipo que allí trabaja.
Pues bien, ante un ajuste de titulaciones, que pretende dar un tronco común a las que lo tienen (cosa buena), y que se puede añadir a los masters, que se van a privatizar a peso de oro (cosa mala): nos encontramos que se va a volver a repartir el pastel universitario.
Ante eso, debe saberse que quien paga la tarta es la Junta de Castilla y León. Y debe saberse también que quien tiene que decidir quién de sus nueve hijas está tan desnutrida que, o le das aunque sea solo dulce, a discreción, o se te va para el otro barrio.
La suerte está en manos de los millones que si tiene la Junta —al menos para ellos mismos—, millones que deben permitir, primero consolidar estudios que garanticen esa cifra en torno a los 2.500 clientes, y luego ampliar, que hay espacio de repuesto, en los laterales del edificio transversal y en el solar "abandonado" junto al Clínico.
Velemos las armas, porque en Zamora, o "campus universitario o campo santo".
FRANCISCO MOLINA. La Opinión de Zamora. ¿2005?